Aquelarre del turismo

Mientras el turismo asalvajado devora el coraz¨®n de las ciudades, en Ifema se celebra el aquelarre anual de las maletas trolley: Fitur, la madre de las ferias tur¨ªsticas, el lugar donde el planeta se muestra como un lugar risue?o, alegre, sin conflicto.

El Ayuntamiento de Madrid apuesta all¨ª este a?o por el Broadway madrile?o, es decir, los musicales de la Gran V¨ªa, una cosa que est¨¢ muy chula, s¨ª, pero de la que llevamos hablando en estas mismas p¨¢ginas desde hace casi diez a?os¡­ Parece que ahora han descubierto la p¨®lvora y nos colocan fragmentos de musicales por doquier, ya sea en la Puerta del Sol por Navidad o como caballo ganador en Fitur.

Se pregunta uno si una cosa tan visible y exitosa como los musicales de Gran V¨ªa necesita tal apoyo municipal (los melodiosos rugidos de El Rey Le¨®n llevan casi un decenio atrayendo a p¨²blicos de toda Espa?a) y si no ser¨ªa mejor sacar pecho de lo p¨²blico, de las salas alternativas, o de las otras mil y una cosas que tiene la ciudad y que necesitan m¨¢s visibilidad. Igual se trata de ese provincianismo capitalino que intenta imitar lo que ya hacen otros, los musicales de Londres o de Nueva York: lo importante es competir en la carrera mundial de las ciudades globales.

Por lo dem¨¢s, la Uni¨®n de Empresarial por la Promoci¨®n Tur¨ªstica de Madrid ha presentado los resultados de un curioso estudio sobre las preferencias tur¨ªsticas de los madrile?os en cuanto a su propia ciudad, que es como preguntarle a alguien c¨®mo es de guapo y cu¨¢l es su mejor perfil. As¨ª que los ciudadanos han puntuado ¡°con un notable alto (8,4) los atributos y atractivos tur¨ªsticos de su ciudad¡±.

Lo que m¨¢s interesa a los visitantes, seg¨²n los locales, es: primero, la vida nocturna y de ocio; segundo, las compras, y tercero, el patrimonio hist¨®rico y cultural. O sea, primero el bebercio y el comercio, como en Magaluf, y luego ya si eso la coartada cultural con la que se quiere barnizar la afluencia masiva de turistas a la ciudad. Al final, somos nuestras bajas pasiones. Es raro que no se vea m¨¢s balconing en Madrid.

No se sabe si los madrile?os quieren pronunciarse sobre la Destrucci¨®n de la Ciudad que produce el turismo irracional en met¨¢stasis, o al menos eso no parece interesar al estudio de la Uni¨®n Empresarial. En cualquier caso, es obvio que eso preocupa, en vista de la expulsi¨®n de los vecinos del centro, la proliferaci¨®n de pisos tur¨ªsticos, la subida de los alquileres y la desaparici¨®n de todas las cosas que aportan car¨¢cter a la ciudad, que hacen que Madrid sea Madrid, mientras avanza la uniformizaci¨®n global que hace que se convierta en un lugar que podr¨ªa ser cualquier otro, con sus musicales, y todo. Y luego quieren que haya Marca Madrid.