El olor a azufre de la ¡®ley Aragon¨¨s¡¯
La norma situaba el criterio de la calidad por encima del precio en la licitaci¨®n p¨²blica de estos servicios
Pocas iniciativas legislativas se ver¨¢n rechazadas por un espectro pol¨ªtico tan diverso. Esto es lo que le ha pasado a la ley Aragon¨¨s. Ciudadanos, PSC, PP, CUP y Comunes evitaron, desde la Comisi¨®n de Econom¨ªa y Hacienda del Parlamento catal¨¢n, que prosperase esta ley de contratos de servicios a las personas. Para algunos la ley Aragon¨¨s que en puridad se deber¨ªa denominar ley Romeva ¡ªpues fue el consejero, ahora encarcelado, qui¨¦n la impuls¨® en la pasada legislatura¡ª ol¨ªa al azufre de la privatizaci¨®n de servicios p¨²blicos desde el principio.
No deja de ser curioso que para algunos de sus detractores, esta ley era la expresi¨®n m¨¢xima del neoliberalismo y que las fuerzas que representan ese neoliberalismo en el Parlamento de Catalu?a tambi¨¦n han votado en contra por el excesivo protagonismo de las entidades de la econom¨ªa social ?En qu¨¦ quedamos?
La movilizaci¨®n de sindicatos y otros actores sociales, no todos ¡ªaclaremos aqu¨ª que CCOO y el Tercer Sector estuvieron siempre a favor de su aprobaci¨®n¡ª ha sido suficiente para tumbarla... y en materia de privatizaci¨®n la ley Aragon¨¨s no aportaba nada m¨¢s y nada menos que las directivas europeas de contrataci¨®n y concesiones y la ley de contratos del sector p¨²blico espa?ola que las traspone.
Seguramente se pod¨ªan hacer cr¨ªticas al proyecto de ley desde el punto de vista t¨¦cnico, pero ten¨ªa unas virtudes que hay que resaltar: situaba el criterio de la calidad ¡ªsolvencia, experiencia y especializaci¨®n¡ª por encima del precio en la licitaci¨®n p¨²blica de estos servicios; prohib¨ªa expresamente el uso del procedimiento de subasta; y procuraba por los intereses de las personas trabajadoras en los servicios de mano de obra intensiva, desincentivando la presentaci¨®n de proposiciones que pudiesen afectar negativamente sus condiciones de trabajo.
La fracasada ley de contratos de servicios a las personas tambi¨¦n se podr¨ªa haber criticado por la demora en su aprobaci¨®n: el proyecto de ley del Govern no super¨® la pasada legislatura y el Parlament no hab¨ªa sido capaz de debatirla hasta ahora, cuando ya est¨¢n m¨¢s que claras las reglas del juego de la contrataci¨®n p¨²blica porque hace m¨¢s de un a?o y medio que ha entrado en vigor la normativa b¨¢sica del Estado.
Y tal vez lo m¨¢s grave de todo es que la ley Aragon¨¨s iba a acabar teniendo un uso residual. El instrumento habitual de relaci¨®n de las administraciones p¨²blicas con las entidades privadas para la prestaci¨®n de servicios de atenci¨®n a las personas ser¨¢ la denominada acci¨®n concertada social, en la modalidad de concierto social o en la de gesti¨®n delegada, que est¨¢ regulada en la Disposici¨®n Adicional Tercera del Decreto Ley 3/2026. Un instrumento, esta acci¨®n concertada social, que fue convalidado por el Parlamento y aprobado por algunas fuerzas pol¨ªticas que acaban de votar en contra de la ley Aragon¨¨s. En resumen, vivir para ver.
Francesc Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez. Abogado, socio director de fjmadvocats.
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