La v¨ªa Churchill
El tiempo se est¨¢ acabando. La mayor¨ªa social que todav¨ªa le falta al independentismo para superar el list¨®n del 50% de los votos de forma estable est¨¢ a su alcance si no se abre una nueva etapa de entendimiento
No sabemos si hay salida, pero si la hay, es esta. Hablar, en lugar de pelearse. Jaw-jaw, better than war-war. Churchill, que no ten¨ªa nada de condescendiente ni de apaciguador, es quien lo dijo, en plena Guerra Fr¨ªa y cuando comenzaba la carrera de armamentos. Por primera vez desde el portazo de septiembre de 2012, todos los que pueden hablar hablan, y los que no hablan son los que no quieren o quiz¨¢s no pueden.
Hagamos un breve recordatorio. El portazo es el de Mariano Rajoy a Artur Mas el 20 de septiembre de 2012 cuando le pidi¨® el pacto fiscal bajo la amenaza de iniciar la entonces misteriosa transici¨®n nacional catalana, el proc¨¦s. En lugar de abrir una mesa de di¨¢logo para tratar de dar una respuesta pol¨ªtica al movimiento apenas iniciado con la manifestaci¨®n de aquel 11 de septiembre, el presidente espa?ol prefiri¨® inhibirse y dejar al catal¨¢n que hiciera efectiva la amenaza. Ese d¨ªa se acab¨® el jaw-jaw y comenz¨® una larga etapa de beligerancia entre los dos gobiernos, dispuestos a hacerse la guerra, war-war, en todos los terrenos donde fuera posible.
Lo que tenemos ahora, una mesa de di¨¢logo, solo para hablar, es el recordatorio de lo que ha faltado todos estos a?os
La respuesta de Mas al portazo fue subir a¨²n m¨¢s la apuesta. La convocatoria de elecciones anticipadas, con pretensiones casi plebiscitarias, bajo la consigna de obtener una mayor¨ªa indestructible, era una clara amenaza de plantarse ante Rajoy con una fuerza que hiciera obligatoria la negociaci¨®n, el di¨¢logo pol¨ªtico. Si Rajoy se equivoc¨® al descartarlo tan prematuramente, tambi¨¦n se equivoc¨® Artur Mas al hacer un mal c¨¢lculo de sus fuerzas. No tuvo la mayor¨ªa indestructible y qued¨® subordinado a Esquerra. No empez¨® el di¨¢logo sino la subasta radicalizadora entre independentistas.
Lo que tenemos ahora, una mesa de di¨¢logo, solo para hablar, es el recordatorio de lo que ha faltado todos estos a?os, ocho casi, desde que comenzaron las hostilidades. Es una verg¨¹enza que las fuerzas con mayores responsabilidades por la falta de di¨¢logo sigan ahora negando cualquier posibilidad al di¨¢logo, sin otra alternativa que no sean las demandas judiciales, las exageraciones apocal¨ªpticas y el bloqueo de las instituciones. La justicia, siempre necesaria, no puede ser venganza. Las dificultades pol¨ªticas, por irresolubles que parezcan, no se disolver¨¢n negando que sean pol¨ªticas, ni con la pretensi¨®n de que solo se pueden resolver con la estricta aplicaci¨®n de la ley y el mantenimiento del orden p¨²blico.
Hablar ahora comporta una doble rectificaci¨®n. Por parte de los que han tirado por el camino de en medio de la unilateralidad en detrimento del Estado de derecho y el ordenamiento estatutario y constitucional, y por parte de quienes han subrogado la respuesta a la polic¨ªa y la justicia. Se entiende que unos y otros responsables de esta cat¨¢strofe sigan tergiversando sobre el car¨¢cter del di¨¢logo reci¨¦n iniciado. Por un lado, tenemos la prolongaci¨®n de la ficci¨®n a cargo de Torra y Puigdemont, que quieren presentar la mesa de di¨¢logo actual como si tuviera que ser la que so?aron el 27 de octubre de 2017, para sentar al Gobierno espa?ol a hablar de autodeterminaci¨®n y de amnist¨ªa, con la fantas¨ªa a?adida del relator internacional, y tal vez de los plazos perentorios. Del otro, la falsa e hip¨®crita credulidad de la triple derecha (PP, C¡¯s y Vox) que compra entera la versi¨®n independentista para se?alar a Pedro S¨¢nchez como un gobernante traidor e ileg¨ªtimo, protagonista de la destrucci¨®n de Espa?a y c¨®mplice de una secesi¨®n en marcha.
Los enemigos del di¨¢logo, los de un lado y del otro, no tienen nada que ofrecer ni ninguna estrategia que no sea el bloqueo
Los enemigos del di¨¢logo, los de un lado y del otro, no tienen nada que ofrecer ni ninguna estrategia que no sea el bloqueo. Convergen los intereses de la triple derecha y los del puigdemontismo. Cuanto peor le vayan las cosas a S¨¢nchez, mejor para quienes pretenden mantener vivo como un zombi el ya difunto proceso independentista. Y tambi¨¦n mejor para la derecha, de cara a sustituir lo antes posible al Gobierno de izquierdas. Si esto llegara a producirse, el zombi del independentismo unilateral todav¨ªa podr¨ªa revivir con fuerzas renovadas, de nuevo en pie contra el retorno de la Espa?a ultraconservadora y centralista. Esta es su desgraciada esperanza.
Hablar est¨¢ muy bien, pero no servir¨¢ si no se consolidan las posiciones. Hay que institucionalizar el di¨¢logo. As¨ª habr¨¢ agenda y calendario, reglas de juego y controles de los resultados. Conseguir todo esto ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil dentro de la Comisi¨®n Bilateral contemplada por el Estatuto. Tambi¨¦n es un blindaje ante sus poderosos enemigos. Una vez dentro del marco constitucional es posible incluso someter a estudio las cuestiones m¨¢s espinosas, como el derecho a la autodeterminaci¨®n o la amnist¨ªa. Pero no ahora, sino despu¨¦s. Y no fuera de la Comisi¨®n Bilateral, sino dentro.
Hay camino y ser¨¢ largo. Nada est¨¢ asegurado. Conviene pues que d¨¦ resultados y pronto. Lo explica muy bien Carles Castro en su excelente an¨¢lisis C¨®mo derrotar al independentismo en las urnas (EDLibros). El apoyo a la independencia, e incluso a la v¨ªa unilateral, crece entre los m¨¢s j¨®venes. El tiempo se est¨¢ acabando. La mayor¨ªa social que todav¨ªa le falta al independentismo para superar de forma estable el list¨®n del 50% de los votos est¨¢ a su alcance si no se abre una nueva etapa de entendimiento. Y no tardar¨¢ en llegar si se cierra la ventana de oportunidad y triunfan los partidos del bloqueo, del unilateralismo y de una punici¨®n contra el independentismo que r¨¢pidamente se convertir¨¢ en castigo contra todo el catalanismo y todos los catalanes.
Hay que evitar que lo vuelvan a hacer. Tanto los unos como los otros. Necesitamos la v¨ªa Churchill.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Mariano Rajoy
- Artur Mas
- Opini¨®n
- Declaraci¨®n Unilateral Independencia
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Catalu?a
- Generalitat Catalu?a
- Autodeterminaci¨®n
- Conflictos pol¨ªticos
- Gobierno auton¨®mico
- Gobierno
- Ideolog¨ªas
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Proc¨¦s Independentista Catal¨¢n
- Independentismo