Sin verdad no hay libertad ni democracia
Se tiende a pensar que decir la verdad significar¨¢, en un escenario como el actual, defraudar a tus militantes, a las personas que conf¨ªan en tu proyecto y te votan¡
Sin verdad no podemos ser libres y no puede haber democracia. Mucho podemos dialogar sobre la verdad. ?Qu¨¦ es la verdad? ?Existe la verdad? No es lo mismo la verdad sobre hechos que han ocurrido, o no, que la verdad sobre valores, que podemos considerar de maneras muy diferentes. ?Qui¨¦n es de verdad el mejor jugador de f¨²tbol? Hay debates que nunca terminar¨¢n y otros que deber¨ªamos poder resolver de acuerdo con las evidencias, los datos, lo que sabemos que ha ocurrido. La verdad, como lo bueno, en seg¨²n qu¨¦ ¨¢mbitos depende de los gustos de cada cual, pero en otros depende de los hechos.
Decir la verdad es el primer objetivo de la organizaci¨®n Extinci¨®n o rebeli¨®n, que trabaja para hacer frente a la crisis ecol¨®gica. Denuncian la falta de verdad, la mentira, consistente en no explicar al conjunto de la ciudadan¨ªa la gravedad de la situaci¨®n y actuar en consecuencia. La semana pasada desde el Barcelona Supercomputing Center se anunciaba que el calentamiento global avanza con mucha mayor rapidez y de manera m¨¢s grave de la esperada. ?Qui¨¦n nos lo cuenta? ?Qu¨¦ estamos haciendo?
¡°El problema es que todo el mundo miente un poco¡ Es muy dif¨ªcil decir la verdad¡±. As¨ª se expresaba el periodista y director de El M¨®n, Salvador Cot, en la tertulia de El Mat¨ª de Catalunya R¨¤dio. Lo dec¨ªa con una extra?a mezcla de descripci¨®n y justificaci¨®n al hablar de la mesa de di¨¢logo entre el Gobierno espa?ol y el catal¨¢n. Parec¨ªa algo compartido por periodistas de diferentes medios que lo acompa?aban. Parec¨ªa que se asum¨ªa que debemos vivir con la mentira. ?Es muy dif¨ªcil decir la verdad, tal como afirmaba Cot? Decir la verdad es f¨¢cil cuando la sabes, otra cosa es asumir sus consecuencias. Se tiende a pensar que decir la verdad significar¨¢, en un escenario como el actual, defraudar a tus militantes, a las personas que conf¨ªan en tu proyecto y te votan¡
Esquerra Republicana de Catalunya empez¨® a hablar de la necesidad de superar relatos m¨¢gicos en el independentismo y se autositu¨® en el pragmatismo. Eran los d¨ªas en los que JxCat ped¨ªa al president del Parlament, Roger Torrent, que no hiciera caso del Tribunal Supremo y mantuviera la condici¨®n de diputado al president Torra. JxCat empez¨® la carrera electoral afirmando que el independentismo pragm¨¢tico es el m¨¢s m¨¢gico. Detr¨¢s de esta disputa dial¨¦ctica est¨¢ la verdad y la mentira. ?Qui¨¦n ha enga?ado? ?Qui¨¦n nos ha dicho que la independencia estaba a punto de llegar cuando sab¨ªa que no era as¨ª? ?Qui¨¦n nos ha dicho que hab¨ªa ¡°estructuras de estado¡± preparadas cuando sab¨ªa que no era as¨ª?...
Podr¨ªamos mirar hacia otros lados, hacia otros partidos, hacia periodistas¡ Podr¨ªamos hacer una larga lista de mentiras relacionadas con la actualidad informativa: personas migrantes, que buscan refugio, pol¨ªticas de igualdad, vivienda, impuestos¡ Estas mentiras son un enga?o a la ciudadan¨ªa. Buscan que las personas piensen, tomen decisiones, a partir de una realidad alterada, deformada. En esas condiciones las personas ven atacada su libertad, la democracia se aleja un poco m¨¢s, el miedo y el odio crecen.
Se ha desencadenado una guerra contra la verdad. As¨ª se est¨¢ haciendo pol¨ªtica en muchas partes del mundo, nuestra sociedad no es una excepci¨®n. Lo importante no es decir la verdad o mostrar que otras opciones mienten. El objetivo es colocar nuestra verdad, que se crea nuestra verdad. No importa si lo es o no lo es. No importan si los datos y las evidencias nos dan la raz¨®n o no. Se trata de conseguir que la gente crea aquello que decimos y para ello hay que acabar con la misma noci¨®n de verdad. La sociedad entera pierde cuando esto ocurre.
Hoy nos lo explica Jason Stanley des de Estados Unidos, como se puede leer en su obra Facha. C¨®mo funciona el fascismo y c¨®mo ha entrado en tu vida (Blackie Books). Tambi¨¦n Marcia Tiburi desde Brasil y se puede leer en C¨®mo conversar con un fascista. Reflexiones sobre el autoritarismo de la vida cotidiana (Akal). Podr¨ªamos pensar que esta guerra contra la verdad solo es cosa de fascistas, pero me parece que conviene reflexionar sobre a qu¨¦ y a qui¨¦n se presenta como fascismo. Necesitamos pensar que todo ataque a la verdad, incluso en nombre de nuestra mejor causa, es un ataque a la libertad de las personas y a la posible vida en democracia.
Jordi Mir es profesor de Humanidades en la Universidad Pompeu Fabra.
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