Los alumnos de la Escuela de Carabineros de Chile: ¡°Somos la reforma¡±
EL PA?S visita el principal centro formativo de la polic¨ªa tras el asesinato de tres agentes el ¨²ltimo mes
Son las ocho de la ma?ana del mi¨¦rcoles 12 de abril y los 895 alumnos de la Escuela de Formaci¨®n de Carabineros, en el suroeste de Santiago, se forman de menor a mayor estatura para escuchar la orden del d¨ªa. A la derecha se ubican los de primer a?o, vestidos con tenida fatiga, menos formal, y a la izquierda los de segundo, con tenida cuartel. El 70% son mujeres y el 30% hombres. Todas las cabezas se giran con direcci¨®n a un capit¨¢n que lee una noticia publicada en el diario El Mercurio sobre el carabinero que abati¨® a un joven de 19 a?os despu¨¦s de que este intentara atropellar a un agente para huir de una fiscalizaci¨®n en la ciudad-puerto de San Antonio. El uniformado est¨¢ detenido y en calidad de imputado. ¡°Hoy todo procedimiento policial es peligroso¡±, advierte el capit¨¢n a la pr¨®xima generaci¨®n de carabineros que saldr¨¢ a la calle a fines de este a?o y de 2024.
La primera semana de abril ocurri¨® el tercer asesinato a un carabinero en actos de servicio en 23 d¨ªas, una seguidilla de hechos que tiene conmocionada a la sociedad chilena, preocupada de la profunda crisis de seguridad p¨²blica que enfrentan. A medida que aumenta el miedo, crece el apoyo a las polic¨ªas. La confianza en la instituci¨®n se desplom¨® en 2017, cuando la Fiscal¨ªa descubri¨® una trama de corrupci¨®n al interior del cuerpo. Ese rechazo se agudiz¨® con las violaciones a los derechos humanos perpetradas por agentes durante el estallido social de 2019. Ahora, sin embargo, el escenario es de otro color. Los uniformados gozan del mayor respaldo ciudadano desde 2015 y el Gobierno de Gabriel Boric -muy duro con el actuar policial antes de llegar a La Moneda- enfatiza constantemente su respaldo a la instituci¨®n.
En los cinco a?os anteriores a las revueltas, postulaban unas 16.000 personas anualmente. En los dos a?os m¨¢s duros de la pandemia llegaron a ser menos de 3.000, pero en 2022 escalaron hasta los 5.000, seg¨²n el Departamento de Comunicaciones de Carabineros. La ca¨ªda tambi¨¦n responde a que en la pandemia aceptaron menos postulantes en las escuelas por los protocolos sanitarios. El perfil, seg¨²n la propia instituci¨®n, son j¨®venes de entre 18 y 25 a?os, de clase media (650-750 d¨®lares de ingreso familiar), principalmente de la zona centro sur del pa¨ªs. Muchos de ellos llegan tras haber trabajado en la miner¨ªa o como guardias de seguridad.
EL PA?S visit¨® esta semana la escuela Alguacil Mayor Juan G¨®mez de Almagro, la principal del pa¨ªs, para conversar con los alumnos. Los altos mandos seleccionaron a seis de ellos ¨Ctres hombres, tres mujeres¨C para la entrevista. Ninguno de ellos particip¨® en las manifestaciones de 2019, se definen apol¨ªticos y no leen los diarios ni ven las noticias. ¡°A veces una pincelada mientras almorzamos¡±, apunta uno. Los seis fueron enviados durante el verano a apoyar a las comunidades afectadas por la mort¨ªfera ola de incendios en la zona centro sur del pa¨ªs.
Ignacio Burgos, de 23 a?os, oriundo de Osorno (a 920 kil¨®metros al sur de Santiago), estudiaba t¨¦cnico en enfermer¨ªa, pero tras las revueltas sociales decidi¨® postular a la escuela de carabineros. ¡°A veces se muestra lo malo, pero no lo bueno. Hab¨ªa gente a la que saqueaban o quemaban sus negocios, y ah¨ª estaban los carabineros, resguardando, protegiendo. Eso me motiv¨®¡±, explica. ¡°Est¨¢ el tema de los derechos humanos... eso influye para que no cometamos los errores que se cometieron¡±, a?ade.
En las protestas sociales la polic¨ªa utiliz¨® perdigones, los que se suspendieron tras dejar cerca de un millar de lesionados, entre ellos 222 personas con problemas oculares, seg¨²n datos publicados en noviembre de 2019 por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). En el tercer aniversario de las protestas, el instituto inform¨® que de los 2.987 Carabineros denunciados, 179 han sido formalizados y ha habido 14 condenas. Los entrevistados coinciden en que el actuar de algunos ¡°no puede perjudicar a la instituci¨®n completa¡±.
Aracely Dur¨¢n, de 19 a?os, de la ciudad de Talca, en el centro sur del pa¨ªs, plantea que producto de ¡°esos errores¡± han habido mejoras. ¡°Nosotros somos la reforma, ha habido cambios en nuestra educaci¨®n sobre derechos humanos, sobre nuestro actuar¡±, afirma. Desde 2021, los nuevos aspirantes a carabineros estudian cuatro semestres y no dos. A?adieron a la malla curricular dos pr¨¢cticas en el segundo a?o de formaci¨®n: la primera consiste en dos semanas en una comisar¨ªa en calidad de observador y la segunda en dos meses en una unidad policial, con r¨¦gimen de internado, donde trabajan bajo vigilancia. Camila Contreras, 26 a?os, t¨¦cnico jur¨ªdica, remarca que los carabineros antes no ten¨ªan un v¨ªnculo con las comisar¨ªas durante su formaci¨®n: ¡°Vamos a salir mucho m¨¢s preparados por tener un contacto previo¡±.
Dos de los entrevistados acudieron al funeral del suboficial mayor Daniel Palma, de 33 a?os. El reserva militar Julio Caerols, de 22, afirma que tras los asesinatos de los carabineros se siente mucho m¨¢s apoyado. ¡°Lamentablemente no es la forma en la que deber¨ªamos haber obtenido ese apoyo¡±, se?ala. Julio Figueroa, de 24, hijo de un suboficial mayor de carabineros retirado, pone en valor la importancia de la vocaci¨®n. ¡°Antes del uniforme somos personas, tenemos sentimientos y nos duele. Pero a la vez uno tiene un juramento por la patria y la bandera: de dar la vida si fuese necesario. Yo creo que no cualquier profesional hace eso¡±, sostiene. ¡°Esto nos ha hecho ser m¨¢s fuertes, unirnos m¨¢s¡±, agrega Karla Castillo, de 26 a?os, tambi¨¦n hija de un suboficial mayor retirado.
Castillo asegura que sus padres est¨¢n orgullosos de que sea parte de la instituci¨®n. ¡°Sin embargo, siempre va a existir el temor. Los tres m¨¢rtires¡ podr¨ªa ser yo m¨¢s adelante, pero me apoyan porque es lo que me gusta¡±. ¡°El temor de las familias siempre est¨¢. M¨¢s ahora con lo que ha pasado el ¨²ltimo tiempo. Pero me apoyan y me dicen que me cuide. El hecho de estar dos a?os en formaci¨®n nos ha hecho sentirnos m¨¢s preparados a lo que se nos viene para combatir la delincuencia¡±, agrega.
Uno de los debates que se ha abierto con la muerte de los tres carabineros es si el nivel de formaci¨®n que est¨¢n recibiendo los alumnos es acorde al escenario actual. En una oficina de la escuela, el mayor ?ngel Oscar Parada defiende que el programa se confeccion¨® para ¡°asumir una condici¨®n de riesgo en cualquier escenario¡± y que cuentan con el equipamiento necesario: casco bal¨ªstico, chaleco antibalas, armamento, entre otras.
?Si la formaci¨®n y el equipamiento es el correcto, qu¨¦ est¨¢ pasando que hay desenlaces fatales? ¡°El agente ya est¨¢ ense?ado para saber c¨®mo proceder. Las herramientas que se les entregan a los alumnos no son distintas a las de antes. Las reglas del uso de la fuerza y el manual de intervenci¨®n de 2015 no ha cambiado¡±, apunta Parada. Lo que s¨ª ha cambiado son el tipo de delitos, cada vez m¨¢s violentos, con mayor uso de armas. El a?o pasado Chile alcanz¨® una tasa de 4,6 homicidios por cada 100 mil habitantes, un 67,8% m¨¢s que una d¨¦cada atr¨¢s. El Gobierno de Boric ingres¨® esta semana al Congreso un proyecto de ley que busca actualizar las reglas del uso de la fuerza de las polic¨ªas.
El teniente Miguel Rubio, que imparte las clases sobre derechos humanos, afirma que la preocupaci¨®n del alumnado es ¡°c¨®mo, cu¨¢ndo y d¨®nde¡± hacer uso de la fuerza. La malla ha reforzado la ense?anza de procedimiento policiales, normativa legal, ¨¢rea jur¨ªdica, derechos humanos y arma y tiro. ?Por qu¨¦ esas? ¡°Porque son los temas en que como instituci¨®n hemos sido cuestionados. La forma de mejorar es que salgan mejor preparados¡±, responde el teniente. Si antes estudiaban solo dos semestres, que seg¨²n el mayor Parada en realidad eran 10 meses, solo el 25% del tiempo lo destinaban a ejercicios pr¨¢cticos. Hoy destinan un a?o completo solo a recrear situaciones con bajada a las leyes actuales: c¨®mo abordar un veh¨ªculo, asistencia a un robo con intimidaci¨®n, c¨®mo ingresar a una casa con una persona armada, entre otras.
De los cerca de 1.100 alumnos que ingresaron el a?o pasado y este, casi el 20% se ha dado de baja. El mayor Parada explica que en 2009 las bajas eran en torno al 5%. Las principales razones hoy en d¨ªa para abandonar la carrera son la gratuidad universitaria, problemas econ¨®micos (los alumnos viven gratis en las instalaciones y reciben 53.000 pesos al mes, 66 d¨®lares) o la falta de adaptaci¨®n al sistema. De los nueve centros de formaci¨®n en el pa¨ªs, solo cuatro son mixtos -lo que explica que tres cuartas partes de las alumnas de la escuela Alguacil Mayor Juan G¨®mez de Almagro sean mujeres-. Los altos cargos adelantan que est¨¢n adaptando las otras unidades para transformarlas en mixtas. Dicen que la sociedad est¨¢ cambiando. Y que ellos tambi¨¦n.
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