Aprendizajes en rojo: la ¨²ltima d¨¦cada en educaci¨®n
Los ¨²ltimos a?os han mostrado al pa¨ªs la necesidad de desburocratizar la gesti¨®n educacional, liberando recursos humanos valiosos y especializados para dedicarlos al apoyo pedag¨®gico: en suma, dejar ense?ar
Nuestro sistema educacional ha mejorado en los ¨²ltimos 40 a?os, con una desaceleraci¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada. Evidentemente, dicha trayectoria no nos ha llevado a superar el promedio de los pa¨ªses desarrollados. Con menos probabilidad lo har¨¢ ahora, dado el estancamiento observado en los aprendizajes y la poca atenci¨®n que se le ha dado en los ¨²ltimos a?os desde el Estado.
Recientemente conocimos los resultados de las pruebas TIMSS 2023, una evaluaci¨®n internacional de estudiantes de cuarto y octavo b¨¢sico en las ¨¢reas de Ciencias y en Matem¨¢ticas. Chile fue uno de los casi 60 pa¨ªses evaluados, como en la mayor¨ªa de los a?os anteriores de la prueba. Nuestros resultados pertenecen a la parte baja de la distribuci¨®n. En cuarto b¨¢sico, el pa¨ªs anot¨® 444 puntos en Matem¨¢ticas y 479 puntos en Ciencias, mientras el promedio de la evaluaci¨®n llega a 500 puntos. En octavo b¨¢sico, 455 puntos y 416, respectivamente, contra un promedio tambi¨¦n de 500.
Los resultados descritos se suman a las tendencias observadas en otras pruebas, tanto nacionales como internacionales. Todas confirman que, durante la d¨¦cada pasada, el sistema chileno vio empobrecida su capacidad de mejora. La trayectoria ascendente se vio truncada y convertida en una meseta. A fines de 2018, el pa¨ªs recibi¨® el informe de una comisi¨®n transversal de expertos de la educaci¨®n, denominada Todos al Aula. El diagn¨®stico fue claro y se centr¨® en tres problemas: el sistema chileno se encontraba desarticulado, los establecimientos sufr¨ªan de una sobrecarga administrativa brutal, la regulaci¨®n no reconoc¨ªa la heterogeneidad de la oferta.
La baja en el rendimiento de los colegios sigui¨® a una serie de reformas. La Ley de Inclusi¨®n elimin¨® el copago, la selecci¨®n y el lucro en los establecimientos. Recientes estudios han mostrado que ninguna de dichas medidas ayud¨® a mejorar el rendimiento del sistema ni su segregaci¨®n por nivel socioecon¨®mico. Fueron ejecutadas a partir de evidencia insuficiente y con un objetivo de ideolog¨ªa pol¨ªtica. El resultado, m¨¢s que un sistema ¡®donde la calidad se vive d¨ªa a d¨ªa¡¯, fue un esquema de sobrecarga administrativa, fiscalizaci¨®n ineficiente y restricciones que no contribuyeron a la calidad educacional, especialmente en lo referido a la posibilidad de abrir nuevos colegios y vacantes.
Las reformas de mediados de la d¨¦cada de 2010 han mostrado qu¨¦ es lo que ocurre con un sistema educacional cuando los ni?os y ni?as dejan de ser el centro y coraz¨®n de la pol¨ªtica p¨²blica. Una vez que la pol¨ªtica se aboca a cambios que no buscan mejorar la calidad de la educaci¨®n, sino reglar excesivamente su gesti¨®n, los recursos limitados que hay disponibles para los colegios se desvanecen en tr¨¢mites y papeleos; las instituciones no act¨²an de forma articulada; y la educaci¨®n se convierte en la provisi¨®n estandarizada de un servicio, no en la formaci¨®n del esp¨ªritu.
Los ¨²ltimos a?os en educaci¨®n han mostrado al pa¨ªs la necesidad de desburocratizar la gesti¨®n educacional, liberando recursos humanos valiosos y especializados para dedicarlos al apoyo pedag¨®gico: en suma, dejar ense?ar. Tambi¨¦n nos dejan una valiosa lecci¨®n: cuando algo es prioridad, se nota en la acci¨®n del gobierno. El abandono de la reactivaci¨®n educativa y de la educaci¨®n escolar en la administraci¨®n Boric son evidentes, en subsidio de una predilecci¨®n bastante perjudicial por la educaci¨®n superior. Volver a poner en el centro de la pol¨ªtica p¨²blica la inversi¨®n de los recursos fiscales en los niveles educativos iniciales, que son precisamente los m¨¢s rentables, es sumamente necesario.
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