Las paradojas del cambio constitucional chileno
Los expertos optaron por fortalecer a los agentes institucionales m¨¢s detestados por los chilenos: los partidos pol¨ªticos. Vaya paradoja. Para entregar estabilidad al funcionamiento del Congreso bicameral, propusieron elevar el umbral de acceso al esca?o para todos los partidos: 5% de la votaci¨®n nacional
El proceso de cambio constitucional en Chile es de esos procesos, complejos y accidentados, en el que tienden a predominar las paradojas, de esas cosas impensadas y resultados improbables (efectos no deseados, consecuencias inesperadas y todo ese abanico de fen¨®menos pol¨ªticos y sociales que no responden a un dise?o intencional).
Tras un primer proceso que supuso elegir, como modo institucional de salida del estallido social de 2019, una Convenci¨®n Constitucional de 155 miembros en mayo de 2021 (en el que predominaban convencionales provenientes del mundo de los independientes y de los movimientos sociales) propuso un largo texto de nueva Constituci¨®n, en el que se combinaban elementos de un programa de Gobierno, aspiraciones doctrinarias y un lenguaje woke que nombraba la realidad de un modo extra?o. Era como si lo que es cr¨ªticamente analizado por Susan Neiman en su libro Left is not woke hubiese dado pie a un intento de constitucionalizaci¨®n de los dolores que sufren innumerables grupos sociales marginados, a modo de reparaci¨®n hist¨®rica. Este texto fue rechazado por una abrumadora mayor¨ªa en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022, cuyas consecuencias pol¨ªticas y electorales a¨²n se hacen sentir.
Meses despu¨¦s se inicia un segundo proceso de cambio constitucional, completamente encapsulado por 12 bases constitucionales aprobadas por la casi totalidad de los partidos con representaci¨®n parlamentaria. Es sobre esas bases, resguardadas por un comit¨¦ t¨¦cnico de admisibilidad (compuesto por 14 juristas), que fue establecido un comit¨¦ de 24 expertos (21 juristas, un soci¨®logo, una economista y una periodista nombrados por los partidos) con el fin de formular una propuesta de texto constitucional sobre la cual trabajar¨¢n 50 consejeros constitucionales recientemente electos al sufragio universal (descartando la posibilidad de que fueran electos candidatos independientes en listas propias, lo que constituye la gran diferencia con la primera elecci¨®n de convencionales en 2021).
Este comit¨¦ de expertos ha sorprendido a moros y cristianos, ya que desde un inicio se propusieron poner por escrito aquello sobre lo cual estaban de acuerdo, y solo en seguida abordar las discrepancias. El resultado ha sido un texto constitucional minimalista, en extensi¨®n y contenidos, en el que la gran mayor¨ªa de los art¨ªculos han sido aprobados a la unanimidad.
Pues bien, es en este contexto de consensos que irrumpe una primera gran paradoja. Los expertos decidieron constitucionalizar lo que, en regla general y comparada, forma parte de lo que la ley establece y no una Constituci¨®n: los fundamentos del sistema electoral. Constataron que la enorme fragmentaci¨®n de la C¨¢mara de Diputados (21 partidos representados y 39 diputados independientes, lo que hace de esta c¨¢mara un espacio literalmente ingobernable) no ser¨ªa enfrentada por quienes se han beneficiado de ella (a menos de creer en la posibilidad del suicidio colectivo a trav¨¦s de la elevaci¨®n auto-letal de las exigencias para salir electos), los expertos optaron por fortalecer a los agentes institucionales m¨¢s detestados por los chilenos: los partidos pol¨ªticos. Vaya paradoja. Para alcanzar esa meta, y de ese modo entregar estabilidad al funcionamiento del Congreso bicameral chileno, los expertos propusieron elevar el umbral de acceso al esca?o para todos los partidos, exigi¨¦ndoles el 5% de la votaci¨®n nacional (o, en su defecto, ocho diputados y senadores electos), independientemente de si en un par de distritos el candidato del partido alcanza una votaci¨®n local considerable. Esta norma permanente generar¨ªa un efecto brutal: la dr¨¢stica reducci¨®n del n¨²mero de partidos en la c¨¢mara baja y la eliminaci¨®n de decenas de diputados elegidos con el 1% o el 2% de los votos (una votaci¨®n tan escu¨¢lida que es un predictor de conductas payasescas para sobresalir y existir). La reacci¨®n de los partidos chicos no se hizo esperar y lograron que, por una sola vez, el umbral sea del 4%, adem¨¢s de sugerir la posibilidad de que existan federaciones de partidos (una idea que fue rechazada por los expertos, por constituir un modo desesperado y tramposo de disfrazar el enanismo partidario mediante la uni¨®n electoral de varios partidos enanos).
Una segunda paradoja es que, tras los expertos, comenzar¨¢ a actuar el Consejo Constitucional reci¨¦n electo, ampliamente dominado por los partidos de derecha y hegemonizado por Republicanos, un partido que mantiene semejanzas y simpat¨ªas con Vox en Espa?a. El ¨¦xito de Republicanos fue tal (35% de los votos) que ha llevado a olvidar que se trata de un partido hostil al cambio de Constituci¨®n (por considerarlo innecesario), lo que se tradujo en su no concurrencia a la adopci¨®n de las 12 bases constitucionales cuyos contenidos, de suyo evidentes, son asombrosos: Chile es una Rep¨²blica democr¨¢tica (base 1), Chile tiene tres poderes separados e independientes (base 7), exceptuando el caso controversial de la quinta base: Chile es un Estado social y democr¨¢tico de derecho (aunque en esa misma base se garantiza la provisi¨®n de derechos sociales ¡°a trav¨¦s de instituciones estatales y privadas¡±). En tal sentido, el no haber concurrido a la doxa democr¨¢tica hace de Republicanos un partido ambiguo, en donde la segunda paradoja reside en su hegemon¨ªa en el Consejo Constitucional (tienen fuerza suficiente para bloquear por s¨ª solos cualquier decisi¨®n de sus pares) y en si ser¨¢n exitosos en liderar las deliberaciones en nombre de una moderaci¨®n interesada para, eventualmente, ganar las elecciones presidenciales de 2025.
En lo inmediato, es altamente probable que sea un consejero republicano quien presida el ¨®rgano (probablemente Luis Silva, un numerario de tomo y lomo del Opus Dei, con uso del cilicio ¡°en alg¨²n momento del d¨ªa¡±, lo que compromete al partido con el desarrollo del proceso (para bien o para mal). El texto que emanar¨¢ del comit¨¦ de expertos es lo suficientemente minimalista y razonable para elevar los costos (sociales y electorales) de su rechazo por el flamante Consejo Constitucional. Controversias habr¨¢n, qu¨¦ duda cabe. No ser¨ªa sorprendente que la hegemon¨ªa de Republicanos se traduzca en una conducta de moderaci¨®n estrat¨¦gica que tard¨® d¨¦cadas en instalarse en el Frente Nacional franc¨¦s (hoy Rassemblement National) de pap¨¢ e hija Le Pen, y que bien podr¨ªa llevar un pu?ado de meses en Chile.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.