Derechos humanos: confusiones en el debate constitucional
Hay quienes en el proceso constituyente buscan instalar una falsa dicotom¨ªa entre libertad e igualdad. Lo hacen cuando hablamos de educaci¨®n, salud, pensiones y otros derechos
Pensar que la escritura de una nueva Constituci¨®n en Chile nos permite borrar toda la historia de las leyes para comenzar desde una hoja en blanco es irrisorio. S¨ª, es cierto, la hoja est¨¢ sin escribirse, pero cargamos con siglos de errores, aciertos y aprendizajes que no debemos soslayar, entre estos ¨²ltimos, los avances en materia de derechos humanos que, lamentablemente, han sido objeto de desinformaci¨®n y falacias durante el debate. No s¨¦ si es por desconocimiento...
Pensar que la escritura de una nueva Constituci¨®n en Chile nos permite borrar toda la historia de las leyes para comenzar desde una hoja en blanco es irrisorio. S¨ª, es cierto, la hoja est¨¢ sin escribirse, pero cargamos con siglos de errores, aciertos y aprendizajes que no debemos soslayar, entre estos ¨²ltimos, los avances en materia de derechos humanos que, lamentablemente, han sido objeto de desinformaci¨®n y falacias durante el debate. No s¨¦ si es por desconocimiento o con la intenci¨®n -objetable- de sembrar la confusi¨®n.
La historia nos demuestra que cuando hemos pasado por alto los principios de dignidad e igualdad en pos de una libertad, mal entendida como libertinaje (en su acepci¨®n de libertad excesiva y abusiva en lo que se dice o hace), el da?o recae en la humanidad. En 1933, Hitler habl¨® de la ¡°reconquista de la libertad¡±; en 1939, Franco le sigui¨® levantando las banderas de ¡°una Espa?a grande, ¨²nica, libre y universal¡±. Ejemplos hay miles. Parece un absurdo: los principales adalides de la libertad han sido quienes, en el mundo y tambi¨¦n en Chile, han atentado contra ella y contra tantos otros derechos.
Hay quienes en el proceso constituyente buscan instalar una falsa dicotom¨ªa entre libertad e igualdad. Lo hacen cuando hablamos de educaci¨®n, salud, pensiones y otros derechos. Lo cierto es que la libertad es un derecho fundamental del ser humano, as¨ª como la igualdad. No se contraponen si ponemos en el centro la dignidad del ser humano. Paso a recordar el primer art¨ªculo de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos: ¡°Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como est¨¢n de raz¨®n y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros¡±.
?Tiene una persona derecho a elegir el colegio en el que estudian sus hijos/as si no tiene un salario digno que le provea el dinero para pagarlo? ?Tiene posibilidad una persona de ser realmente libre si no tiene acceso al conocimiento y a la informaci¨®n? Es por eso que los derechos son indivisibles e interdependientes: un conjunto de derechos no puede disfrutarse sin la plena protecci¨®n de los otros.
As¨ª como en el caso de la igualdad y la libertad, el debate constitucional ha estado plagado de conceptos errados sobre derechos humanos. Menciono algunos: una columna de opini¨®n reciente sobre libertad religiosa versus ¡°conceptos antropol¨®gicos que se invocan como derechos humanos, basados en los valores de tolerancia e igualdad¡±; la confusi¨®n entre dictaduras y derechos sociales que escuchamos de un experto invitado por el Partido Republicano, de la extrema derecha, al debate constitucional y el discurso de que los derechos humanos atentan contra nuestra libertad y la soberan¨ªa del pa¨ªs.
El conocimiento real de los derechos humanos (no su jibarizaci¨®n o caricaturizaci¨®n) nos puede guiar para un debate informado, sincero y profundo, que nos permita llegar a una Constituci¨®n robusta, democr¨¢tica, que represente a toda la sociedad en su diversidad, que incorpore los derechos humanos que Chile ha reconocido y que no pretenda borrar de un plumazo todo lo avanzado por el bien de la humanidad.