¡®Negro chico¡¯, el preso que se hizo pasar por un ministro chileno y puso contra las cuerdas al Gobierno de Boric

La noche del pasado mi¨¦rcoles, desde la c¨¢rcel de Puente Alto, en el sur de Santiago de Chile, un delincuente de 24 a?os, Miguel ?ngel Apablaza, apodado el Negro chico, ejecut¨® un ins¨®lito robo al ministerio de Desarrollo Social del Gobierno chileno, liderado por Giorgio Jackson, el principal aliado pol¨ªtico del presidente Gabriel Boric. Lo hizo con la ayuda de dos tel¨¦fonos m¨®viles ¨Cde uso com¨²n en los centros penitenciarios del pa¨ªs¨C y con el cl¨¢sico cuento del t¨ªo: se hizo pasar por el propio ministro, confundi¨® con llamadas a sus interlocutores, dos guardias de seguridad del edificio, y logr¨® sacar del ministerio 23 ordenadores port¨¢tiles, una caja de seguridad y otros art¨ªculos que se encontraban en la propia oficina de Jackson.

En una operaci¨®n que dur¨® tres horas, entre las 20.30 y las 23.30, otros tres delincuentes que trabajaban en conjunto con Apablaza transitaron libremente por este c¨¦ntrico ministerio, poniendo en evidencia la facilidad para violar la seguridad de algunas de las reparticiones p¨²blicas chilenas.

Los detalles del robo se han conocido la tarde de este viernes en el control de detenci¨®n de los dos identificados hasta el momento: el propio Apablaza ¨Cque ya estaba preso- y su abuela de 60 a?os, Elena Rojas, que recibi¨® los computadores y qued¨® con prisi¨®n domiciliaria, seg¨²n pidi¨® la fiscal Mar¨ªa Jos¨¦ Grez, de la Fiscal¨ªa Centro Norte.

De acuerdo al relato de la fiscal, la noche del mi¨¦rcoles hab¨ªa dos guardias de seguridad en la recepci¨®n del ministerio, ubicado en la c¨¦ntrica calle Catedral. Fue un empleado de apellido Lasso, de 61 a?os, de la empresa privada de seguridad HM, el que atendi¨® el llamado al tel¨¦fono fijo de la cartera, a eso de las 20.30. ¡°Hola, soy Giorgio Jackson y sufr¨ª un accidente¡±, informaba un hombre que detall¨® haber tenido un accidente en la zona sur de Santiago de Chile, en el municipio de San Bernardo, por lo que necesitaba que le ayudaran con una gr¨²a para que fuera a buscar su autom¨®vil.

El supuesto ministro explic¨® que no quer¨ªa que su esposa se enterara de lo sucedido ¨CJackson no est¨¢ casado ni tiene hijos¨C, por lo que prefer¨ªa que la comunicaci¨®n fuera a trav¨¦s de un tel¨¦fono m¨®vil y mediante WhatsApp. Lasso y su compa?ero, de apellido Guzm¨¢n, convencidos de que hablaban con el ministro, no ten¨ªan este tipo de aplicaci¨®n en sus propios tel¨¦fonos, por lo que buscaron el celular de la propia empresa de seguridad que ten¨ªan en el ministerio y le dieron el n¨²mero.

Fue mediante una videollamada donde solo hab¨ªa la fotograf¨ªa de un hombre ¨C¡°solo se ve¨ªa la foto de una persona que portaba un jockey [gorro], tez blanca, con lentes ¨®pticos, que en realidad era igual al ministro Giorgio Jackson¡±¨C donde el impostor comenz¨® a dar las ¨®rdenes a los dos trabajadores, que se desempe?an en horario nocturno. Primero, que retiraran 50 ordenadores port¨¢tiles desde las diferentes plantas del ministerio, porque hab¨ªa que renovarlos. Fue Guzm¨¢n el que subi¨® a las oficinas y, obedeciendo las instrucciones de su interlocutor, sac¨® los port¨¢tiles que estaban amarrados con cadenas, por lo que utiliz¨® un cortacadenas que consigui¨® en el mismo edificio. Alcanz¨® a recolectar 23 equipos y los meti¨® en dos bolsas pl¨¢sticas y negras de basura, que pidi¨® a una de las trabajadoras de la limpieza. Uno de ellos era de Jackson. En ese momento, seg¨²n la fiscal, hab¨ªan nueve personas trabajando, incluidos los dos guardias y la asistenta.

El guardia meti¨® en las bolsas una medalla y tres pines que estaban en la oficina del ministro. Seg¨²n las instrucciones previas, deb¨ªa sacar 15 medallas del despacho.

Los trabajadores de la empresa de seguridad recibieron la orden de entregarle las bolsas a un ch¨®fer que llegar¨ªa a buscarlas. Era un conductor de la empresa de transporte Uber que poco antes hab¨ªa recibido un mensaje de texto: ¡°Hola, buenas noches, soy Giorgio Jackson, ministro de Desarrollo Social y lo estoy esperando en el ministerio. Por favor, espera ah¨ª que todo el viaje iba a ser pagado¡±. El conductor no ten¨ªa relaci¨®n con el delito, seg¨²n detall¨® la fiscal este viernes. Fue quien transport¨® los ordenadores hasta una calle del municipio de Renca, en la zona norte de Santiago, donde los recibi¨® la abuela de Apablaza, un reo que cumple condena por robo desde 2018 hasta enero de 2027. La mujer era acompa?ada de otras tres personas, dos hombres y una mujer, y pag¨® el transporte mediante un traspaso bancario desde su cuenta personal.

El delincuente, siempre en su papel de ministro Jackson y mediante la videollamada por WhatsApp, inform¨® a los guardias que enviar¨ªa a unos sobrinos a las dependencias del ministerio para fumigar el edificio. Les aclar¨® que eran ¡°de confianza¡±. Llegaron, luego, tres hombres vestidos con overoles blancos y cubriendo sus rostros con marcarillas quir¨²gicas de color celeste. Arribaron al edificio de calle Catedral con un carro de carga.

Seg¨²n las instrucciones, antes de la fumigaci¨®n los guardias deb¨ªan asegurarse de sacar la caja de seguridad ubicada en el quinto piso del ministerio. Y as¨ª lo hicieron. La caja, seg¨²n informaron desde el ministerio, conten¨ªa documentos de garant¨ªa, cheques y tarjetas bancarias corporativas, que ya fueron bloqueadas.

Los tres delincuentes, a los que casi no se les ve¨ªa el rostro, seg¨²n los relatos posteriores a la fiscal, taparon la caja con una bolsa de basura, la subieron al carro de carga y se fueron en otro autom¨®vil. De ellos no existe rastro, como tampoco de la caja de seguridad. Volver¨ªan por una segunda caja fuerte.

Fue una trabajadora de la limpieza de nombre Am¨¦rica la que comenz¨® a sospechar de los inusuales movimientos en el ministerio por la noche y de que un ministro hablara tanto rato con un guardia de seguridad. Contact¨® por tel¨¦fono a los jefes de su empresa de aseo, los que le indicaron que llamara a Carabineros. Am¨¦rica, a su vez, alert¨® al resto de las personas que se encontraban en el edificio que estaban siendo v¨ªctimas de un robo. Y lo hizo con los propios guardias: ¡°Esto es una estafa¡±, les dijo ella. Cuando el guardia Guzm¨¢n recibi¨® la alerta, todav¨ªa en la videollamada, se lo manifest¨® al supuesto ministro Jackson: ¡°Este es el cuento del t¨ªo, me enga?¨®¡±. El ladr¨®n le contest¨®: ¡°Mira conchadetumadre, te cagu¨¦¡± y cort¨® la llamada. Eran cerca de las 23.30. Poco despu¨¦s lleg¨® la polic¨ªa, porque hay una comisar¨ªa muy cerca.

Apablaza llam¨® esa misma noche a su abuela y le pidi¨® fotograf¨ªas de las bolsas con los computadores. Luego le orden¨® que a las 14 horas del jueves fuera a la misma esquina de la noche anterior y entregara la mercanc¨ªa a otro autom¨®vil de Uber que llegar¨ªa a retirarla. No alcanz¨®: dos polic¨ªas la detuvieron y recuperaron los 23 equipos. La mujer, con antecedentes penales por tr¨¢fico de drogas, relat¨® a la fiscal que su nieto debi¨® haber recibido ¨®rdenes. Los fiscales confirmaron a trav¨¦s de ella que los dos n¨²meros utilizados en el robo al ministerio de Desarrollo Social ¨Cque tiene en llamas a la pol¨ªtica chilena¨C eran de Anchelito, como llama la abuela a su nieto preso.

Este viernes, Anchelito fue trasladado a la C¨¢rcel de Alta Seguridad.

Un ministro en la mira

El delito ha puesto contra las cuerdas al Gobierno de Boric y ha tenido importantes consecuencias pol¨ªticas. Jackson es uno de los l¨ªderes y fundadores del partido Revoluci¨®n Democr¨¢tica (RD), una fuerza pol¨ªtica del Frente Amplio de Boric que ha sido el epicentro del llamado Caso Convenios.

La trama que explot¨® en junio pasado se refiere a las indagaciones que abri¨® la Fiscal¨ªa chilena por el traspaso de millonarios fondos del Estado a fundaciones sin fines de lucro ligadas principalmente a un partido del RD. El partido de la derecha tradicional UDI ¨Cuno de los m¨¢s importantes de la oposici¨®n¨C ha congelado este viernes el di¨¢logo con el Gobierno, mientras el presidente Boric no saque de su Gabinete a Jackson. Lo hace en medio de las negociaciones pol¨ªticas por una reforma tributaria y otra de pensiones, donde los votos de la oposici¨®n son clave, porque el Ejecutivo no tiene mayor¨ªas en el Congreso.