Giorgio Jackson, el compa?ero de ruta que Boric se resiste a dejar caer
El ¡®Caso Convenios¡¯, que afecta al Frente Amplio del oficialismo, ha reavivado las cr¨ªticas hacia el ministro m¨¢s cercano al presidente chileno. Revoluci¨®n Democr¨¢tica, el partido que fund¨®, es protagonista del esc¨¢ndalo
Desde que asumi¨® el presidente chileno de izquierdas Gabriel Boric en marzo de 2022, la oposici¨®n ha pedido varias veces la salida de uno de sus ministros, Giorgio Jackson, el hombre m¨¢s cercano al mandatario, con quien inici¨® su carrera cuando ambos eran dirigentes universitarios y su jefe pol¨ªtico en la campa?a que lo condujo a La Moneda. La ¨²ltima advertencia ha sido esta semana, cuando diputados del partido de derecha tradicional, la UDI, condicionaron la aprobaci¨®n de las partidas presupuestarias de 2024 del Ministerio de Desarrollo Social, que encabeza Jackson, si es que no dimite.
Si bien el encono con Jackson no es una novedad, incluso en enero salv¨® de una acusaci¨®n constitucional impulsada por el Partido Republicano, de la derecha conservadora, que buscaba que no ejerciera cargos p¨²blicos por cinco a?os, la crisis en el oficialismo por el Caso Convenios ha reavivado las cr¨ªticas hacia ¨¦l. El foco lo apunta, pues Revoluci¨®n Democr¨¢tica (RD), colectividad de la que es l¨ªder y fundador, de las m¨¢s importantes del Frente Amplio (FA) y parte la coalici¨®n del presidente -que milita en Convergencia Social-, es la protagonista de las indagaciones que abri¨® la fiscal¨ªa chilena por el traspaso de millonarios fondos del Estado a fundaciones sin fines de lucro ligadas a RD.
El Caso Convenios ya ha cobrado tres renuncias al Gobierno de militantes de RD en menos de un mes, adem¨¢s de la dimisi¨®n a la vicepresidencia de la C¨¢mara Baja de la diputada Catalina P¨¦rez por sus v¨ªnculos con dos de los principales involucrados. Jackson, de 36 a?os, tambi¨¦n est¨¢ en la mira porque el esc¨¢ndalo ha ensombrecido la promesa de probidad del FA. La joven coalici¨®n de izquierda lleg¨® al poder criticando con rudeza las pr¨¢cticas de generaciones anteriores, entre ellas a la exConcertaci¨®n, el bloque de centroizquierda que gobern¨® Chile entre 1990 y 2010 y que hoy, a trav¨¦s del Socialismo Democr¨¢tico, tiene una importante presencia en el Gobierno de Boric.
Jackson ha sido, precisamente, el s¨ªmbolo de esos cuestionamientos. En agosto de 2022, en una entrevista pronunci¨® una frase que, dadas las circunstancias, se ha vuelto un bumer¨¢n: ¡°Nuestra escala de valores y principios en torno a la pol¨ªtica no solo dista del Gobierno anterior, sino que creo que frente a una generaci¨®n que nos antecedi¨®, que pod¨ªa estar identificada con el mismo rango de espectro pol¨ªtico, como la centroizquierda y la izquierda. Yo creo que estamos abordando los temas con menos eufemismo y con m¨¢s franqueza¡±.
El alter ego de Boric
En medio de la bola de nieve del Caso Convenios, Jackson sigue por ahora en su puesto. El diario chileno La Tercera, que hace una semana dijo que estaba ¡°otra vez en la cornisa¡±, este 8 de julio titul¨® con el respaldo que Boric le dio a Jackson y al ministro de Vivienda, el socialista Carlos Montes, en el ¨²ltimo consejo de Gabinete. Ambos son los rostros pol¨ªticos de la crisis. Montes, socialista de la vieja guardia, porque fue en la cartera de Vivienda, en una repartici¨®n en el norte de Chile, donde surgi¨® la primera hebra de la trama.
En defensa de Montes y Jackson ha salido tambi¨¦n la ministra del Interior Carolina Toh¨¢, del PPD, partido de centroizquierda. ¡°Cuando uno observa c¨®mo ha sido el desarrollo de esta crisis, yo dir¨ªa definitivamente que han sido parte de la soluci¨®n y no del problema¡±, dijo el viernes 7 a radio ADN.
Desde el oficialismo admiten que Jackson vive un momento complejo, y destacan que ¨¦l mismo levant¨® una investigaci¨®n desde Desarrollo Social en el Caso Convenios. Pero tambi¨¦n reconocen que su estrecha relaci¨®n con Boric es clave en la permanencia en su puesto. Considerado el alter ego del presidente, enfatizan que no solo los une una amistad, sino que sacarlo del Gabinete ser¨ªa una derrota, mucho m¨¢s que simb¨®lica, para el proyecto pol¨ªtico que ambos forjaron como l¨ªderes del FA.
Formalmente, hoy Jackson no es parte del comit¨¦ pol¨ªtico de La Moneda, aunque Boric habla con ¨¦l a diario. En septiembre de 2022, tras la derrota en el plebiscito a la nueva Constituci¨®n, el presidente lo sac¨® del ministerio de la Secretar¨ªa General de Gobierno (Segpres), que lleva las relaciones con el Parlamento. Lo hab¨ªa puesto all¨ª por su experiencia -que compartieron- como diputado en dos periodos (2014-2018, 2018-2022). Sin embargo, en el cargo no mejor¨® la compleja relaci¨®n que ya ten¨ªa con congresistas de distintos sectores pol¨ªticos.
Hay al menos dos hechos que explican esa dif¨ªcil relaci¨®n. El m¨¢s reciente es de 2022, cuando senadores del oficialismo le endosaron estar de acuerdo con la norma que elimin¨® el Senado en la propuesta de la Convenci¨®n Constitucional, que aprobaron convencionales del FA.
Otro se refiere a su pasado como parlamentario. En sus ocho a?os como diputado, Jackson respald¨® 11 de las 14 acusaciones constitucionales que se presentaron en el Congreso. Pero fue su actuaci¨®n en una de ellas que en la oposici¨®n parece no prescribir. En noviembre de 2021 condujo por la carretera desde Santiago hasta el Congreso en Valpara¨ªso, ciudad a unos 107 kil¨®metros de la capital de Chile, y trasmiti¨® en vivo con su tel¨¦fono el trayecto para llegar votar el libelo en contra del presidente Sebasti¨¢n Pi?era (2018-2022), de derecha tradicional, por el caso Papeles de Pandora. Fue una actuaci¨®n que no le hizo bien a Jackson, al Frente Amplio ni a la clase pol¨ªtica.
En los ¨²ltimos meses, Desarrollo Social le hab¨ªa permitido a Jackson estar fuera de los conflictos de la pol¨ªtica dura y, en cambio, convertirse en un ministro de terreno y con una importante agenda social. As¨ª fue c¨®mo lider¨® las gestiones ante los voraces incendios que afectaron a dos zonas de Chile, en diciembre en Vi?a del Mar y en febrero en el centro-sur. A fines de junio, fue clave en la emergencia tras los mayores temporales del pa¨ªs sudamericano en 30 a?os.
En ese papel estaba cuando estall¨® el Caso Convenios.
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