Yerko Ljubetic: ¡°No estamos dispuestos a suscribir una Constituci¨®n escrita en democracia que sea peor que la que tenemos¡±
El convencional de Convergencia Social, el partido del presidente Gabriel Boric, se refiere al rumbo del proceso constitucional chileno ante las enmiendas propuestas por el Partido Republicano. ¡°Ser¨ªa muy malo que al Gobierno le correspondiera suscribir una Constituci¨®n con menos derechos, libertades y progreso que la vigente¡±, dice
El abogado Yerko Lujbetic (Vallenar, Chile, 1960) es uno los 16 integrantes del oficialismo de izquierdas del Consejo Constitucional, el ¨®rgano electo que trabaja en el segundo intento chileno en tres a?os de reemplazar la Carta Fundamental vigente, que naci¨® en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-19...
El abogado Yerko Lujbetic (Vallenar, Chile, 1960) es uno los 16 integrantes del oficialismo de izquierdas del Consejo Constitucional, el ¨®rgano electo que trabaja en el segundo intento chileno en tres a?os de reemplazar la Carta Fundamental vigente, que naci¨® en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que fue reformada 64 veces en democracia. Es un grupo minoritario comparado con los asientos que tiene all¨ª la oposici¨®n al Gobierno del presidente Gabriel Boric: 22 el Partido Republicano, de la extrema derecha, y 11 de Chile Vamos, la coalici¨®n de la derecha tradicional.
La composici¨®n del Consejo ¨Cde 50 cupos 33 est¨¦n en manos de las derechas¨C, complejiza las aspiraciones del oficialismo de influir en el nuevo texto, pues sus votos como bloque no le alcanzan ni para aprobar ni para bloquear normas. Pero, a¨²n as¨ª, sus expectativas se concentran en lograr un di¨¢logo, pues a fines de agosto se producir¨¢n las primeras votaciones sobre las enmiendas que han propuesto ambos sectores al anteproyecto de Carta Magna que elabor¨® una Comisi¨®n Experta y que ha servido de base de trabajo. De esas enmiendas, gran parte provienen de las derechas, entre ellas una que podr¨ªa colisionar, eventualmente, con la ley de aborto tres causales que rige en Chile desde 2017.
Militante de Convergencia Social, el mismo partido de Boric, que es parte del conglomerado Frente Amplio, Lujbetic es un experimentado pol¨ªtico. En los a?os 80 fue el primer presidente electo en dictadura de la Federaci¨®n de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), mientras que en el Gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006) fue ministro del Trabajo. Por 33 a?os, el abogado fue del Partido Dem¨®crata Cristiano, hasta que en 2017 dio un un giro pol¨ªtico hacia la izquierda.
Pregunta. ?Cu¨¢l es el pulso del Consejo Constitucional a d¨ªas de que discutan las primeras enmiendas?
Respuesta. Es muy central si vamos a tener o no un Estado social de derecho sin letra chica. Es decir, que el conjunto de disposiciones en el anteproyecto de la Comisi¨®n Experta, que asegura que nuestro pa¨ªs transite desde un Estado subsidiario a un Estado social de derecho, se concrete o no. A mi juicio, es una de las razones que explican por qu¨¦ estamos ac¨¢. La insatisfacci¨®n ciudadana sobre las condiciones sociales para una vida digna est¨¢ en la base de la crisis social que, finalmente, es la que da origen a este proceso.
P. ?Esas demandas est¨¢n congeladas o siguen vigentes?
R. Est¨¢n absolutamente vigentes y el no satisfacerlas es dejar abierta la posibilidad y el riesgo de volver a enfrentar una situaci¨®n de crisis como la que vivimos en 2019. Por eso es un imperativo no solo pol¨ªtico, sino tambi¨¦n ¨¦tico, avanzar en una Constituci¨®n que se haga cargo de esos problemas que est¨¢n en la base del malestar ciudadano. Las condiciones entre el a?o 2019 y hoy no han cambiado sustancialmente como para decir que no est¨¢n vigentes.
P. ?Qu¨¦ posibilidad de di¨¢logo tiene el oficialismo dentro de un consejo donde las derechas son mayor¨ªa?
R. Negociar en esas condiciones plantea un nivel importante de dificultad, pero nuestra fuerza radica en una cuesti¨®n de sentido com¨²n y en la experiencia hist¨®rica. Si alguien en virtud de una mayor¨ªa estrictamente matem¨¢tica y circunstancial pretende fijar permanentemente su punto de vista sobre otros en una Constituci¨®n, la experiencia reciente nos dice que vamos directo al fracaso. Y si ya este proceso se desarrolla en condiciones muy complejas desde el punto de vista del desconocimiento, la desinformaci¨®n, el desinter¨¦s y la desconfianza, estoy convencido de que el ¨²nico modo de tener alguna posibilidad de que lo que de aqu¨ª salga rompa ese estado de ¨¢nimo de la sociedad y suscite un nivel general de apoyo y satisfacci¨®n razonable, es con un acuerdo amplio que reencante a las personas.
P. El Partido Republicano ha planteado varias enmiendas. Entre ellas, una que podr¨ªa colisionar con el aborto en tres causales.
P. Para nosotros es inaceptable retroceder en los avances que, incluso en el marco de la Constituci¨®n vigente, se han logrado en materias de derecho de la mujer.
P. ?Cu¨¢nto pueden avanzar este tipo de enmiendas? ?Podr¨ªan ser una moneda de negociaci¨®n, por ejemplo, en el Estado social?
R. Eso se ver¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. Yo creo que, como en toda negociaci¨®n, probablemente haya cuestiones que se planten en el sentido de retirarlas en funci¨®n de favorecer otras. Eso va ser parte del di¨¢logo y la negociaci¨®n que vamos a tener. Pero nuestra contraparte debe tener claro que hay aspectos en los cuales, por mucha acrobacia conversacional, constituyen ¨¢mbitos en los que nosotros no estamos disponibles para retroceder.
P. Las encuestas muestran que una mayor¨ªa creciente de chilenos dice que votar¨¢ rechazo a una propuesta de constitucional que ni siquiera se ha elaborado.
R. Es comprensible. Primero, este proceso nace en situaciones cr¨ªticas y con bastantes cuestionamientos de su dise?o, de sus tiempos y de c¨®mo se gener¨®.
P. ?C¨®mo se puede revertir la desconfianza al proceso?
R. La ¨²nica forma de tratar de romper ese escenario, es mostrarle a la ciudadan¨ªa un amplio acuerdo, que no nos deje ni hist¨¦ricos porque ganamos ni deprimidos porque perdimos, sino que a todos m¨ªnimamente satisfechos.
P. Hay convencionales de izquierda que han advertido que podr¨ªan votar rechazo. ?Hay riesgo?
R. Hoy hay un riesgo cierto de que eso ocurra. Si en los pr¨®ximos d¨ªas no vemos apertura para llegar a acuerdo en un conjunto de asuntos centrales para nosotros, tenemos el derecho, como cualquier ciudadano, de tener una opini¨®n sobre el texto. En esos t¨¦rminos, no podr¨ªamos avalar ni acompa?ar ni suscribir una propuesta que deje temas fuera que, a nuestro juicio, son centrales para la mayor¨ªa de los chilenos.
P. ?Ser¨ªa grave que Chile se quedara la Constituci¨®n actual?
R. Para m¨ª ser¨ªa lamentable. Soy de una generaci¨®n cuya vida estuvo marcada por la lucha por la democracia, y que supon¨ªa, entre otras cosas, cambiar la Constituci¨®n del fraude de Pinochet, que es el origen de la actual. Ser¨ªa muy relevante el poder tener una escrita en democracia, pero no basta. No estamos dispuestos a suscribir una Constituci¨®n escrita en democracia que sea peor que la que tenemos. Es evidente. El problema m¨¢s profundo es que vamos a tener una sociedad en que su clase pol¨ªtica, en dos procesos consecutivos, no ha sido capaz de llegar a un acuerdo que permita a la ciudadan¨ªa valorar la pol¨ªtica como un espacio de acuerdos posibles y de soluci¨®n de sus problemas concretos. Es grave para izquierdas y derechas. Y grave para la democracia.
P. ?Ser¨ªa complejo para el Gobierno actual, que enfrenta una crisis pol¨ªtica, que no saliera humo blanco?
R. Lo voy a poner al rev¨¦s. Ser¨ªa positivo para este Gobierno ser aquel durante cuya gesti¨®n se logre este anhelo pol¨ªtico. Pero lo que s¨ª ser¨ªa muy malo es que a este Gobierno le correspondiera suscribir una Constituci¨®n que tuviera menos derechos, menos libertades y menos elementos de progreso que la vigente. Mucho peor que no firmar una nueva Constituci¨®n para este Gobierno, ser¨ªa tener que suscribir una Constituci¨®n de derecha.
P. Usted es del Frente Amplio. ?Se puede aislar la crisis pol¨ªtica que vive el Gobierno por el caso Convenios dentro del proceso constitucional?
R. En general hemos tenido un ambiente de convivencia razonablemente bueno, mucho mejor que en la convenci¨®n anterior y, me atrever¨ªa a decir, mejor que el que hay en el Congreso.
P. ?Qu¨¦ espacio vino a llenar el Frente Amplio que no estaba representado en la Concertaci¨®n?
R. Yo no denosto los llamados 30 a?os, soy parte de ellos. Creo que constituy¨® una ¨¦poca de avances sustantivos en ¨¢reas muy relevantes. Pero llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que ese modelo pol¨ªtico estaba claramente agotado y eso explica la emergencia de fuerzas nuevas como el Frente Amplio. La Concertaci¨®n abandon¨® las banderas del cambio. Y el Frente Amplio es un sector que recoge esas banderas, las levanta y vuelve a poner acento sobre las profundas desigualdades que el pa¨ªs todav¨ªa arrastra.
P. ?Cu¨¢nto afecta el caso Convenios a la bandera de probidad que levant¨® el Frente Amplio?
R. Gravemente. Eso tiene que ver con errores de hacer afirmaciones taxativas sobre cuestiones que solo pueden ser juzgadas por la historia. Ninguna generaci¨®n puede calificarse a s¨ª misma, porque tendr¨¢n que calificarla otros con el pasar del tiempo. Pero todas las generaciones hemos tenido esa tentaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ representa la salida del ministro Giorgio Jackson para el Gobierno del presidente Boric?
R. Sin duda es un golpe duro, no solo porque Giorgio y Gabriel son parte de un proceso de gestaci¨®n del Frente Amplio. Pero le asigno menos relevancia pol¨ªtica que la que se quiere hacer aparecer sobre ese cambio y y los cambios de Gabinete posteriores.
P. ?Est¨¢ por la convergencia de todos los partidos del Frente Amplio? ?Es una forma de proyecci¨®n o de sobrevivencia?
R. Los niveles de diferencia que tenemos son muy menores. Tenemos que propender a converger en la constituci¨®n de un actor pol¨ªtico con relevancia.
P. ?C¨®mo ve lo que queda de los pr¨®ximos dos a?os y medio de Gobierno?
R. Con un gran sentido de oportunidad. Queda bastante tiempo no solo para revertir situaciones pol¨ªticas por las que estamos atravesando, sino tambi¨¦n para avancemos en que se puedan plasmar, en lo inmediato, la reforma tributaria que permita financiar derechos sociales, y que haya una reforma del sistema de pensiones. Cuestiones como esas deber¨ªan ser priorizadas de tal manera que nos pongamos como objetivo, antes de que termine el Gobierno, que esto haya demostrado frutos positivos para la ciudadan¨ªa.