Sebasti¨¢n Pi?era: el pol¨ªtico millonario que llev¨® dos veces a la derecha a La Moneda
Quebr¨® la hegemon¨ªa de la izquierda chilena en 2010, enfrent¨® un estallido social y a los 74 a?os no abandonaba la posibilidad de retornar al Gobierno
Sebasti¨¢n Pi?era, muerto el martes cuando el helic¨®ptero que pilotaba cay¨® al lago Ranco, fue presidente dos veces de Chile en este siglo XXI. Fue un mandatario democr¨¢tico, como lo record¨® la ministra del Interior, Carolina Toh¨¢, al confirmar la noticia, que destac¨® la forma en que Pi?era dedic¨® su vida al servicio p¨²blico. Era un pol¨ªtico infatigable, arriesgado, le gustaba apostar y ganar. En alguna de sus primeras campa?as electorales us¨® ...
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Sebasti¨¢n Pi?era, muerto el martes cuando el helic¨®ptero que pilotaba cay¨® al lago Ranco, fue presidente dos veces de Chile en este siglo XXI. Fue un mandatario democr¨¢tico, como lo record¨® la ministra del Interior, Carolina Toh¨¢, al confirmar la noticia, que destac¨® la forma en que Pi?era dedic¨® su vida al servicio p¨²blico. Era un pol¨ªtico infatigable, arriesgado, le gustaba apostar y ganar. En alguna de sus primeras campa?as electorales us¨® el eslogan de la locomotora y, en buena parte, esa imagen lo representaba tanto en su vida como pol¨ªtico ¡ªfue parlamentario, presidente de su partido, Renovaci¨®n Nacional, y luego presidente¡ª, como en los negocios.
Sebasti¨¢n Pi?era Echenique, de 74 a?os, era un hombre que ten¨ªa la mente en grandes cosas, no en sutilezas. Cuando encontraba en el comercio alguna camisa que le gustaba, compraba una docena del mismo dise?o. Las corbatas generalmente se las regalaban. Hasta antes de llegar a La Moneda por primera vez en 2010, los trajes no los confeccionaba a medida, por lo que casi siempre le quedaban anchos y largos. Su peculiar estilo ¡ªinformal, descuidado, avaro o austero¡ª daba cuenta de un personaje que ten¨ªa su cabeza mucho menos enfocada en las cotidianidades diarias ¡ªcomo el vestuario¡ª, que en sus dos grandes pasiones: la pol¨ªtica y las empresas. Pero ten¨ªa una pasi¨®n: volar. En Ranco, donde ten¨ªa casa de vacaciones en una hermosa zona llamada Bah¨ªa Coique, la gente sab¨ªa cu¨¢ndo era Pi?era el que sobrevolaba las aguas frescas del lago, porque conoc¨ªa su helic¨®ptero. En estas fechas lo hac¨ªa casi a diario con familiares y amigos.
Casado desde 1973 con Cecilia Morel ¡ªcon quien tuvo cuatro hijos y muchos nietos¡ª, Pi?era combin¨® durante a?os la cuesti¨®n p¨²blica con sus empresas. A fines de los a?os setenta obtuvo la representaci¨®n para Chile de las tarjetas de cr¨¦dito y, desde entonces, sus consecutivos negocios fueron creciendo en ambici¨®n y ¨¦xito. Fue el principal accionista de la aerol¨ªnea Lan Chile (actual Latam), el canal de televisi¨®n Chilevisi¨®n y de Blanco y Negro, la sociedad que maneja uno de los clubes de f¨²tbol m¨¢s populares del pa¨ªs, Colo Colo. Pero ese cruce entre dinero y pol¨ªtica no fue gratuito para Pi?era: tanto su habilidad para ganar dinero como para usar los vac¨ªos a su favor fueron su principal tal¨®n de Aquiles en su vida pol¨ªtica.
Pi?era era un hombre rico: ten¨ªa una fortuna estimada por Forbes en unos 2.900 millones de d¨®lares, la quinta m¨¢s grande del pa¨ªs, seg¨²n el ranking 2023. Pero era un millonario de primera generaci¨®n. Nacido en Santiago de Chile en 1949, era el tercero de los seis hijos que tuvieron Magdalena Echenique y Jos¨¦ Pi?era Carvallo, un ingeniero y diplom¨¢tico que los educ¨® gracias a su trabajo y que fue fundador de la Democracia Cristiana chilena, el partido que durante d¨¦cadas represent¨® a las clases medias. Nunca han estado del todo claras las razones por las que el expresidente no milit¨® en el partido de su padre y termin¨® fichando por la derecha. Lo cierto es que Pi?era intent¨® sin mayor ¨¦xito cautivar a ese centro moderado en el que en ocasiones parec¨ªa sentirse m¨¢s a gusto que en su propio sector.
Nunca fue un derechista tradicional chileno, hist¨®ricamente m¨¢s conservador, por lo que en sus propias filas hay quienes lo miraban con cierta desconfianza. En sus gobiernos ¡ªcomo reconoci¨® el martes el Movimiento de Integraci¨®n y Liberaci¨®n Homosexual, Movilh¡ª, fueron aprobadas la Ley de Identidad de G¨¦nero y la Ley de Matrimonio Igualitario, mientras que su Administraci¨®n envi¨® al Congreso el Acuerdo de Uni¨®n Civil para personas del mismo sexo, AUC, que luego se transform¨® en ley. Era un cat¨®lico de la media. Se sent¨ªa a gusto visitando al expresidente Barack Obama en Washington ¡ªcomo lo hizo en septiembre de 2017¡ª o cuando presum¨ªa de su cercan¨ªa con el franc¨¦s Nicolas Sarkozy o el brit¨¢nico David Cameron.
Ascenso en la oposici¨®n
Para el plebiscito de 1988 que sell¨® la salida del dictador Augusto Pinochet, a diferencia del resto de la derecha, vot¨® por la opci¨®n del no a la continuidad del Gobierno militar. En democracia fue senador entre 1990 y 1998. En plena transici¨®n, con la Concertaci¨®n de centroizquierda en el poder, comenz¨® a transformarse en una de las principales figuras de la oposici¨®n. En 2005 intent¨® llegar a La Moneda sin ¨¦xito, porque perdi¨® ante Michelle Bachelet. En 2009, su segundo intento, alcanz¨®, sin embargo, un triunfo hist¨®rico: derrotando al expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se convirti¨® en el primer presidente de derecha desde el retorno a la democracia en 1990. El anterior, Jorge Alessandri, hab¨ªa sido elegido hac¨ªa d¨¦cadas, en 1958. Pi?era fue finalmente quien quebr¨® la hegemon¨ªa de la izquierda en Chile.
Lider¨® un Gobierno que, de alguna manera, sigui¨® la senda de las cuatro administraciones de centroizquierda que hab¨ªan gobernado previamente el pa¨ªs. No realiz¨® un giro a la derecha ¡ªcomo a su propio sector le habr¨ªa gustado¡ª y su mandato estuvo marcado sobre todo por un ¨¦nfasis en la gesti¨®n. Al haber recibido la zona centro-sur del pa¨ªs pr¨¢cticamente destruida debido al terremoto de magnitud 8,8 de febrero de 2010, Pi?era tuvo que enfocarse en reconstruir.
El rescate de los 33 mineros que vivieron 69 d¨ªas a 700 metros bajo tierra intent¨® ser el s¨ªmbolo de un Gobierno que ¡ªcon cierta soberbia¡ª intentaba mostrar que con una l¨®gica empresarial, las cosas se pod¨ªan hacer bien. La revoluci¨®n estudiantil de 2011, sin embargo, puso a prueba pol¨ªticamente a Pi?era y a su gente. En las calles, entre los dirigentes, Gabriel Boric y la generaci¨®n pol¨ªtica que hoy lo acompa?a en La Moneda. Pi?era ten¨ªa fama de listillo y de un cierto gusto por las salidas de protocolo, como cuando se sent¨® en el escritorio de Obama en la Casa Blanca para sacarse una fotograf¨ªa. O como, cuando en pleno estallido social de 2019, se sac¨® una foto en solitario en el epicentro de las protestas, aprovechando el toque de queda. M¨¢ster y doctor en Econom¨ªa de Harvard, su fuerte no fueron necesariamente los atributos blandos, como la simpat¨ªa o la cercan¨ªa con los ciudadanos.
Era impulsivo, incontrolable ¡ªincluso para sus asesores y su gente de confianza¡ª, pero preparado y con experiencia, como le reconoc¨ªan sus adversarios.
En 2017 repostul¨® al Gobierno y gan¨® ante una centroizquierda debilitada sin liderazgos fuertes. Por segunda vez, Michelle Bachelet, socialista, que en la tarde del martes expres¨® sus condolencias, le entreg¨® la banda presidencial. Entre ambos gobernaron 16 a?os.
Pero esa segunda Administraci¨®n fue sumamente compleja. En octubre de 2019 le toc¨® enfrentar el estallido social. Eran demandas y malestar acumulado, pero era Pi?era el que estaba en La Moneda y tanto ¨¦l como su Gobierno fueron un objetivo de la rabia. En d¨ªas donde la violencia en las calles pon¨ªan en peligro la democracia chilena, la oposici¨®n de izquierda busc¨® sacarlo del poder a trav¨¦s de una acusaci¨®n constitucional en el Congreso, achac¨¢ndole violaciones a los derechos humanos. Pero no era Pinochet el que estaba enfrente sino, como record¨® el martes Toh¨¢, un presidente democr¨¢tico. Nunca dej¨® su compromiso con la democracia y eso hoy lo reconocen hasta sus duros adversarios de aquellos d¨ªas.
Solo la pandemia calm¨® la calle y se le reconoce la gesti¨®n de la emergencia sanitaria, porque su talento empresarial hizo negociar antes que nadie en Latinoam¨¦rica las vacunas con los laboratorios. En los peores meses, Chile era la envidia de la regi¨®n por las inoculaciones masivas a la poblaci¨®n.
Pero, como era de prever, en marzo de 2022 entreg¨® el mando a un presidente de distinto signo, Gabriel Boric, de la nueva izquierda del Frente Amplio, con el que tuvo siempre una relaci¨®n tirante. Salvo para la conmemoraci¨®n de los 50 a?os del golpe de Estado, en septiembre, cuando Pi?era ni dud¨® en sumarse a las actividades organizadas por La Moneda. No era rencoroso y sab¨ªa aprovechar las oportunidades.
A menos de dos a?os de haberse ido de La Moneda, no abandonaba del todo la idea de volver al Gobierno. Su valoraci¨®n p¨²blica sub¨ªa semana a semana y Pi?era era consciente de que la derecha tiene opciones grandes para reconquistar el poder en 2026. El martes, al pronunciarse sobre su antecesor, Boric ha dicho que se le despedir¨¢ con funeral de Estado, tres d¨ªas de duelo nacional y lo reconoci¨® como alguien que ¡°contribuy¨® desde su visi¨®n a construir grandes acuerdos por el bien de la Patria y fue un dem¨®crata desde primera hora¡±.
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