Pi?era asume la presidencia de Chile buscando grandes consensos
La derecha gobernar¨¢ hasta 2022, con un ¨¦nfasis en el crecimiento y la protecci¨®n de las mayor¨ªas de clase media
En un traspaso de mando in¨¦dito y ejemplar, marcado en las ¨²ltimas semanas por reuniones entre las principales autoridades del Gobierno que deja el poder y el que lo asume, este domingo Michelle Bachelet nuevamente le entreg¨® la banda presidencial al empresario de derecha, Sebasti¨¢n Pi?era. Como sucedi¨® en 2010, luego de su primer mandato, ni la socialista ni su coalici¨®n de centroizquierda lograron mantener el poder. Los chilenos le dan una segunda oportunidad a la derecha, que luego de la Administraci¨®n transformadora de Bachelet tiene entre sus principales misiones impulsar nuevamente el crecimiento econ¨®mico y retomar la pol¨ªtica de los acuerdos, que marcaron los primeros gobiernos democr¨¢ticos desde 1990. Con un renovado Parlamento, donde ning¨²n sector pol¨ªtico tiene mayor¨ªas, Pi?era aspira a alcanzar grandes consensos para gobernar.
Luego del cambio de mando en el Congreso de la ciudad puerto de Valpara¨ªso, a 110 kil¨®metros de Santiago de Chile, la primera actividad p¨²blica del presidente fue visitar un centro de ni?os y j¨®venes en riesgo social. En el municipio de La Pintana, una zona popular del sur de la capital, Pi?era entreg¨® una simb¨®lica se?al en favor de la infancia. En un pa¨ªs con una deuda hist¨®rica con los menores a cargo del Estado, con esc¨¢ndalos de muertes y de violaciones a los derechos humanos en centros del Servicio Nacional de Menores (SENAME), el mandatario convoc¨® a un gran acuerdo nacional por la infancia, con el que busca conseguir el primer consenso pol¨ªtico transversal de su per¨ªodo. "Ya no podemos reparar la p¨¦rdida de cientos de vidas (...) Pero s¨ª sabemos que podemos, debemos y vamos a dar a nuestros ni?os y adolescentes la prioridad y la atenci¨®n que ellos necesitan y merecen para ponerlos primeros en la fila de las prioridades y en el centro del coraz¨®n de nuestro Gobierno", indic¨® Pi?era. En una gesti¨®n que acaba en 2022, el presidente espera llegar a acuerdos en seguridad ciudadana, modernizaci¨®n del Estado y en la compleja misi¨®n de convertir a Chile, un plazo de ocho a?os, en el primer pa¨ªs de Latinoam¨¦rica en alcanzar el desarrollo.
Su primer Gobierno (2010-2014) estuvo enfocado en la gesti¨®n y la reconstrucci¨®n del pa¨ªs, luego de un terremoto que destruy¨® el centro-sur de Chile pocos d¨ªas antes de asumir. Realiz¨® un buen Gobierno, con un crecimiento promedio de un 5,3%, pero fue un presidente impopular que tuvo que enfrentar las movilizaciones estudiantiles que, en buena parte, marcaron el destino de la pol¨ªtica chilena.
En esta segunda Administraci¨®n, Pi?era recibe un pa¨ªs distinto. No existe ning¨²n consenso sobre si Chile avanz¨® o retrocedi¨® en estos ¨²ltimos cuatro a?os, porque el legado de Bachelet sigue siendo el principal asunto de debate de pol¨ªtica chilena. Pero en el mandato que termina (2014-2018), la socialista llev¨® adelante una Administraci¨®n transformadora. Junto con una reforma que garantiz¨® el derecho a la educaci¨®n superior para el 60% de los estudiantes de menores recursos, su Gobierno realiz¨® una reforma tributaria y laboral. Cambi¨® el sistema electoral binominal, implant¨® nuevas reglas contra la corrupci¨®n y realiz¨® transformaciones en materia de libertades individuales, como la despenalizaci¨®n del aborto en las tres circunstancias, que no exist¨ªa en Chile desde 1989. En los ¨²ltimos d¨ªas de su mandato dej¨® presentado un proyecto de nueva Constituci¨®n, que gener¨® pol¨¦mica por su oportunidad. "Hoy Chile es un mejor pa¨ªs, es m¨¢s justo, equitativo y libre¡±, se?al¨® este s¨¢bado en Facebook en su ¨²ltimo mensaje oficial.
Bachelet, sin embargo, fue perdiendo apoyo popular en el primer a?o de su Gobierno, en el que explot¨® un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n ligado a la empresa de su nuera. Las reformas no tuvieron respaldo ciudadano esperado y generaron incertidumbre la poblaci¨®n y en los inversionistas. La econom¨ªa tuvo resultados deficientes: en estos cuatro a?os Chile alcanz¨® un crecimiento promedio de un 1,9%, el m¨¢s bajo de los 28 a?os de democracia. El Ejecutivo responsabiliz¨® al bajo precio del cobre, la principal fuente de ingresos del pa¨ªs sudamericano, pero influyeron las deficiencias en el dise?o y la implementaci¨®n reformas simult¨¢neas que el Estado chileno no estaba capacitado para abordar. Con mayor¨ªa tanto en la C¨¢mara de Diputados como en el Senado, Bachelet pareci¨® abandonar la pol¨ªtica de los acuerdos que marcaron los mandatos de centroizquierda luego de la dictadura.
El presidente Pi?era, uno de los hombres m¨¢s ricos del pa¨ªs, deber¨¢ jugar en una cancha delimitada por la Administraci¨®n de Bachelet. En campa?a de segunda vuelta, por ejemplo, debi¨® cambiar de postura sobre la gratuidad de la educaci¨®n superior, que su programa no contemplaba. Aunque enfoc¨® su propuesta en la educaci¨®n t¨¦cnico-profesional, fue una muestra de que no podr¨¢ borrar lo realizado por su antecesora. Tampoco lo pretende: Pi?era no ha hablado de deshacer las reformas de la socialista, sino de corregirlas. Una prioridad ser¨¢ la mejora de la reforma tributaria, porque existe consenso sobre su complejidad y mal dise?o.
El nuevo presidente, que llega por segunda vez a La Moneda con 69 a?os, busca restaurar ¡°la confianza de los ciudadanos en el Gobierno, de los consumidores en la econom¨ªa, de los inversionistas en el futuro¡±, como se?al¨® en entrevista con EL PA?S. Enfocado en las grandes mayor¨ªas que salieron de la pobreza en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas y que actualmente representan un 65% de la poblaci¨®n, Pi?era buscar¨¢ inaugurar un gobierno de oportunidades para la inmensa porci¨®n de los chilenos vive con incertidumbre de perder el bienestar alcanzado. Tiene a su favor el precio del cobre en alza y la restauraci¨®n de los ¨ªndices de confianza empresarial, el alza de la Bolsa de Santiago luego de su triunfo, entre otros ¨ªndices que han mejorado luego de la elecci¨®n. Si todo resulta dentro de lo planeado, Pi?era y su coalici¨®n, Chile Vamos, busca dejar de ser un Gobierno par¨¦ntesis y proyectarse en La Moneda el menos por dos per¨ªodos.
La nieta de Allende asume la presidencia de la C¨¢mara
En la ceremonia de traspaso de mando de este domingo en Chile, en que la socialista Michelle Bachelet le entreg¨® el poder el l¨ªder de la derecha, Sebasti¨¢n Pi?era, se hallaba en la testera del Congreso la reci¨¦n elegida presidenta de la C¨¢mara de Diputados, la socialista Maya Fern¨¢ndez Allende, nieta del expresidente Salvador Allende, derrocado por el golpe de Estado de 1973. La parlamentaria nacida en Santiago en 1971 obtuvo el cargo gracias a los votos de 74 de los 155 diputados que conforman el nuevo Parlamento, donde ning¨²n sector pol¨ªtico tiene mayor¨ªas. El oficialismo de Pi?era tampoco logr¨® la presidencia del Senado, que qued¨® en manos del socialista Carlos Montes.
¡°Lo que hay que rescatar es que tenemos un nuevo ciclo pol¨ªtico, un Congreso mucho m¨¢s democr¨¢tico, con diversidad. Me siento muy orgullosa¡±, se?al¨® Fern¨¢ndez, que salud¨® en forma especial a Emilia Nuyado Ancapich¨²n, la primera mujer de la etnia mapuche-huilliche que se convierte en congresista. ¡°Tenemos desaf¨ªos legislativos. Hay que buscar la forma de que los ciudadanos se sientan m¨¢s cerca del Parlamento. Si no somos capaces de escuchar, la pol¨ªtica es sorda¡±, agreg¨® la diputada que arranca su segundo periodo legislativo en representaci¨®n del distrito 21, que abarca dos municipios de la zona oriente de Santiago de Chile, ?u?oa y Providencia.
La t¨ªa de Maya Fern¨¢ndez, Isabel Allende Bussi, la menor de las tres hijas del expresidente, se convirti¨® en 2014 en la primera mujer en liderar el Senado en sus 200 a?os de historia. El propio Allende ocup¨® ese mismo cargo entre 1966 y 1969, antes de convertirse en presidente en 1970.
La nueva presidenta de los diputados chilenos es hija de Beatriz Tati Allende, la segunda de las tres hijas del presidente y del exagente de inteligencia cubano Luis Fern¨¢ndez O?a. Tati era la m¨¢s cercana a su padre, m¨¦dico como ¨¦l, y la m¨¢s pol¨ªtica y de ideas revolucionarias. Cuando Allende lleg¨® al Gobierno en 1970 se convirti¨® en su colaboradora m¨¢s influyente. El d¨ªa del golpe de Estado estuvo con ¨¦l hasta que el presidente, en medio del bombardeo, la oblig¨® a retirarse. Ella, embarazada de siete meses y madre de una ni?a de casi dos a?os ¡ªMayita¡ª, se retir¨® del Palacio a rega?adientes. Mientras el resto de la familia se exili¨® en M¨¦xico, Tati se refugi¨® en La Habana junto a su marido y a su hija. All¨ª dio a luz a Alejandro, que pas¨® a llamarse Salvador Alejandro Allende Fern¨¢ndez, con los apellidos invertidos, por sugerencia de Fidel Castro. Cuatro a?os despu¨¦s, en 1977, la hija de Allende se quit¨® la vida en la capital cubana, sumida en una profunda depresi¨®n. Ten¨ªa 34 a?os. Los ni?os, 6 y 3.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.