El angole?o que gan¨® una copa para Argentina

El ofensivo canto celebratorio de la selecci¨®n argentina transmitido en un vivo por Enzo Fern¨¢ndez deriv¨® en un profundo conflicto pol¨ªtico. Del enfado de jugadores e instituciones deportivas inglesas y francesas, pas¨® al despido del subsecretario de Deportes por solicitar que el plantel se disculpara y a las declaraciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien advirti¨® que ¡°ning¨²n pa¨ªs colonialista nos va a amedrentar por una canci¨®n de cancha ni por decir verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignaci¨®n, hip¨®critas¡±.

¡®Las verdades¡¯ que declama la canci¨®n han provocado un debate profundo. ¡°Escuchen, corran la bola/ juegan en Francia pero son todos de Angola/ que lindo es, van a correr/ son come trabas (forma vulgar de referirse a las personas transg¨¦nero) como el puto de Mbapp¨¦/su vieja es nigeriana, su viejo camerun¨¦s/ pero en el documento, nacionalidad franc¨¦s¡±, reza el c¨¢ntico inventado por los hinchas durante la Copa del Mundo del 2022.

La hiriente tradici¨®n musical futbolera ha provocado m¨¢s de una sanci¨®n a las federaciones sudamericanas, cuyas barras han sido multadas por sus gritos racistas y hom¨®fobos con frecuencia en el presente siglo. Pero, en este caso puntual, el plantel campe¨®n del mundo y doble vencedor en la Copa Am¨¦rica no pudo resistir a la tentaci¨®n de entonarlo, pese a que todos sus integrantes comparten con compa?eros de raza negra en sus equipos.

Y, por sobre todo, olvidan que el ¨²nico jugador de ascendencia africana que ha vestido la camiseta albiceleste en su centenaria historia, Alejandro de los Santos, gan¨® el torneo Sudamericano de 1925 y sus padres eran¡­angole?os. Nacido en Paran¨¢ el 19 de mayo de 1902, De los Santos fue un delantero goleador hijo de una pareja de esclavos procedentes del ?frica Occidental Portuguesa, luego conocida como Angola, naci¨®n mencionada en la canci¨®n en disputa. Se fugaron a nado para huir rumbo a Sudam¨¦rica, radic¨¢ndose en la Argentina.

A poco de independizarse, Chile y Argentina contaban con un porcentaje cercano al diez por ciento de la poblaci¨®n afroamericana, producto del esclavismo, tempranamente abolido en ambas naciones. A diferencia de la mayor¨ªa de las naciones del continente, el porcentaje fue disminuyendo durante el siglo XX, lo que se tradujo en una obvia escasa presencia en el seleccionado. El a?o 2000, el entonces presidente Ricardo Lagos (2000-2006) explic¨® la situaci¨®n asegurando que ¡°en Chile no hay negros porque se murieron de fr¨ªo¡±, lo que dio paso a un debate que, nueve a?os m¨¢s tarde, signific¨® la promulgaci¨®n de la Ley 21.151 que le otorg¨® reconocimiento legal al pueblo tribal afrodescendiente.

En el f¨²tbol, la presencia de Jean Andr¨¦ Beausejour Coliqueo en la doble corona de Am¨¦rica y en dos mundiales donde anot¨® goles, y de Antenor Junior Fern¨¢ndez da Silva en la generaci¨®n dorada, permiti¨® que la presencia de ese pueblo se hiciera presente en la selecci¨®n chilena.

La encendida pol¨¦mica por los gritos de la generaci¨®n m¨¢s ganadora del f¨²tbol argentino en contra de los afrodescendientes franceses ha dado pie para revisar la historia, que ya est¨¢ cambiando con la evidente presencia de afrodescendientes en los equipos ol¨ªmpicos de ambos pa¨ªses producto de la inmigraci¨®n desde otras naciones del continente. Pero Messi, Di Mar¨ªa y sus compa?eros no pueden olvidar que hace un siglo, un delantero con sangre angole?a les regal¨® un t¨ªtulo continental.

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