M¨¢s alternativas para la protecci¨®n de la infancia y adolescencia
En este proceso de implementaci¨®n de las nuevas Residencias Familiares, el Estado y el sector privado compartimos el desaf¨ªo de ofrecer no solo espacios seguros sino hacer todos los esfuerzos para sanar sus heridas y trabajar con sus familias
Chile tiene un desaf¨ªo enorme y el deber de brindar protecci¨®n, reparaci¨®n y acompa?amiento a miles de ni?os, ni?as y adolescentes que son derivados por orden de los tribunales de justicia a familias de acogida y residencias. Cada vez que la justicia determina separar a un ni?o, ni?a o adolescente de su familia porque corre peligro su integridad, sea f¨ªsica o sicol¨®gica, el Estado con la colaboraci¨®n de privados tiene la obligaci¨®n de acogerlos y ofrecerles un cuidado lo m¨¢s personalizado posible. Su estad¨ªa deber¨ªa ser transitoria y sujeta a revisiones peri¨®dicas por el tribunal de familia que lleve la causa, siempre entendiendo que el lugar de amor y cuidados debiera ser con una familia.
La realidad actual es preocupante y no refleja los avances que hemos logrado como sociedad en otros indicadores sociales. Entre octubre de 2021 y noviembre de 2024, el n¨²mero de ni?os, ni?as, adolescentes y j¨®venes en residencias aument¨® de 4.417 a 5.008, destacando un incremento del 33% en la primera infancia ¡ªde 0 a 3 a?os¡ª y un alza del 22% en adolescentes de 14 a 17 a?os.
El Servicio Nacional de Protecci¨®n Especializada a la Ni?ez y Adolescencia es la instituci¨®n que brinda protecci¨®n especializada a ni?os, ni?as y adolescentes. En cuidado alternativo estamos abocados a fortalecer el programa de Familias de Acogida y daremos comienzo al nuevo modelo de Residencias Familiares organizadas en grupos etarios: de 4 a 8 a?os, de 9 a 13 a?os y de 14 a 18 a?os.
Se iniciar¨¢ con 74 Residencias Familiares que, luego de concursos p¨²blicos, implementar¨¢n organismos privados en las regiones de Valpara¨ªso, Metropolitana, Biob¨ªo y La Araucan¨ªa, para luego extenderse a todo el pa¨ªs, que aportar¨¢n a reducir listas de espera. Estos lugares tendr¨¢n una capacidad de 12, 16 o 20 cupos, para lograr atenciones m¨¢s personalizadas. Tambi¨¦n, contar¨¢n con m¨¢s cuidadores terap¨¦uticos para ni?os, ni?as y adolescentes, y se establecer¨¢n convenios por per¨ªodos de 2 a 3 a?os para garantizar la estabilidad y continuidad de estas. El nuevo modelo incluye un aumento significativo en el aporte financiero del Estado a las instituciones privadas, que ser¨¢ del 21% en el tramo de 4 a 8 a?os, 45% en el tramo de 9 a 13 a?os, y 32% en el tramo de 14 a 18 a?os.
Las Residencias Familiares contar¨¢n con programas para fortalecer el v¨ªnculo con sus familias de origen y en el caso de adolescentes, prepararlos para una vida independiente. En los pr¨®ximos meses adem¨¢s contaremos por primera vez con Residencias de Tr¨¢nsito a la Vida Adulta, destinadas a j¨®venes entre 18 y 24 a?os que se encuentren bajo protecci¨®n especializada y est¨¦n cursando estudios, cuyas bases t¨¦cnicas hemos puesto en consulta p¨²blica durante enero de 2025 en la p¨¢gina web institucional, de manera de dar cuenta de un compromiso de Estado, que surgi¨® del Acuerdo Nacional por la Infancia referida a la preparaci¨®n y acompa?amiento planificado y efectivo del egreso de las y los j¨®venes desde los programas de cuidado alternativo.
Para el nuevo servicio, estos avances y mejoras no habr¨ªan sido posible sin escuchar y trabajar colaborativamente con las instituciones y organizaciones de la sociedad civil que hist¨®ricamente han acogido a la infancia y adolescencia. En este proceso de implementaci¨®n de las nuevas Residencias Familiares, el Estado y el sector privado compartimos el desaf¨ªo de ofrecer no solo espacios seguros sino hacer todos los esfuerzos para sanar sus heridas y trabajar con sus familias. La idea es alejarlos temporalmente de sus familias para interrumpir las graves vulneraciones de derechos que est¨¢n sufriendo, as¨ª intentar reparar el da?o y dar a cada ni?o, ni?a y adolescente la oportunidad de reconstruir su futuro, de so?ar, de crecer y de forjar un proyecto de vida pleno y libre.