?C¨®mo se est¨¢ propagando el nuevo coronavirus?

Cuando los Beatles lanzaron su canci¨®n Love Me Do, el sarampi¨®n provocaba epidemias que mataban a unos dos millones de personas al a?o. Poco despu¨¦s, ya en 1963, lleg¨® la primera vacuna contra la enfermedad. Era y es la peor pesadilla para un epidemi¨®logo: un virus grave que se propaga por el aire. Cada persona con sarampi¨®n puede contagiar a otras 15, mediante toses y estornudos que dejan el virus flotando un par de horas. Cualquiera se puede contagiar al atravesar esa nube invisible. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha defendido hasta ahora que ese no parece ser el caso del nuevo coronavirus, menos ligero que el sarampi¨®n.

El actual pat¨®geno s¨ª es lo suficientemente contagioso como para pasar de un pu?ado de casos en diciembre a una pandemia mundial en marzo. Se calcula que cada persona infectada le pasa el virus a otras dos o tres personas. Cient¨ªficos de todo el mundo trabajan para iluminar las v¨ªas de propagaci¨®n del pat¨®geno. Un equipo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU advierte de que el nuevo coronavirus permanece tres horas suspendido en el aire, cuatro horas en el cobre de las monedas, un d¨ªa entero en el cart¨®n y de dos a tres d¨ªas en el pl¨¢stico o en el acero inoxidable de un grifo. El trabajo, cuyos resultados preliminares se divulgaron hace unos d¨ªas, se acaba de publicar en la revista The New England Journal of Medicine.

Las autoridades sanitarias insisten en que esa permanencia de tres horas en aerosoles no implica que el nuevo coronavirus se propague como el sarampi¨®n. El seguimiento de los primeros pacientes en EE UU conllev¨® la investigaci¨®n de todo su entorno. Los resultados mostraron que la tasa de infecciones sintom¨¢ticas entre compa?eros de piso apenas superaba el 10%, como tambi¨¦n se est¨¢ viendo en Espa?a, donde el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, no ha dado positivo, pese a que su esposa, Bego?a G¨®mez, s¨ª se ha infectado. El estudio estadounidense, publicado por los Centros para el Control y la Prevenci¨®n de Enfermedades, muestra tambi¨¦n una tasa de contagios del 0,45% entre otros contactos cercanos fuera del hogar.

La transmisi¨®n a¨¦rea podr¨ªa ser m¨¢s habitual en los hospitales, durante algunos procedimientos m¨¦dicos con los enfermos

Un informe de la OMS sobre la situaci¨®n en China a 24 de febrero no confirmaba ning¨²n caso de transmisi¨®n a¨¦rea. Lugares como los ascensores no parecen ser una de las principales v¨ªas de propagaci¨®n del virus. El ¨²ltimo informe t¨¦cnico del Ministerio de Sanidad, actualizado este martes, s¨ª que se?ala que ¡°se cree¡± que la transmisi¨®n a¨¦rea o por aerosoles, a m¨¢s de dos metros, ¡°podr¨ªa ocurrir durante la realizaci¨®n de procedimientos m¨¦dicos invasivos del tracto respiratorio¡±. Durante el brote del s¨ªndrome respiratorio agudo severo (SARS) en 2003 ya se constat¨® la presencia del virus en el aire de las habitaciones de los enfermos hospitalizados. Este martes, Fernando Sim¨®n, director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias, reconoci¨® que 455 de los 11.178 casos confirmados entonces en Espa?a (el 4%) eran trabajadores sanitarios.

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La crisis del coronavirus en Espa?a, en im¨¢genes

La OMS sigue defendiendo que ¡°el virus causante de la Covid-19 se transmite principalmente por contacto con got¨ªculas respiratorias, m¨¢s que por el aire¡±. Estas gotas ¡ªlanzadas por una persona infectada al toser, al respirar o al hablar¡ª aterrizan r¨¢pidamente sobre los objetos del entorno, donde son reba?adas con las manos por otras personas, que se contagian al tocarse los ojos, la nariz o la boca. Ese mecanismo y la posibilidad de inhalar al vuelo una gota reci¨¦n lanzada justifican las principales recomendaciones sanitarias: lavarse las manos frecuentemente, toser en el codo, no tocarse la cara y mantenerse a una distancia de entre uno y dos metros de otras personas.

Algunos expertos, como el epidemi¨®logo brit¨¢nico Paul Hunter, piden cautela a la hora de interpretar el tiempo que pasa el nuevo coronavirus suspendido en el aire. Los cient¨ªficos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU utilizaron un nebulizador para generar aerosoles ¡ªpart¨ªculas diminutas suspendidas en el aire¡ª del virus, pero Hunter insiste en que en el mundo real el pat¨®geno viaja en gotas de mayor tama?o. ¡°Las gotas caen del aire con bastante rapidez comparadas con los aerosoles, as¨ª que el riesgo sigue siendo permanecer a aproximadamente un metro de una persona infectada o tocar superficies donde hayan ca¨ªdo las gotas¡±, ha explicado Hunter, de la Universidad de Anglia Oriental (Reino Unido), al portal especializado Science Media Centre.

Se calcula que cada persona infectada le pasa el virus a otras dos o tres personas

Hay m¨¢s indicios para el optimismo. Un an¨¢lisis de las habitaciones de dos pacientes con Covid-19 hospitalizados en Singapur no encontr¨® el virus en el aire ni en las superficies tras una limpieza rutinaria. La habitaci¨®n de un tercer infectado, de la que se recogieron muestras antes de la limpieza, s¨ª estaba salpicada de virus, pero no en el aire. El trabajo, firmado por cient¨ªficos del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas de Singapur, se public¨® a comienzos de marzo en la revista m¨¦dica JAMA.

Otro equipo de investigadores de la Universidad de Wuhan, en el origen de la pandemia en China, tambi¨¦n analiz¨® 35 muestras recogidas en las unidades de cuidados intensivos y las habitaciones de los enfermos de Covid-19 en dos hospitales, sin encontrar el virus en el aire, m¨¢s all¨¢ de una enigm¨¢tica muestra a¨¦rea del ba?o de uno de los pacientes. El nuevo coronavirus se ha detectado en heces de personas infectadas, pero nada apunta a que la contaminaci¨®n fecal est¨¦ siendo una v¨ªa relevante de propagaci¨®n.

¡°Con los estudios disponibles hasta la fecha, tenemos confianza en que nuestras orientaciones son las adecuadas¡±, tranquiliz¨® este lunes la epidemi¨®loga Maria Van Kerkhove, de la OMS. Seg¨²n insiste la organizaci¨®n, las personas sanas no necesitan utilizar mascarilla para caminar por la calle.