Arreglar un avi¨®n en pleno vuelo
El coronavirus nos ha hecho volver los ojos hacia la ciencia de nuevo, pero ?est¨¢ la ciencia preparada?
Cuando la irreductible aldea gala se ve¨ªa acosada por las centurias romanas, todos sus pobladores acud¨ªan al druida Panor¨¢mix en busca de una soluci¨®n. El druida era el cient¨ªfico de aquella aldea precient¨ªfica, el ¨²nico galo que pod¨ªa preparar una p¨®cima que dotaba a sus habitantes de una fuerza sobrenatural capaz de doblegar al imperio. Quiz¨¢ el primer druida de la historia fue Tales de Mileto, uno de los legendarios Siete Hombres Sabios de la antig¨¹edad, nacido durante la 39? Olimpiada y muerto justo en la 58?, promotor de la uni¨®n federal de las ciudades j¨®nicas del Egeo, matem¨¢tico brilla...
Cuando la irreductible aldea gala se ve¨ªa acosada por las centurias romanas, todos sus pobladores acud¨ªan al druida Panor¨¢mix en busca de una soluci¨®n. El druida era el cient¨ªfico de aquella aldea precient¨ªfica, el ¨²nico galo que pod¨ªa preparar una p¨®cima que dotaba a sus habitantes de una fuerza sobrenatural capaz de doblegar al imperio. Quiz¨¢ el primer druida de la historia fue Tales de Mileto, uno de los legendarios Siete Hombres Sabios de la antig¨¹edad, nacido durante la 39? Olimpiada y muerto justo en la 58?, promotor de la uni¨®n federal de las ciudades j¨®nicas del Egeo, matem¨¢tico brillante, astr¨®nomo y gu¨ªa de navegantes, que al predecir el eclipse solar del 28 de mayo de 585 antes de Cristo detuvo la guerra entre Aliates de Lidia y Ci¨¢xares de Media. No est¨¢ claro que esta historieta sea mucho m¨¢s cre¨ªble que la de Panor¨¢mix, pero resulta bonito pensarlo, ?no es cierto?
El coronavirus nos ha hecho volver los ojos hacia la ciencia de nuevo. La ciencia habla cada d¨ªa por boca de Fernando Sim¨®n, jefe espa?ol de emergencias sanitarias, o de su hom¨®logo al otro lado del charco Anthony Fauci, jefe de enfermedades infecciosas de los NIH (Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos). Los Gobiernos justifican sus medidas de confinamiento en las evidencias de la ciencia, y hacen bien. Incluso l¨ªderes tan declaradamente anticient¨ªficos como Donald Trump se est¨¢n viendo forzados a pasar por el aro de la racionalidad, pese a los evidentes y graves da?os a la econom¨ªa que eso supone.
La forma atropellada en que los investigadores est¨¢n forzados a responder a esta crisis es como tratar de arreglar un avi¨®n en pleno vuelo, o peor a¨²n: ¡°Como arreglar en pleno vuelo un avi¨®n del que todav¨ªa est¨¢n dibujando los planos¡±
Las mayores esperanzas de dirigentes y ciudadanos est¨¢n depositadas tambi¨¦n en la ciencia. Todo el mundo, como es l¨®gico, reclama f¨¢rmacos antivirales que curen a sus allegados, protocolos exactos que protejan a sus ni?os y, por supuesto, una vacuna que detenga la pesadilla pand¨¦mica y nos permita a todos recuperar esa vida normal que tanto detest¨¢bamos y ahora a?oramos como a?ora un n¨¢ufrago su barril de ron. Todo esto es motivo de orgullo para los cient¨ªficos. Pero ?est¨¢ la ciencia en disposici¨®n de garantizar esos resultados urgentes que se le reclaman? Esa s¨ª que es una buena pregunta.
Herbert Holden Thorp, qu¨ªmico, inventor, m¨²sico y director de Science, piensa que las expectativas depositadas en la ciencia durante la crisis actual tienen unos cimientos endebles. Nos recuerda en un editorial de su propia revista que la ciencia solo tiene un modo seguro de avanzar, que es hacer primero la investigaci¨®n b¨¢sica, entender el problema a fondo y buscar aplicaciones basadas en ese conocimiento. La forma atropellada en que los investigadores est¨¢n forzados a responder a esta crisis es como tratar de arreglar un avi¨®n en pleno vuelo, o peor a¨²n: ¡°Como arreglar en pleno vuelo un avi¨®n del que todav¨ªa est¨¢n dibujando los planos¡±.