Ciencia y pol¨ªtica ante la covid-19: el distanciamiento no es la soluci¨®n

La pandemia de coronavirus SARS-CoV-2 constituye un desaf¨ªo para sanitarios, cient¨ªficos, pol¨ªticos y para la sociedad en general. Las cifras de contagiados y fallecidos a escala nacional y mundial hablan por s¨ª solas y la gravedad de la situaci¨®n impone una b¨²squeda colectiva de soluciones desde todos los ¨¢mbitos, entre ellos el cient¨ªfico y el pol¨ªtico.

El papel fundamental e imprescindible de la ciencia en la lucha contra la covid-19 est¨¢ fuera de toda duda. Sin embargo, los Gobiernos han mostrado poca atenci¨®n a la informaci¨®n proporcionada por los cient¨ªficos y las recomendaciones de los expertos no siempre se han visto reflejadas en las decisiones pol¨ªticas, fundamentalmente al principio de la propagaci¨®n de la epidemia, momento en que las medidas hubieran sido m¨¢s efectivas. Esta falta de sinton¨ªa puede haber perjudicado la gesti¨®n de la crisis al no disponer las medidas adoptadas del necesario respaldo en las evidencias cient¨ªficas disponibles.

La provisi¨®n de informaci¨®n suficiente y adecuada a las autoridades por parte de los cient¨ªficos no es un proceso que se produce por una necesidad puntual y respecto de un tema concreto. Debe existir una red de oficinas de asesoramiento, organizada en toda la estructura del Gobierno, partiendo de la presidencia, y conectada con las oficinas de asesoramiento del Congreso y el Senado. El correcto funcionamiento de esa red, que existe con diversas modalidades en los pa¨ªses de nuestro entorno, tiene como bases el prestigio y la independencia de sus componentes, as¨ª como la confianza mutua con los pol¨ªticos a quienes deben asesorar. La falta de esa estructura ha constituido en la situaci¨®n actual el principal obst¨¢culo para que la informaci¨®n llegase a la persona que la requer¨ªa y en el momento en que era necesaria.

El distanciamiento entre pol¨ªtica y ciencia viene de lejos. Ya el Manifiesto por la Ciencia, publicado en 2017 incluye la demanda de la integraci¨®n de la ciencia en la agenda pol¨ªtica, cosa que ¨²nicamente es posible si se crea una red de asesoramiento que act¨²e de interfaz cotidiana entre la evidencia de la ciencia y la gesti¨®n de la pol¨ªtica. Hay que insistir en que, para que sea eficaz, la informaci¨®n cient¨ªfica debe fluir de manera uniforme y coordinada por toda la estructura parlamentaria y gubernamental, y no solo por aquella parte que se puede ver afectada especialmente por una crisis, como ser¨ªa el sistema de salud en el caso actual. La p¨¦rdida de panor¨¢mica y recursos en las decisiones que originan los asesoramientos ad hoc, se est¨¢ poniendo ahora de manifiesto.

¡°La covid-19 nos ha mostrado de nuevo que, tras muchos a?os de una financiaci¨®n insuficiente, es necesario dotar a la ciencia de los recursos necesarios para que pueda desempe?ar con solvencia los cometidos que se le exigen¡±

Desafortunadamente, aquella demanda nunca se ha atendido. Y como consecuencia de ello los mecanismos de asesoramiento se han mostrado ineficaces en la medida que los canales de comunicaci¨®n no exist¨ªan o no estaban correctamente desarrollados, a pesar de la enorme cantidad de evidencia cient¨ªfica disponible.

La covid-19 nos ha mostrado de nuevo que, tras muchos a?os de una financiaci¨®n insuficiente, es necesario dotar a la ciencia de los recursos necesarios para que pueda desempe?ar con solvencia los cometidos que se le exigen, y que no son solo el asesoramiento y la informaci¨®n, sino tambi¨¦n la obtenci¨®n de m¨¦todos de diagn¨®stico m¨¢s r¨¢pidos, fiables y econ¨®micos; el desarrollo de vacunas; o la generaci¨®n y validaci¨®n de nuevas terapias. Pero no se trata solamente de los recursos econ¨®micos, sino tambi¨¦n de los elementos necesarios para su gesti¨®n. La situaci¨®n de la Agencia Estatal de Investigaci¨®n (AEI), carente de la autonom¨ªa y las atribuciones necesarias para llevar a cabo su labor, es un caso paradigm¨¢tico.

En nuestra ¨²ltima comunicaci¨®n, que firm¨¢bamos de manera conjunta la COSCE, FACME, CRUE Universidades y SOMMa, propon¨ªamos cuatro ¨²tiles para garantizar los recursos e instrumentos que necesita la ciencia para cumplir con su labor. Adem¨¢s de dotar a la AEI de la cobertura legal y de la autonom¨ªa de las que actualmente carece, y de proporcionarle la capacidad para retener y orientar el talento hacia las nuevas necesidades creadas por esta crisis, es urgente que se active un sistema de informaci¨®n adecuado y dimensionado a las nuevas expectativas, y que se despliegue la red de asesoramiento descrita.

Pero m¨¢s all¨¢ de estas demandas concretas, cuyo objetivo es facilitar la aplicaci¨®n de las lecciones aprendidas y contribuir a prepararnos mejor ante futuras situaciones similares, lo m¨¢s importante es alcanzar un acercamiento real entre pol¨ªtica y ciencia. Mantener un distanciamiento entre ambas ha quedado demostrado que no es la soluci¨®n. Es parte del problema.

Perla Wahn¨®n es presidenta de la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (COSCE).

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