Pangol¨ªn o conspiraci¨®n

Malos tiempos para ser un pangol¨ªn. Es cierto que estos extravagantes mam¨ªferos escamosos se pasan todo el d¨ªa durmiendo enroscados como un caracol, lo que habr¨ªa merecido la reprobaci¨®n de Staj¨¢nov, el l¨ªder minero sovi¨¦tico que iba a trabajar incluso con cuarenta de fiebre. Hoy le habr¨ªa detenido la polic¨ªa. El pangol¨ªn, justo es reconocerlo, se despierta por la noche para zampar hormigas con su lengua pegajosa, pero el caso es que es m¨¢s feo que Picio, es...

Malos tiempos para ser un pangol¨ªn. Es cierto que estos extravagantes mam¨ªferos escamosos se pasan todo el d¨ªa durmiendo enroscados como un caracol, lo que habr¨ªa merecido la reprobaci¨®n de Staj¨¢nov, el l¨ªder minero sovi¨¦tico que iba a trabajar incluso con cuarenta de fiebre. Hoy le habr¨ªa detenido la polic¨ªa. El pangol¨ªn, justo es reconocerlo, se despierta por la noche para zampar hormigas con su lengua pegajosa, pero el caso es que es m¨¢s feo que Picio, escamoso e impertinente, y con esas credenciales no resulta f¨¢cil empatizar con ¨¦l. En un sentido est¨¦tico, el pangol¨ªn es un fracaso de la biolog¨ªa. Y sin embargo es la mejor alternativa que tenemos a las teor¨ªas conspiranoicas sobre el origen del coronavirus.

Esas teor¨ªas son ineludibles cada vez que surge una pandemia. Las pestes se atribu¨ªan antiguamente a los dioses o los demonios, que no eran tan f¨¢ciles de distinguir. Hace ya cuarenta a?os que los conspiranoicos dictaminaron que el virus del sida era un dise?o de laboratorio y la misma idea cargante ha resurgido como el F¨¦nix cada vez que hemos conocido un nuevo virus. La teor¨ªa se ha revelado desacertada todas y cada una de las veces que se ha propuesto. La manipulaci¨®n gen¨¦tica deja unas huellas manifiestas para cualquier genetista. Si alguien lograra ocultarlas merecer¨ªa un premio Nobel. Pero eso no quiere decir que el riesgo de que se escape un virus no exista. Existe, y se han dado casos.

El SARS de 2002, que mat¨® a 800 personas en el mundo, se escap¨® dos a?os despu¨¦s de un laboratorio de Pek¨ªn, sin consecuencias graves. Lo mismo ocurri¨® con la fiebre aftosa del ganado en 2007, y los laboratorios norteamericanos de alta seguridad enviaron muestras de ¨¢ntrax, gripe aviar y ¨¦bola a otras instalaciones desautorizadas para manejar esas pestes. En el mundo solo hay 70 laboratorios de alta seguridad biol¨®gica en 30 pa¨ªses, incluida Espa?a. Para delicia de los conspiranoicos, uno de los dos que tiene China est¨¢ en Wuhan, el foco de la pandemia de covid-19. Pero el genoma del virus es un libro abierto y no tiene una sola p¨¢gina que apunte a un origen biotecnol¨®gico. Todo el libro apunta al pangol¨ªn.

En algunos mercados chinos se pueden ver pangolines vivos, cuya coexistencia con los clientes conforma un viaducto veros¨ªmil de contagio, por no hablar de los miles de m¨¦dicos del pa¨ªs que recetan sus escamas

Los pangolines (folidotos, o ¡°cubiertos de escamas¡±, en la jerga) comprenden ocho especies que viven en las latitudes tropicales de ?frica y Asia, todas igual de feas, ya les advierto. Su carne es muy apreciada en algunos lugares de China, aunque se sirve de forma ilegal, y sus escamas son un remedio popular de la medicina china tradicional para mejorar la circulaci¨®n, por lo que el pangol¨ªn es el mam¨ªfero silvestre con el que m¨¢s se trafica en el mundo. En algunos mercados chinos se pueden ver pangolines vivos, cuya coexistencia con los clientes conforma un viaducto veros¨ªmil de contagio, por no hablar de los miles de m¨¦dicos del pa¨ªs que recetan sus escamas. Ya se lo dije: pangol¨ªn o conspiraci¨®n.

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