El misterio de las bacterias de una mujer enterrada con honores hace 19.000 a?os

En 2010, un grupo de arque¨®logos encontr¨® en la cueva de El Mir¨®n (Cantabria) los restos de una mujer enterrada hace 19.000 a?os. Esta sepultura llam¨® la atenci¨®n de los expertos por su antig¨¹edad, pero tambi¨¦n porque los huesos estaban cubiertos de pintura roja y con c¨²mulos de polen que indicaban que la tumba hab¨ªa sido decorada con flores. Se la bautiz¨® entonces como la Dama Roja. Estos restos han servido de muestra para un nuevo estudio que pretend¨ªa analizar la evoluci¨®n de las bacterias bucales desde los pr...

En 2010, un grupo de arque¨®logos encontr¨® en la cueva de El Mir¨®n (Cantabria) los restos de una mujer enterrada hace 19.000 a?os. Esta sepultura llam¨® la atenci¨®n de los expertos por su antig¨¹edad, pero tambi¨¦n porque los huesos estaban cubiertos de pintura roja y con c¨²mulos de polen que indicaban que la tumba hab¨ªa sido decorada con flores. Se la bautiz¨® entonces como la Dama Roja. Estos restos han servido de muestra para un nuevo estudio que pretend¨ªa analizar la evoluci¨®n de las bacterias bucales desde los primeros hom¨ªnidos hasta el ser humano moderno. El trabajo ha descubierto que hay una diferencia importante entre el conjunto de microorganismos de los europeos del Paleol¨ªtico superior (grupo al que pertenece la Dama Roja) y los humanos que llegaron al continente hace 14.000 a?os. Las bacterias de los primeros son muy similares a las de los neandertales, mientras que las de los segundos se asemejan m¨¢s a los del hombre moderno.

Al conjunto de bacterias que tenemos en nuestro organismo se las conoce como microbiota. Adem¨¢s de en la boca, est¨¢n presentes en otros lugares, como la nariz, los pulmones, los intestinos o la piel. Si bien el grueso de estos microbios son comunes a todos los humanos y pasan de una generaci¨®n a otra durante la infancia, con la lactancia y el contacto directo, hay una parte que var¨ªa entre cada individuo. Manuel Gonz¨¢lez Morales, catedr¨¢tico de la Universidad de Cantabria, investigador del Instituto de Investigaciones Prehist¨®ricas de la misma comunidad y uno de los responsables de la excavaci¨®n de los restos de la Dama Roja, lo define como ¡°una huella personal¡±. ¡°Puede haber bacterias concretas que var¨ªen. Nunca somos exactamente id¨¦nticos¡±, explica. Seg¨²n los c¨¢lculos de los expertos, en total estas bacterias suponen un kilo y medio de peso.

La microbiota es un conjunto de bacterias propio y personal, presente por todo nuestro cuerpo y que conformamos durante la infancia, con la lactancia o el contacto directo.

Para el estudio se han utilizado muestras de humanos actuales, gorilas, chimpanc¨¦s y neandertales, adem¨¢s de usar otros datos publicados en informes anteriores. Para analizar al hombre del Paleol¨ªtico superior, tomaron muestras de la Dama Roja y al analizarlas, comprobaron que estas cepas de la boca se parec¨ªan mucho m¨¢s a las muestras tomadas en neandertales que a aquellas de los hombres posteriores a hace 14.000 a?os, antepasados directos de los actuales. En esta fecha se data una ruptura ya que, con el final de la ¨²ltima glaciaci¨®n, se produce una migraci¨®n masiva de individuos desde Asia hacia Europa, que acab¨® reemplazando a la poblaci¨®n aut¨®ctona. Lo mismo ocurri¨® con la microbiota de los antiguos europeos. ¡°Las poblaciones que colonizan Europa desde Oriente Medio hace unos 14.000 a?os tienen microbiotas diferentes a los antiguos europeos, a pesar de que ambos tienen la misma ascendencia neandertal¡±, explica Gonz¨¢lez.

Los autores del estudio, publicado hoy en la revista PNAS, apuntan a que el hecho de que los antiguos europeos y los neandertales compartan una microbiota muy similar se debe a que lo heredaron de un mismo antepasado que existi¨® hace 600.000 a?os. En esta ¨¦poca, los investigadores creen que los humanos incorporan el almid¨®n a su dieta, un compuesto que proporciona m¨¢s energ¨ªa que otras comidas y que pudo haber ayudado al mayor desarrollo cerebral de la rama Homo. ¡°Hay una separaci¨®n con el resto de primates que se produce cuando aparecen las bacterias ligadas al procesamiento del almid¨®n. Es una cosa espec¨ªficamente humana¡±, se?ala Gonz¨¢lez.

Pero esta similitud de la microbiota solo se da en las muestras de europeos del Paleol¨ªtico superior y no en las de individuos de ?frica. ¡°Las microbiotas de los espec¨ªmenes del norte de ?frica de esa ¨¦poca tambi¨¦n eran diferentes. Eran microbiotas de hombres modernos conviviendo con microbiotas de neandertales¡±, cuenta Gonz¨¢lez. Esto no significa que la poblaci¨®n africana est¨¦ m¨¢s evolucionada que las poblaciones europeas o asi¨¢ticas, simplemente tienen ¡°historias evolutivas diferentes¡±, seg¨²n apunta el investigador. ¡°Las poblaciones actuales africanas pr¨¢cticamente no tienen nada de ascendencia neandertal. El resto de las poblaciones de Eurasia y Am¨¦rica, que se coloniza desde Asia, s¨ª que tenemos una peque?a proporci¨®n de linaje neandertal. En torno a un 1-2%¡±, explica.

Para Antonio Rosas, profesor de Investigaci¨®n del CSIC, este estudio pertenece a una corriente de investigaci¨®n cada vez m¨¢s importante, centrada en la influencia de las microbiotas en la vida y la biolog¨ªa. A nivel humano, Rosas considera que ¡°conocer la evoluci¨®n de este conjunto de microorganismos nos ayuda a entender mucho mejor las cosas desde un punto de vista evolutivo¡±. Pero estos conocimientos tambi¨¦n se pueden aplicar a otros animales y especies. ¡°Es importante tener un criterio independiente para conocer la evoluci¨®n de los grupos animales. Se trata de estudiar la composici¨®n de estos biomas y ver c¨®mo va cambiando¡±, asegura. Gonz¨¢lez tambi¨¦n es optimista en cuanto a las posibilidades del estudio, aunque considera que ¡°ser¨¢ necesario ampliar la muestra para comprobar si este descubrimiento se da en otras poblaciones del Paleol¨ªtico¡±.

FE DE ERRORES: En una primera versi¨®n del art¨ªculo se dec¨ªa que el conjunto de bacterias que tenemos en nuestro organismo y en el que se basaba el estudio se le conoce como microbioma, cuando su nombre es microbiota.

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