C¨®mo regulan las flores la temperatura de su ecosistema

La presencia de flores en un prado es un factor diferencial. No solo a nivel est¨¦tico, sino tambi¨¦n a nivel clim¨¢tico y de humedad, seg¨²n ha descubierto un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores estadounidenses. Aquellos suelos cubiertos con flores reflejaban una mayor radiaci¨®n solar que aquellos campos con otra vegetaci¨®n, lo que les hac¨ªa tener hasta 1,2 grados cent¨ªgrados menos de temperatura y un 1% m¨¢s de humedad. Estas variables, a su vez, repercuten en las condiciones de vida para la fauna y el resto de la flora de ese territorio, y, seg¨²n los autores del trabajo, podr¨ªa...

La presencia de flores en un prado es un factor diferencial. No solo a nivel est¨¦tico, sino tambi¨¦n a nivel clim¨¢tico y de humedad, seg¨²n ha descubierto un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores estadounidenses. Aquellos suelos cubiertos con flores reflejaban una mayor radiaci¨®n solar que aquellos campos con otra vegetaci¨®n, lo que les hac¨ªa tener hasta 1,2 grados cent¨ªgrados menos de temperatura y un 1% m¨¢s de humedad. Estas variables, a su vez, repercuten en las condiciones de vida para la fauna y el resto de la flora de ese territorio, y, seg¨²n los autores del trabajo, podr¨ªa ayudar a combatir el calentamiento global a peque?a escala.

La investigaci¨®n se realiz¨® en el Laboratorio Biol¨®gico de las Monta?as Rocosas ubicado en Colorado (EE UU), a 2.900 metros de altura. Para ello, se delimitaron 20 parcelas de 2 metros de lado. En 10 de ellas se dejaron crecer las flores de Helianthella quinquenervis (girasol de Aspen) y en las otras 10 se eliminaron. En estas parcelas, las flores sobresal¨ªan por encima del resto de vegetaci¨®n, por lo que eran las primeras en recibir la radiaci¨®n solar. Cada una de estas zonas estaba rodeada de otra parcela circular de 14 metros de di¨¢metro con las mismas condiciones (con o sin flores), que formaba parte de otro experimento. El estudio comenz¨® en 2015 y se prolong¨® hasta 2019. Sin embargo, los datos correspondientes a 2016 no se incluyeron por problemas log¨ªsticos y una helada en 2018 da?¨® gran parte de las flores, por lo que la muestra se limita a los datos recabados en 2015, 2017 y 2019. Todas las mediciones de estos a?os se hicieron a pleno sol y en el momento ¨¢lgido de floraci¨®n.

La clave est¨¢ en la cantidad de radiaci¨®n que reflejan los objetos, lo que se conoce como albedo. Los cuerpos claros reflejan una mayor cantidad de luz, mientras que los oscuros la absorben y la transforman en calor. Del mismo modo, las superficies brillantes reflejan una mayor cantidad de luz que las de color mate. Alfonso Bl¨¢zquez Castro, profesor del departamento de Biolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y uno de los autores del estudio, sobre el que ha publicado un art¨ªculo en The conversation, explica que ¡°hasta ahora se hab¨ªa tenido en cuenta el efecto de que la superficie fuera m¨¢s o menos brillante o m¨¢s o menos oscura con respecto al hielo de los polos o los cambios de vegetaci¨®n entre la primavera o el oto?o. Pero a nadie se le hab¨ªa ocurrido que las flores, que presentan unos colores muy distintos al cuerpo de la planta, pod¨ªan tener tambi¨¦n un efecto sobre el entorno donde est¨¢n¡±.

Seg¨²n apunta el informe, ¡°el momento en el que las plantas reverdecen y maduran afecta a la absorci¨®n de carbono, al intercambio de agua y al albedo de la superficie terrestre¡±, tres factores que condicionan el microclima de un territorio. Aunque la disminuci¨®n de la temperatura solo se registr¨® en dos de los tres a?os datados, los investigadores conf¨ªan en que estos cambios en el microclima puedan condicionar las temperaturas de una regi¨®n mayor. ¡°En grandes plantaciones para uso comercial, como las de ma¨ªz, la soja o el girasol, s¨ª tenemos muchos miles de hect¨¢reas plantadas¡±, expone Bl¨¢zquez. ¡°El hecho de que esas plantas puedan reflejar mayor o menor cantidad de luz s¨ª que puede tener un efecto importante en la temperatura de la regi¨®n. Es relativamente obvio a la luz de los resultados, pero es algo que habr¨¢ que demostrar¡±.

Otro aspecto sobre el que quieren seguir investigando es c¨®mo estos peque?os cambios afectan a las especies que habitan estas zonas y al resto de la vegetaci¨®n. ¡°Suponemos que si aumenta la temperatura y disminuye la humedad, lo previsible es que eso suponga un cierto estr¨¦s para todas las formas de vida de ese terreno¡±, cuenta Bl¨¢zquez. El autor confiesa que la idea del equipo era profundizar en este aspecto a lo largo del a?o, pero la ola de calor que arras¨® EE UU y Canad¨¢ a principios de julio ha acabado con la mayor parte de las flores.

La clave est¨¢ en la cantidad de radiaci¨®n que reflejan los objetos: el albedo. Los cuerpos claros reflejan una mayor cantidad de luz, mientras los oscuros la absorben

A futuro, el equipo tambi¨¦n necesita confirmar si este proceso de enfriamiento se produce tambi¨¦n en otros ecosistemas. Bl¨¢zquez sospecha que, ya que la altura no es un factor diferencial, este efecto puede reproducirse en otras ¨¢reas. ¡°A priori tendr¨ªa que poder extrapolarse a cualquier zona donde haya vegetaci¨®n con flores brillantes, sea en altura o sea a nivel del mar¡±, considera. De ser as¨ª, el experto cree que podr¨ªa ayudar a planificar los cultivos y reducir el impacto que estos puedan tener en la temperatura de cualquier regi¨®n.

Fernando Valladares, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales y que no ha trabajado en el estudio, asegura que nunca se hab¨ªa llegado una investigaci¨®n de este tipo a una escala tan grande, aunque considera que los resultados son ¡°modestos¡±. ¡°En cuanto empiezas a tener en cuenta todas las condiciones, ese efecto se va diluyendo y se queda como algo que refina, pero no como algo que va a cambiar grandes cosas¡±, dice. Para el investigador, el resultado no es ¡°tan rompedor ni tan impactante¡± como consideran los autores, aunque entiende que puede ser ¨²til para refinar los modelos de simulaci¨®n clim¨¢ticos que se utilizan actualmente.

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