Las hembras de una especie de colibr¨ª copian la apariencia de los machos para evitar el acoso
Alrededor de un 20% de las aves adoptaron los llamativos colores de los miembros masculinos al pasar a la etapa adulta, lo que les permiti¨® tener acceso a la comida m¨¢s veces y durante m¨¢s tiempo
Los jacobinos de cuello blanco son una especie de colibr¨ª que habita en el centro y el sur de Am¨¦rica. Al igual que ocurre con otras especies, machos y hembras adultos tienen una apariencia diferenciada. Cuando ocurre este dimorfismo en el mundo de las aves, normalmente los j¨®venes se asemejan a las hembras adultas, pero esta especie, llamada Florisuga mellivora, tiene dos particularidades. La primera es que los individuos inmaduros tienen una apariencia parecida a los machos adultos. La segunda es que, cuando...
Los jacobinos de cuello blanco son una especie de colibr¨ª que habita en el centro y el sur de Am¨¦rica. Al igual que ocurre con otras especies, machos y hembras adultos tienen una apariencia diferenciada. Cuando ocurre este dimorfismo en el mundo de las aves, normalmente los j¨®venes se asemejan a las hembras adultas, pero esta especie, llamada Florisuga mellivora, tiene dos particularidades. La primera es que los individuos inmaduros tienen una apariencia parecida a los machos adultos. La segunda es que, cuando crecen, no todas las hembras cambian su plumaje como deber¨ªan. En torno al 20% adquiere los colores que les corresponden a ellos. Los investigadores no saben si se debe a factores gen¨¦ticos o ambientales, pero han descubierto que las hembras con aspecto de macho sufren menos acoso social por parte de otros individuos.
Las cr¨ªas de esta especie se caracterizan por tener colores brillantes en la cabeza y las alas, cuentan con una mancha anaranjada en el cuello, y la cola y el pecho est¨¢n salpicados de verde. Los machos adultos comparten unos colores principales muy parecidos a los j¨®venes, aunque en este caso la cola y el pecho son blancos casi por completo. Las hembras, en su mayor¨ªa, suelen vestir tonos m¨¢s apagados, como grises, verdes e incluso negros, y tanto en la cola como en el pecho predomina el verde. Aquellas hembras que adoptan la apariencia masculina lo hacen al alcanzar la edad adulta, pero no pueden hacerlo m¨¢s adelante. Una vez se disfrazan, no pueden recuperar el color del plumaje que les corresponder¨ªa.
Las observaciones de los investigadores se realizaron entre julio de 2015 y junio de 2019 en Gamboa (Panam¨¢), donde seleccionaron 436 jacobinos de cuello blanco. Mediante una serie de comederos estudiaron c¨®mo interactuaban entre s¨ª los diferentes ejemplares. As¨ª, los expertos descubrieron que el acoso proven¨ªa principalmente de los machos y era m¨¢s frecuente hacia las hembras con sus colores habituales. Este abuso normalmente se manifestaba en actitudes agresivas en las interacciones sociales o mientras se alimentaban. En algunos casos, se produc¨ªan incluso picotazos y golpes en el cuerpo. En las 269 persecuciones en las que particip¨® al menos un individuo con apariencia masculina (independientemente del sexo), este era el perseguidor en la mayor¨ªa de ocasiones. Por contra, en las 90 persecuciones registradas en las que participaba un individuo con apariencia femenina, estas eran perseguidas 10 de cada 11 veces. De esta forma, las hembras camufladas pod¨ªan acceder sin contratiempos a los comederos m¨¢s a menudo y en periodos m¨¢s largos.
Los expertos rechazaron desde el inicio la idea de que estos nuevos colores facilitaran a la hembra encontrar pareja m¨¢s r¨¢pidamente. De hecho, se?alan que cuando las hembras tienen esos tonos m¨¢s llamativos es precisamente cuando a¨²n no han madurado y no pueden reproducirse. Esta teor¨ªa de los investigadores se vio posteriormente reforzada por sus propios ensayos. En todas las pruebas que realiz¨® el equipo de la Universidad de Cornell, siempre que hab¨ªa una hembra con sus colores habituales, los machos se acercaron a ellas en primer lugar. Cuando hab¨ªa dos hembras con aspecto masculino, estos parec¨ªan no tener ninguna preferencia concreta. ¡°Es dif¨ªcil decir si la ventaja de apareamiento para las hembras con apariencia de hembra es realmente algo que les importa. En nuestros experimentos vimos que, aunque estas ten¨ªan una ventaja para atraer a sus parejas, las hembras con los colores de los machos tambi¨¦n eran cortejadas¡±, explica Jay Falk, del Departamento de Neurobiolog¨ªa y Comportamiento de la mencionada universidad y uno de los autores del estudio. Las conclusiones al completo se han publicado en la revista Current Biology.
Es decir, este disfraz no ofrece ventajas a la hora de reproducirse, pero s¨ª para acceder a la comida o esconderse de posibles depredadores, lo que apoya la idea de los investigadores de que estos colores favorecen la selecci¨®n social. Esta teor¨ªa sostiene que la ornamentaci¨®n y los sistemas de defensa de los animales evolucionan en funci¨®n de la competencia por la comida, las parejas o la atenci¨®n de los padres. Seg¨²n Falk, hasta el momento la selecci¨®n sexual se consideraba el principal impulsor de estos cambios, pero este trabajo puede abrir nuevos horizontes: ¡°El estudio muestra realmente que hay que pensar ampliamente fuera de la selecci¨®n sexual para tener una comprensi¨®n completa de por qu¨¦ ciertas aves son coloridas y otras no.¡± Y sigue: ¡°Hemos estudiado una especie que probablemente s¨ª tiene selecci¨®n sexual en los machos, pero aun as¨ª, esto no proporciona una historia completa de la ornamentaci¨®n, especialmente cuando se trata de las hembras¡±.
Este ¡°disfraz¡± no ofrece ventajas a la hora de reproducirse, pero s¨ª para acceder a la comida o esconderse de posibles depredadores
Esta especie de colibr¨ª no es la ¨²nica en la que se produce este cambio de apariencia. En este tipo de p¨¢jaros es un fen¨®meno relativamente habitual, tanto en individuos j¨®venes como adultos. Pero tambi¨¦n ocurre fuera del mundo aviar. La ciencia ha reportado casos de hembras de peces, lib¨¦lulas, mariposas o lagartos que adoptan la apariencia de los machos. En el caso de esta especie, este fen¨®meno se descubri¨® en 1950. ¡°Es posible que haya alg¨²n tipo de equilibrio que mantenga las cosas estables. Todav¨ªa no entendemos por qu¨¦ la mayor¨ªa de las hembras no se parecen a los machos, y por qu¨¦ ambos tipos son capaces de existir simult¨¢neamente¡±, dice Falk.
El experto considera que el estudio puede ampliar las perspectivas y apreciar mejor la vida de los animales. ¡°Creo que de alguna manera beneficia a la gente saber que todav¨ªa hay mucho misterio en un p¨¢jaro que puedes encontrar en tu patio, y que no tienes que ir muy lejos para encontrarlos¡±, remata.
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