La historia de precariedad oculta tras la firma de una investigaci¨®n sobre el cielo de Venus
Javier Peralta trabaj¨® en la Agencia Espacial japonesa y firm¨® m¨¢s de 40 art¨ªculos cient¨ªficos, pero tuvo que solicitar un subsidio como retornado y formarse como profesor de educaci¨®n secundaria
Si Venus intriga y entusiasma a la ciencia es porque en su atm¨®sfera, en parte desconocida, a¨²n hay margen para la sorpresa. Una de las ¨²ltimas...
Si Venus intriga y entusiasma a la ciencia es porque en su atm¨®sfera, en parte desconocida, a¨²n hay margen para la sorpresa. Una de las ¨²ltimas investigaciones cient¨ªficas publicada en la revista Nature ha servido para arrojar luz a la meteorolog¨ªa nocturna del planeta, gracias a un nuevo m¨¦todo para procesar las im¨¢genes t¨¦rmicas recogidas por el orbitador de la misi¨®n japonesa Akatsuki. Pero, junto a esa respuesta, el art¨ªculo plante¨® otra duda oculta en una nota al pie. Entre los 15 firmantes del texto aparece un espa?ol, Javier Peralta y vinculado a ¨¦l una muy poco habitual instituci¨®n en una publicaci¨®n cient¨ªfica: Colegio Huerta de la Cruz, Algeciras, Espa?a.
La sucinta referencia esconde una historia de precariedad en la ciencia, en la que un brillante astrof¨ªsico algecire?o de 41 a?os se ha visto obligado a solicitar un subsidio como emigrante retornado de 420 euros y a estudiar un m¨¢ster de profesorado de secundaria ante la falta de nuevas salidas laborales. Javier Peralta se vio en esta situaci¨®n en marzo de 2020, tras haber participado en 40 publicaciones ¡ª20 de ellas como autor principal¡ª y pasar los ¨²ltimos cinco a?os de su vida como investigador posdoctoral en el Instituto de Ciencia Espacial y Astron¨¢utica de Jap¨®n (JAXA), en los que cobraba 5.000 euros al mes. ¡°Empec¨¦ a estudiar el m¨¢ster de profesorado en remoto en diciembre y no sab¨ªa qu¨¦ hacer con mi vida¡±, reconoce el cient¨ªfico.
Para cuando ¨¦l y sus compa?eros de investigaci¨®n remataron el texto ¡ªque la revista Nature recibi¨® en noviembre de 2020 y acept¨® en mayo de este a?o¡ª, Peralta necesitaba una filiaci¨®n a una instituci¨®n y escogi¨® dos a las que estaba ligado: el Instituto de Astrof¨ªsica e Ci¨ºncias do Espa?o de Lisboa y el colegio en el que, entonces, se formaba y realizaba pr¨¢cticas como profesor de Matem¨¢ticas. ¡°Lo he hecho por necesidad y como homenaje al colegio, tanto a la direcci¨®n como el profesorado. Porque est¨¢n avivando las vocaciones del futuro¡±, explica el doctor en F¨ªsica. El investigador est¨¢ agradecido adem¨¢s al colegio concertado por las facilidades que le dieron para compaginar esa nueva formaci¨®n con su faceta investigadora.
Peralta descubri¨® su amor por la astrof¨ªsica cuando, siendo un ni?o, cayeron en sus manos las obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica de Isaac Asimov y Carl Sagan, sus ¨ªdolos, seg¨²n dice. Convirti¨® definitivamente la aspiraci¨®n en realidad cuando se licenci¨® en F¨ªsica por la Universidad de La Laguna en 2003, tras comenzar sus estudios en la Universidad de Sevilla. En 2007, recal¨® en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, donde obtuvo dos a?os despu¨¦s un doctorado europeo en F¨ªsica, con premio extraordinario y la calificaci¨®n cum laude. Ya por entonces cavilaba que lo suyo ¡°eran las atm¨®sferas planetarias¡±, pero fue su director de tesis, Agust¨ªn S¨¢nchez-Lavega, el que le hizo decantarse por centrar sus pesquisas en Venus, un planeta que ya entonces comenzaba a despertar el inter¨¦s cient¨ªfico con misiones espaciales como Galileo y Venus Express y tras ¡°m¨¢s de 10 a?os sin misiones¡±, como recuerda el astrof¨ªsico.
Peralta recal¨® en Jap¨®n en 2015, despu¨¦s de que la JAXA le aceptase en su beca de cinco a?os. All¨ª, pudo engancharse a la misi¨®n PLANET-C ¡ªuna vez lanzada la sonda al espacio pas¨® a llamarse Akatsuki ¡ª destinada a arrojar luz sobre las inc¨®gnitas que esconde el cielo de un planeta que tarda 243 d¨ªas terrestres en completar una rotaci¨®n, pero cuya atm¨®sfera gira 60 veces m¨¢s r¨¢pido, un fen¨®meno que se conoce como superrotaci¨®n. El investigador algecire?o se siente especialmente orgulloso de su participaci¨®n en el descubrimiento de las ondas estacionarias gigantes, un fen¨®meno que pudo estudiar tanto antes de su llegada a Jap¨®n ¡ªen Venus Express¡ª, como ya en la agencia espacial japonesa. ¡°La de JAXA es de las una de las becas mejor pagadas y te dan muchos recursos¡±, rememora Peralta.
De Jap¨®n a Sevilla
Con todo, el algecire?o sab¨ªa que la aventura japonesa llegar¨ªa a su fin. ¡°Empec¨¦ a pedir trabajo dos a?os antes de acabar en Jap¨®n. Aunque en la ciencia pedir trabajo no es solo echar un curr¨ªculo, sino que tienes que elaborar un plan de investigaci¨®n durante semanas, incluso meses en algunos casos. Y cuando pides algo, puedes estar esperando hasta un a?o para que se resuelva¡±, detalla el astrof¨ªsico. En esas estaba cuando ¨¦l y su mujer ¡ªest¨¢ casado con una taiwanesa¡ª llegaron a Algeciras con el estado de alarma reci¨¦n iniciado por la pandemia. El cient¨ªfico se vio obligado a recurrir a un subsidio como emigrante retornado. ¡°Menos es nada. Gracias a eso, que mi mujer presta servicios en remoto a una empresa japonesa y que mis padres dejaron sin alquilar su piso, hemos podido tirar adelante¡±, explica el investigador.
Peralta sabe que su situaci¨®n ni es nueva, ni ¨²nica: ¡°He visto a compa?eros abandonar y vocaciones destruidas por esto¡±. Pese a que los Presupuestos Generales recogen una subida in¨¦dita del 60% en ciencia, la inversi¨®n de Espa?a ¡ªun 1,25% del PIB, seg¨²n el INE¡ª est¨¢ bien lejos del 2% y el 3% que destinan otros pa¨ªses europeos. ¡°Hay una obsesi¨®n para captar fondos de fuera para no gastar los tuyos como pa¨ªs. Por eso, se valora mucho que seas capaz de captar fondos con tus investigaciones y eso, desgraciadamente, condiciona los temas de investigaci¨®n¡°, razona el astrof¨ªsico.
En el caso de Venus, desentra?ar el comportamiento de una atm¨®sfera condicionada por un efecto invernadero extremo puede ser de utilidad para analizar las din¨¢micas de futuro que puede experimentar la Tierra ante el reto del cambio clim¨¢tico. Pero no siempre hay una vinculaci¨®n directa entre una investigaci¨®n y su aplicaci¨®n inmediata a otro campo. Los pol¨ªticos no pueden ser tan cortoplacistas, no entienden la importancia de la investigaci¨®n b¨¢sica. ¡°El problema viene cuando intentas amputar o justificar la ciencia con ese tipo de factores de financiaci¨®n. Hay investigaciones que deben financiarse con el Estado¡±.
Pese a que han sido unos meses dif¨ªciles en lo profesional, el investigador asegura llevarse una ¡°gran experiencia¡± de su formaci¨®n como educador de secundaria. ¡°Hay profesores, como Juan Prieto y Pilar Orozco, que para m¨ª son un modelo como creadores de vocaciones cient¨ªficas (¡). Me encant¨® dar clases. Tenemos que cuidar de la gente que nos suceda¡±, explica Peralta, que asegura haber tomado nota para desarrollar futuras colaboraciones entre el ¨¢mbito cient¨ªfico y el educativo.
Y quiz¨¢s Peralta pueda aplicarlas cuando est¨¦ completamente asentado en su nuevo destino laboral, al que se incorpor¨® semipresencialmente a principios de este mes. Despu¨¦s de prepararse m¨¢s de 20 solicitudes buscando proyectos y trabajos que cayeron en saco roto, el astrof¨ªsico ha sido seleccionado para Emergia, una beca para la atracci¨®n del talento investigador en el extranjero. Ha escogido la Universidad de Sevilla, donde ahora puede seguir su estudio de las atm¨®sferas planetarias durante cuatro a?os por 2.200 euros al mes. Luego, espera poder engancharse como profesor, aunque sea por un sueldo menor. ¡°Dif¨ªcilmente iba a tener un salario m¨¢s alto que en Jap¨®n, pero con el tiempo, el salario deja de tener la importancia que tiene la ansiada estabilidad laboral. Son cosas que asumes, pero lo importante es seguir¡±, zanja con esperanza Javier Peralta.
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