Cita en Venus: dos naves europeas coinciden de visita en el planeta infernal
Dos sondas de la Agencia Espacial Europea sobrevuelan la superficie del asfixiante mundo mientras aprovechan para coger impulso hacia sus misiones de estudio de Mercurio y los polos solares
Un hipot¨¦tico venusiano que observara con curiosidad sus cielos se encontrar¨ªa esta semana con un espect¨¢culo intimidante: dos naves terr¨ªcolas sobrevolando su planeta con apenas unas horas de diferencia. Esa casualidad, que dar¨ªa para una pel¨ªcula de cat¨¢strofes alien¨ªgenas si intercambi¨¢ramos los protagonistas, es una demostraci¨®n del importante desarrollo de la investigaci¨®n espacial que se vive en la actualidad. Esas dos sondas que pasaron veloces por los cielos venusianos, Solar Orbiter y BepiColombo, son dos instrumentos de la Agencia Espacial Europea (ESA) camino de sus objetivos: los polos solares y el planeta Mercurio, respectivamente.
Pero en su paso por Venus han aprovechado para hacerse un selfi, para coger impulso en sus complicad¨ªsimas trayectorias y para hacer algo de ciencia. Este doble sobrevuelo ofrece ¡°una oportunidad sin precedentes para estudiar el entorno de Venus¡± desde diferentes perspectivas, seg¨²n la agencia europea. Y para mostrar esa expansi¨®n cient¨ªfica espacial: solo la ESA tiene en la actualidad 15 misiones en marcha. Venus es un planeta que ha recuperado inter¨¦s cient¨ªfico despu¨¦s de que algunos datos de sus nubes proporcionaran indicios de posible actividad biol¨®gica. Es el gemelo infernal de la Tierra, donde se alcanzan temperaturas que podr¨ªan derretir el plomo.
La Solar Orbiter, que como su propio nombre indica aspira a orbitar el Sol para descubrir sus secretos, pas¨® el lunes a 8.000 kil¨®metros de Venus. Esta es la segunda de las ocho pasadas que tiene planeado hacer esta nave junto al planeta para impulsarse y modificar su trayectoria. La primera fue en diciembre de 2020 y la ¨²ltima ser¨¢ en septiembre de 2030. Cada vez que lo hace, su ¨®rbita se escora unos grados m¨¢s, hasta conseguir una inclinaci¨®n de 17? en 2025 y de 33? en 2029, lo que le permitir¨¢ fotografiar en detalle una parte casi desconocida de nuestro astro: los polos solares. Esta misi¨®n se realiza en colaboraci¨®n con la NASA estadounidense.
Poco despu¨¦s pas¨® por all¨ª la sonda BepiColombo, nombrada as¨ª como homenaje al matem¨¢tico italiano Giuseppe Bepi Colombo (que explic¨® el extra?o comportamiento orbital de Mercurio), a tan solo 552 kil¨®metros de la superficie de Venus. Al cruzar durante el mediod¨ªa de este martes, la BepiColombo activ¨® dos de sus tres c¨¢maras para permitir ese autorretrato espacial en la que su instrumental envuelve la silueta del segundo planeta del sistema solar por cercan¨ªa al astro. Este proyecto de exploraci¨®n de Mercurio, el planeta m¨¢s cercano al Sol y el menos estudiado de los rocosos de nuestro sistema, se ha desarrollado en colaboraci¨®n con la agencia japonesa JAXA.
¡®BepiColombo¡¯ pretende dejarse capturar por Mercurio, ligeramente m¨¢s grande que la Luna, sin caer por la pendiente que supone la atracci¨®n del Sol
Las trayectorias de ambas misiones son especialmente delicadas, ya que por su intenci¨®n de acercarse al Sol podr¨ªan terminar quemando sus alas como en el mito de ?caro. Pero el proyecto de la BepiColombo es mucho m¨¢s vulnerable porque aspira a situarse en la ¨®rbita de Mercurio, lo que implica numerosos riesgos. La primera misi¨®n que acudi¨® a explorar a este planeta, la Mariner 10 (en 1974 y 1975), lo hizo de pasada: su ¨²nica intenci¨®n era cruzarse con este peque?o mundo (lo hizo tres veces) y observarlo todo lo posible al pasar junto a ¨¦l. Pero la nave actual pretende dejarse capturar por la gravedad de Mercurio, ligeramente m¨¢s grande que la Luna, sin caer por la pendiente resbaladiza que supone la fuerte atracci¨®n que ejerce el Sol.
Por eso la Mariner 10 apenas tard¨® 147 d¨ªas en llegar y la actual sonda europeo-japonesa todav¨ªa no ha llegado desde su lanzamiento en octubre de 2018: est¨¢ dando rodeos para atracar suavemente en Mercurio, como una bola de golf que tras ser impulsada con delicadeza, describe lentamente una curva por la hierba hasta caer en el agujero. La sonda comenzar¨¢ sus operaciones cient¨ªficas, tras comenzar a orbitar Mercurio, en 2026. Pero la espera tendr¨¢ recompensa: conseguir¨¢ realizar un mapa detallado del planeta, en lugar de peque?as observaciones fugaces. ¡°Esta es la misi¨®n m¨¢s compleja que ha lanzado nunca la ESA¡±, explicaba la ingeniera Santa Mart¨ªnez, coordinadora del procesamiento de los datos cient¨ªficos de la misi¨®n, d¨ªas antes del exitoso lanzamiento.
Venus ha recuperado inter¨¦s cient¨ªfico despu¨¦s de que algunos datos proporcionaran indicios de posible actividad biol¨®gica
La BepiColombo ya sobrevol¨® Venus en octubre, dejando algunas im¨¢genes y datos interesantes, ya que era la primera visita europea a ese planeta desde la Venus Express en 2014. Elsa Montagnon, directora de operaciones de la nave, asegur¨® que ¡°el sobrevuelo en s¨ª fue todo un ¨¦xito¡±. ¡°La ¨²nica diferencia con las operaciones normales es que cerca de Venus tenemos que cerrar temporalmente el obturador de cualquiera de los rastreadores de estrellas porque se espera que queden cegados por el planeta, algo similar a cerrar los ojos para evitar mirar al Sol¡±, explic¨® Montagnon. Pero en aquella ocasi¨®n la sonda pas¨® a m¨¢s de 10.700 kil¨®metros del planeta y ahora lo har¨¢ a unos 552 kil¨®metros, 20 veces m¨¢s cerca.
Esencialmente, hay cinco misterios que se pretenden desvelar del peque?o Mercurio. La composici¨®n fisicoqu¨ªmica del planeta hace dudar a los cient¨ªficos sobre el origen del planeta y si siempre ha estado en ese lugar tan cercano a nuestra estrella. Adem¨¢s, se intenta saber si hay agua helada en los fr¨ªos cr¨¢teres de su corteza y si pudo albergar vida. Por ¨²ltimo, la composici¨®n oscura de su superficie y la posibilidad de que cuente con campo magn¨¦tico son dos elementos que tambi¨¦n intrigan a los especialistas y que las dos sondas que desplegar¨¢ BepiColombo a su llegada ayudar¨¢n a entender.
Puedes escribirme a javier@esmateria.com y seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.