De Le¨®n al espacio, pasando por una peque?a universidad p¨²blica: ¡°Invirtiendo en ciencia se puede llegar a lo m¨¢s alto¡±

El ingeniero aeron¨¢utico Pablo ?lvarez y la biotecn¨®loga Sara Garc¨ªa han hecho historia por mucho m¨¢s que convertirse en los primeros astronautas espa?oles desde 1992. Los dos treinta?eros elegidos por la Agencia Espacial Europea entre 22.500 candidatos de todo el continente son hijos de la periferia y la Espa?a despoblada. Ambos ...

El ingeniero aeron¨¢utico Pablo ?lvarez y la biotecn¨®loga Sara Garc¨ªa han hecho historia por mucho m¨¢s que convertirse en los primeros astronautas espa?oles desde 1992. Los dos treinta?eros elegidos por la Agencia Espacial Europea entre 22.500 candidatos de todo el continente son hijos de la periferia y la Espa?a despoblada. Ambos fueron criados en Le¨®n y en brazos de la educaci¨®n p¨²blica. Se graduaron en su peque?a y joven universidad en el peor momento posible, durante aquella hecatombe econ¨®mica que encar¨® Espa?a hace una d¨¦cada. Y tanto ¨¦l como ella proceden de familias de clase media, emigradas a esta ciudad de 125.000 habitantes desde los pueblos del entorno. ¡°Esto demuestra que invirtiendo en ciencia se puede llegar a lo m¨¢s alto desde la Espa?a vaciada. Crecer en una provincia sin industria, de la que sabes que te tendr¨¢s que ir, hace que no te creas nada y te esfuerces mucho. De ah¨ª salen los logros¡±, reflexiona Rebeca Mart¨ªnez Garc¨ªa, profesora de Expresi¨®n Gr¨¢fica en la Escuela de Ingenier¨ªa Aeron¨¢utica de Le¨®n en la que estudi¨® ?lvarez. Adem¨¢s, es su amiga.

El hito espacial de ?lvarez y Garc¨ªa ha sacudido el campus leon¨¦s de Vegazana. Estudiaron sus carreras por la misma ¨¦poca y en centros ubicados a solo 500 metros de distancia, pero no se conocieron hasta que coincidieron en el duro proceso de selecci¨®n a los que los someti¨® la agencia europea. ?l, de 33 a?os, complet¨® sus estudios de Ingenier¨ªa T¨¦cnica Aeron¨¢utica en 2011 y march¨® de Erasmus a Polonia, donde curs¨® un m¨¢ster en la materia que en Le¨®n a¨²n no hab¨ªa. Ella, de la misma edad, se licenci¨® en Biotecnolog¨ªa, en la facultad leonesa culmin¨® un m¨¢ster en 2013 y all¨ª mismo form¨® parte del grupo de investigaci¨®n ModCell del Instituto de Biomedicina (Ibiomed).

¡°La de Le¨®n es una buena universidad, ?se sorprender¨ªa la gente igual si Pablo y Sara fueran graduados de la Polit¨¦cnica de Madrid?¡±

De la elecci¨®n de estos dos exalumnos se enter¨® el rector leon¨¦s, Juan Francisco Garc¨ªa Mar¨ªn, cuando a¨²n era un secreto, de boca de la ministra de Ciencia, Diana Morant, y bajo promesa de discreci¨®n. Asegura que experiment¨® una ¡°alegr¨ªa enorme¡±, pero ¡°no sorpresa¡±. ¡°La de Le¨®n es una buena universidad. ?Por qu¨¦ tenemos que pensar que solo las que tienen cientos de a?os de historia pueden? ?Se sorprender¨ªa la gente igual si Pablo y Sara fueran graduados de la Polit¨¦cnica de Madrid?¡±, se pregunta Garc¨ªa Mar¨ªn aludiendo a la instituci¨®n en la que estudi¨® el astronauta madrile?o Pedro Duque, la ¨²nica de Espa?a que en aquel tiempo contaba con una escuela de ingenier¨ªa aeron¨¢utica. La Universidad de Le¨®n, destaca el rector, est¨¢ por encima de la media en matriculaci¨®n de extranjeros y movilidad internacional y, pese a estar en un territorio muy castigado por la despoblaci¨®n, no pierde estudiantes.

¡°Discreto y buen compa?ero¡±; ¡°meticulosa y muy trabajadora¡±

Pablo ?lvarez, uno de los cinco nuevos astronautas titulares de la Agencia Espacial Europea, procede de una familia originaria de Murias de Paredes, un pueblo de 400 habitantes a 80 kil¨®metros de la capital leonesa. Es nieto de labradores. En el colegio p¨²blico Antonio de Valbuena, donde estudi¨®, este jueves ha habido celebraci¨®n. Los ni?os est¨¢n ¡°encantados¡± con eso de que un astronauta se sentara hace a?os en los mismos pupitres que ellos, apunta su directora, Mar¨ªa ?ngeles Sevilla. En el IES Eras de Renueva, cuentan de ?lvarez que era un ¡°buen compa?ero¡±, ¡°discreto¡±, que ¡°no destacaba ni por arriba ni por abajo¡±, lo mismo que dicen sus compa?eros de universidad, que destacan tambi¨¦n su capacidad de trabajo y su optimismo. Todos se sienten ¡°muy orgullosos¡± por un acontecimiento tan ¡°inspirador¡±, pero piden ¡°a los pol¨ªticos que est¨¦n a la altura¡± para que los j¨®venes formados en Le¨®n dejen de emigrar por obligaci¨®n. ¡°Pablo es hijo de una ciudad que tiene muy buena materia prima, pero que necesita urgentemente incentivos¡±, reclama Julio Fern¨¢ndez, director del instituto. ¡°Estos chicos en los que tanto estamos invirtiendo terminan march¨¢ndose de Le¨®n porque no hay posibilidades de trabajo. Es triste para los profesores y para las familias¡±.

A Sara Garc¨ªa, elegida como una de los 11 suplentes de la agencia, sus profesores y compa?eros de Biotecnolog¨ªa la definen como ¡°muy trabajadora¡±, ¡°meticulosa¡± y ¡°muy orientada a alcanzar sus metas¡±. Su familia es originaria de Vega de Espinareda, un pueblo del Bierzo de algo m¨¢s de 2.000 habitantes, y su abuelo era camionero en una mina. Estudi¨® en el instituto p¨²blico Padre Isla de Le¨®n, obtuvo dos premios de excelencia al terminar la carrera y aprendi¨® ¡°a pensar de manera cient¨ªfica¡± de la mano de las investigadoras Margarita Marqu¨¦s y Carmen Mar¨ªn. A estas dos profesoras no les sorprende que todos los conocimientos que Garc¨ªa adquiri¨® en los laboratorios del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Le¨®n los pueda aplicar ahora en el espacio. ¡°Quien es cient¨ªfica y hace las preguntas correctas puede hacerlo en cualquier sitio, aqu¨ª y en la Luna¡±, explica Mar¨ªn.

La Universidad de Le¨®n, con solo 12.000 matriculados y m¨¢s asequible para las familias por el menor coste de la vida en esta ciudad, ¡°forma muy bien a sus alumnos¡±, defiende Mar¨ªn, ¡°quiz¨¢s precisamente porque es peque?a y ofrece una formaci¨®n personalizada¡±. Un campus de este tama?o tiene tambi¨¦n sus h¨¢ndicaps. Investigar ¡°cuesta m¨¢s dinero¡±, prosigue la directora del trabajo de fin de m¨¢ster de Sara Garc¨ªa, porque ¡°falta masa cr¨ªtica y te tienes que desplazar para buscar colaboradores que est¨¦n trabajando en lo mismo que t¨²¡±. Marchar al extranjero es positivo y necesario para un investigador, recalca, ¡°lo importante es que luego haya medios para volver¡±.

Rosal¨ªa Fern¨¢ndez recorri¨® varios pa¨ªses del extranjero y s¨ª ha logrado volver a Le¨®n gracias al reciente programa de atracci¨®n de talento internacional Mar¨ªa Zambrano. Fue compa?era de Sara Garc¨ªa en el grupo de investigaci¨®n ModCell. Destaca que en Biotecnolog¨ªa, la rama cient¨ªfica que ha llevado al espacio a la astronauta leonesa, las mujeres son mayor¨ªa. En la carrera de Ingenier¨ªa Aeron¨¢utica que curs¨® Pablo ?lvarez, sin embargo, las alumnas suponen solo un 10% de la matr¨ªcula. ¡°Sara es una persona con muchas inquietudes y es la prueba de que con trabajo se puede llegar lejos¡±, subraya.

En la Universidad de Le¨®n esperan que la proeza de haber formado a los dos primeros astronautas espa?oles en 30 a?os les d¨¦ puntos en la pugna por convertirse en la sede de la Agencia Espacial Espa?ola. ¡°Es un aval para nuestra candidatura porque uno de los pilares para ser elegido es la calidad de la universidad¡±, explica Joaqu¨ªn Barreiro, director de la Escuela de Ingenier¨ªa Aeron¨¢utica donde estudi¨® ?lvarez. Los dos astronautas leoneses ya se han puesto en contacto con la instituci¨®n en la que se graduaron para comunicarles que volver¨¢n a su tierra a mediados de diciembre y les gustar¨ªa visitar el campus. ¡°Son un espejo para nuestros alumnos y la prueba de que se puede llegar a la excelencia europea desde una universidad p¨²blica muy peque?a¡±, concluye la profesora de Ingenier¨ªa Aeron¨¢utica Rebeca Mart¨ªnez.