Unos mosquitos atrapados en ¨¢mbar hace 130 millones de a?os demuestran que los machos tambi¨¦n chupaban la sangre
El descubrimiento de los zancudos m¨¢s antiguos complica la historia de la evoluci¨®n de la hematofagia
Hace 130 millones de a?os, lo que hoy es el L¨ªbano, en el otro extremo del Mediterr¨¢neo, era muy diferente. Entonces, esa tierra se encontraba en el nordeste de Gondwana, uno de los dos supercontinentes que hab¨ªa, ba?ada por el mar de Tetis. A diferencia de su clima y paisaje mediterr¨¢neos actuales, era una regi¨®n de bosques tropicales de auracarios u otras con¨ªferas, como los extintos Cheirolepidiaceae. La resina de uno de estos ¨¢rboles atrap¨® a dos mosquitos despistados y, ahora, tanto tiempo despu¨¦s, los cient¨ªficos han descubierto que chupaban la sangre, algo que en las especies actuales solo hacen las hembras. Es un misterio por qu¨¦ dejaron de hacerlo.
La hematofagia es una estrategia evolutiva que viene de antiguo. Todo indica que hace millones de a?os algunos insectos que se alimentaban con el n¨¦ctar, melazas o la savia de las plantas, se pasaron a otro fluido, la sangre de los animales. En su boca contaban con todo lo necesario: una larga prob¨®scide, con su aguij¨®n hueco, mand¨ªbulas denticulares (en forma de sierra) afiladas y ap¨¦ndices perforadores. Las pulgas hemat¨®fagas, por ejemplo, pertenecen a un linaje que se separ¨® de otra familia, los mecopt¨¦ridos que eran y son nectar¨ªvoros. El insecto picador por excelencia, por todas las molestias y potenciales peligros como vector de enfermedades, es el mosquito, cuyas 3.500 especies conocidas pertenecen a la familia de los cul¨ªcidos. Pero a diferencia de otros insectos hemat¨®fagos, solo las hembras chupan la sangre. Para ellas, las prote¨ªnas presentes en el torrente sangu¨ªneo son la clave para el inicio de la puesta de sus huevos. De hecho, tras la picadura y la ingesta es cuando se inicia el ciclo ov¨¢rico. As¨ª que si no hay sangre, no hay nueva generaci¨®n. Los machos no pican, se limitan al n¨¦ctar. De hecho, un experimento realizado hace unos a?os, logr¨® que mosquitos macho libaran sangre. En dos o tres d¨ªas, empezaron a morir como si los hubieran rociado con insecticida. Pero no siempre fue as¨ª.
¡°Estos mosquitos son los m¨¢s antiguos que se han encontrado y pertenecen a una nueva subfamilia que creamos, el Libanoculex intermedius¡±Dany Azar, entom¨®logo de la Universidad de L¨ªbano
La nueva especie de cul¨ªcido descubierta por un grupo de investigadores qued¨® atrapada en ¨¢mbar liban¨¦s hace unos 130 millones de a?os. Como dice uno de los autores del descubrimiento, el entom¨®logo de la Universidad de L¨ªbano, Dany Azar, ¡°estos mosquitos son los m¨¢s antiguos que se han encontrado y pertenecen a una nueva subfamilia que creamos y que tiene una posici¨®n basal entre los Culicidae¡±. Lo han llamado Libanoculex intermedius. Dos de los ejemplares son machos y, lo que es m¨¢s intrigante, tienen toda la maquinaria relatada m¨¢s arriba: una larga prob¨®scide, mand¨ªbulas afiladas denticulares y ap¨¦ndices perforadores, seg¨²n detallas en la revista cient¨ªfica Current Biology.
¡°Los mosquitos pertenecen a mi colecci¨®n¡±, dice Azar. ¡°Descubr¨ª este material hace unos 15 a?os y al principio pens¨¦ que pertenec¨ªa a los Chaoboridae [mosquitos fantasma, que no pican], un grupo hermano de los cul¨ªcidos. En ese momento no ten¨ªa un buen microscopio¡±, reconoce. Pero durante la pandemia de covid tuvo tiempo para revisar los ejemplares que ten¨ªa en casa (y que ahora est¨¢ depositada en el Museo de Historia Natural de la universidad libanesa) tratando de poner algo de orden en su colecci¨®n. ¡°Observ¨¦ y prepar¨¦ los espec¨ªmenes y me sorprendi¨® enormemente ver que pertenecen a los Culicidae. Y mi mayor sorpresa fue ver que tienen dientes en las piezas bucales, que creemos firmemente eran funcionales, con lo que se alimentaban de sangre¡±, completa Azar, ahora trabajando en el Instituto de Geolog¨ªa y Paleontolog¨ªa de Nanjing, de la Academia China de Ciencias.
La dataci¨®n de 130 millones de a?os, en el Cret¨¢cico inferior, convierte a estos dos mosquitos macho en los m¨¢s antiguos cul¨ªcidos encontrados en el registro f¨®sil. Hay constancia de garrapatas que chupaban la sangre a los dinosaurios hace unos 100 millones de a?os. Los nuevos mosquitos a?aden complejidad a la evoluci¨®n de la hematofagia entre los insectos. Y es algo que interesa conocer. M¨¢s all¨¢ de las molestas picaduras, distintas especies de cul¨ªcidos transmiten distintas enfermedades. Los Aedes aegypti por ejemplo, contagia virus como el del chikungu?a, el dengue y el Zika. Mientras, algunos del g¨¦nero Culex propagan el virus del Nilo Occidental y los anofeles, la malaria. Hay otros males que aprovechan a estos insectos como vectores, como las encefalitis equinas o la encefalitis Crosse.
Entre los insectos d¨ªpteros (dos alas) nematoceros (antenas filamentosas) en el que se engloban las moscas y los mosquitos hay otros grupos hemat¨®fagos. Es el caso de psic¨®didos, entre los que se encuentran las moscas de la humedad o los amigos de pared. Uno de sus g¨¦neros, el Lutzomyia, incluye moscas que transmiten la leishmaniasis. Tambi¨¦n entre los braqu¨ªceros hay especies que se alimentan de sangre. Pero hay otros que lo hac¨ªan y dejaron de hacerlo. Es el caso de los quiron¨®midos, tan parecidos a los mosquitos que se los llama as¨ª si serlos. Estos animales acu¨¢ticos son una de las herramientas que usan los paleont¨®logos para conocer el clima del pasado. Hace millones de a?os dejaron de ser hemat¨®fagos. Pero a diferencia de los verdaderos mosquitos, en su caso, fueron tanto los machos como las hembras los que abandonaron la dieta sangu¨ªnea.
Andr¨¦ Nel, investigador del Museo Nacional de Historia Natural de la Universidad de La Sorbona de Par¨ªs (Francia) es coautor del descubrimiento de estos dos mosquitos macho. Sobre la p¨¦rdida de la capacidad de asimilar la sangre como sucedi¨® con los quiron¨®midos, reconoce que no se saben las causas. ¡°El caso es que esos hemat¨®fagos se extinguieron, y no sabemos por qu¨¦. Tal vez hubo m¨¢s recursos para la hematofagia durante el cret¨¢cico temprano y luego los recursos disminuyeron o la competencia entre moscas hemat¨®fagas llev¨® a la extinci¨®n de los taxones menos adaptados¡±, opina. En todo caso, rechaza que la p¨¦rdida de esta capacidad entre los cul¨ªcidos actuales sea una regresi¨®n evolutiva: ¡°No necesariamente, la hematofagia es complicada porque se necesita poder digerir la sangre y se ingieren microorganismos sangu¨ªneos que hay que neutralizar, algo que no es tan simple. Por lo tanto, mantener tambi¨¦n a mosquitos macho hemat¨®fagos pudo ser demasiado costoso [para la especie] en t¨¦rminos de energ¨ªa y adaptaci¨®n. Pero son solo hip¨®tesis. No est¨¢bamos all¨ª en aquel momento¡±.
¡°El ¨¢mbar del L¨ªbano es el m¨¢s antiguo con insectos f¨®siles que se conoce, por lo que ser¨¢ raro poder avanzar m¨¢s hacia el pasado sobre la evoluci¨®n de los mosquitos¡±Enrique Pe?alver, paleont¨®logo del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME-CSIC)
El paleont¨®logo del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME-CSIC) Enrique Pe?alver. Hace unos a?os descubri¨® en las cercan¨ªas de Santander la garrapata m¨¢s antigua del mundo, con 105 millones de a?os. Por eso destaca el descubrimiento de los mosquitos de ahora: ¡°Unos mosquitos tan importantes y significativos en la evoluci¨®n de la hematofagia es raro que no fueran detectados antes¡±. Pero reconoce el alcance del trabajo porque, dice, ¡°los autores son de los mejores cient¨ªficos en el mundo en paleoentomolog¨ªa¡±. Para Pe?alver, es un descubrimiento muy importante por su edad. ¡°Los mosquitos f¨®siles, para mostrar bien los caracteres anat¨®micos y poderlos estudiar con garant¨ªas, deben estar conservados en ¨¢mbar, pues en rocas laminadas de compresi¨®n no se pueden observar muchos detalles. As¨ª pues, el ¨¢mbar del L¨ªbano es el m¨¢s antiguo con insectos f¨®siles que se conoce, por lo que ser¨¢ raro poder avanzar m¨¢s hacia el pasado sobre la evoluci¨®n de los mosquitos basado en f¨®siles¡±, detalla.
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