Este peque?o marsupial deja de dormir para tener m¨¢s horas de sexo
Durante la temporada de apareamiento, los antequinos machos buscan copular con el mayor n¨²mero posible de hembras en sesiones que duran hasta 14 horas
Todo el mundo necesita dormir. Cuando los humanos o los animales no duermen lo suficiente, pueden tener dificultades para prestar atenci¨®n, sufrir irritabilidad y otros efectos negativos. Al antequino australiano, sin embargo, parece no importarle, pues sacrifica horas de sue?o para tener todo el sexo posible. En el curso de las tres intensas semanas del periodo de reproducci¨®n, los machos de este peque?o marsupial ¡ªuna peque?a criatura parecida a un rat¨®n¡ª buscan copular con el mayor n¨²mero ...
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Todo el mundo necesita dormir. Cuando los humanos o los animales no duermen lo suficiente, pueden tener dificultades para prestar atenci¨®n, sufrir irritabilidad y otros efectos negativos. Al antequino australiano, sin embargo, parece no importarle, pues sacrifica horas de sue?o para tener todo el sexo posible. En el curso de las tres intensas semanas del periodo de reproducci¨®n, los machos de este peque?o marsupial ¡ªuna peque?a criatura parecida a un rat¨®n¡ª buscan copular con el mayor n¨²mero de hembras en sesiones de hasta 14 horas. Investigadores de la Universidad de La Trobe en Melbourne (Australia) han identificado ese comportamiento y publican sus hallazgos este jueves en Current Biology.
Las 13 especies de antequino que se conocen habitan principalmente en Australia y Tasmania. Tienen una vida corta de tan solo 11 meses y los machos suelen morir justo despu¨¦s de la temporada de apareamiento. Su inusual historia de vida fue lo que atrajo a los cient¨ªficos a estudiarlos. Aunque atraparlos no fue f¨¢cil, la investigadora en Ciencias Animales, Erika Zaid y sus colegas, registraron los movimientos y las medidas metab¨®licas de 450 de estos animales para estudiar sus rutinas de sue?o. Encontraron que, en promedio, los machos sacrificaban al menos tres horas de descanso cada noche durante las tres semanas que las hembras estaban en celo.
Zaid explica que la urgencia de los antequinos macho radica en que son sem¨¦lparos, es decir, que se reproducen una sola vez en la vida. Por el contrario, las hembras viven el doble y tienen m¨¢s oportunidades de reproducirse. Esto ocasiona que ellos no quieren perder tiempo durmiendo y copulan durante 12 o 14 horas, mientras que ellas almacenan esperma de m¨²ltiples machos y no necesitan buscar pareja. Si una hembra deja de dormir, ser¨¢ por el acoso masculino que sufra durante la temporada de apareamiento.
Para garantizar su ¨¦xito reproductivo, en la contienda esperm¨¢tica los machos tambi¨¦n compiten entre s¨ª f¨ªsicamente para acceder a tantas hembras como sea posible. Los que menos duerman, ser¨¢n m¨¢s exitosos. Seg¨²n los expertos, la reducci¨®n del sue?o podr¨ªa ser adaptativa cuando la necesidad de reproducirse ¡°es extrema¡±.
?Muerte por exceso de sexo?
Hay tres cosas que todos los animales deben hacer: comer, evitar ser comidos y reproducirse. La capacidad para cumplir esos objetivos depende de la cantidad de sue?o que disfruten, y las funciones que brinda el descanso no pueden eludirse. No existe un animal que deje de dormir del todo, pero s¨ª hay algunos, como el antequino, que prefieren asegurar el ¨¦xito reproductivo antes que dormir. El caso m¨¢s extremo es el de los correlimos pectoral, que pasan hasta 15 d¨ªas sin dormir, tambi¨¦n para copular con tantas hembras como sea posible.
La falta de sue?o, sin embargo, pasa factura. Despu¨¦s de la temporada de apareamiento, los machos de antequinos desarrollaron lesiones cut¨¢neas, p¨¦rdida de pelaje y menor rendimiento cuando estaban despiertos, ¡°un efecto que se agrava noche tras noche¡±, explica Zaid. Otras investigaciones anteriores han propuesto que los antequinos viven poco, precisamente a causa de esa falta de sue?o, en lo que llaman suicidio reproductivo. Pero despu¨¦s de este experimento, el equipo de Zaid no est¨¢ de acuerdo del todo: ¡°Ocho de cada diez sobrevivieron m¨¢s all¨¢ de la temporada de apareamiento y los dos que murieron sincronizadamente, no fueron los que durmieron menos¡±, asegura la autora.
Los investigadores quieren aprender m¨¢s sobre c¨®mo los antequinos manejan la p¨¦rdida de sue?o, que alcanza un nivel que har¨ªa que las personas act¨²en como si estuvieran legalmente intoxicadas. ¡°?Los antequinos est¨¢n igualmente comprometidos, pero simplemente siguen adelante?¡±, se preguntan. ¡°?O simplemente son resistentes a los efectos negativos de la restricci¨®n del sue?o?¡±.
Desgraciadamente, despu¨¦s de todo el esfuerzo, la descendencia de estos marsupiales no lo tiene tan f¨¢cil. Las hembras son capaces de dar a luz hasta 18 cr¨ªas, pero dado que solo tienen seis pezones para alimentarlas, solo un tercio de ellas sobrevivir¨¢. Los antequinos no est¨¢n catalogados como una especie en peligro de extinci¨®n, pero la p¨¦rdida de h¨¢bitat debido al desarrollo humano s¨ª representa una amenaza para su supervivencia. La autora detalla que fue muy dif¨ªcil atrapar ejemplares y sospecha que el n¨²mero de animales presentes en la naturaleza hoy, ¡°no se acerca al registrado en la d¨¦cada de 1970¡å.
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