El enigma del leopardo de las nieves, el superdepredador que tambi¨¦n come hierba
El an¨¢lisis gen¨¦tico de sus heces muestra que la dieta del mayor carn¨ªvoro de Asia central incluye hojas de arbustos y es m¨¢s variada de lo que se cre¨ªa
El leopardo de las nieves es un f¨¦lido dentro del orden Carnivora. Pero el estudio de las heces de varios ejemplares ha identificado decenas de restos de plantas en ellas. Podr¨ªa pensarse que se debe a una ingesta accidental: al cazar a un ¨ªbice o a un argal¨ª, las dos especies caprinas que representan el grueso de su dieta, podr¨ªan tragarse restos vegetales presentes en sus est¨®magos mientras los devoran. Pero al analizar las deposiciones de los herb¨ªvoros no encontraron las mismas variedades de hojas que las que hab¨ªa en las de los felinos. Solo quedan dos opciones. O se las comen para combatir el hambre o cumplen alg¨²n tipo de funci¨®n medicinal como se ha observado en los primates. Los autores de la investigaci¨®n no saben con qu¨¦ explicaci¨®n quedarse.
La reserva de Sarychat-Ertash, en las monta?as Tian, que hacen de frontera entre Kirguist¨¢n y China, alberga a una veintena de leopardos de las nieves. Este f¨¦lido ocupa la c¨²spide de la cadena tr¨®fica en las zonas de Asia central, donde sobrevive rodeado de recientes amenazas. Investigadores de varias universidades japonesas y la organizaci¨®n Snow Leopard Trust han dedicado los meses de primavera y oto?o de 2017 a 2023 (la nieve del invierno y el deshielo del verano complican el trabajo el resto del a?o) a recoger heces de una decena de especies. Adem¨¢s de las muestras de los leopardos, tambi¨¦n recolectaron las de otros dos depredadores ¡ªlobos y zorros¡ª, varios herb¨ªvoros como el argal¨ª, un carnero de imponente cornamenta, y tambi¨¦n de ¨ªbices asi¨¢ticos. El an¨¢lisis en el laboratorio tambi¨¦n identific¨® deposiciones de oso pardo y de marmota, un roedor que es una presa tambi¨¦n de los tres carn¨ªvoros analizados. En total recopilaron 150 muestras fecales, 90 de ellas de leopardos.
En su trabajo, publicado en Royal Society Open Science, lograron identificar la presencia gen¨¦tica de presas en ocho de las heces de los leopardos. Pero lo llamativo es que hallaron ADN vegetal en 77 de ellas. ?Son vegetarianos? La profesora del Centro e Investigaci¨®n de la Vida Salvaje de la Universidad de Kioto (Jap¨®n), Kodzue Kinoshita, lo niega enseguida. ¡°No hay duda de que el leopardo de las nieves es un carn¨ªvoro¡±, dice la coautora de este estudio. Lo que sucede es que buena parte del rastro gen¨¦tico vegetal en sus heces procede en realidad de alguno de los herb¨ªvoros que caz¨® y se comi¨®. Cuando hallaron plantas en las heces, algunas veces no encontraron el ADN de alguna presa, ¡°pero en general detectamos ADN animal en ellas¡±, explica la investigadora.
Lo intrigante fueron las veces en que esto no fue as¨ª. Para descartar que todo se debiera a una ingesta accidental del contenido intestinal de la presa, realizaron un an¨¢lisis para ver qu¨¦ tipos de plantas estaban presentes simult¨¢neamente en la misma muestra fecal. Encontraron material gen¨¦tico de tres grandes familias, las po¨¢ceas, aster¨¢ceas y tamaric¨¢ceas. Mientras que las dos primeras estaban en las mismas muestras con restos animales, no sucede lo mismo con la tercera. ¡°El an¨¢lisis mostr¨® que Myricaria sp., que es un g¨¦nero de plantas dominante en las heces del leopardo de las nieves, coexist¨ªa negativamente con el ADN de las presas¡±. Que restos de estas plantas de hoja caduca propias del clima continental fr¨ªo tiendan a ser detectados en muestras sin presencia de restos animales ¡°sugiere que consumen este arbusto de forma intencionada con frecuencia, en particular cuando su tracto digestivo est¨¢ vac¨ªo¡±, detalla la cient¨ªfica japonesa.
Pero hasta aqu¨ª llega Kinoshita: reconocen no saber por qu¨¦ el mayor carn¨ªvoro de Asia central come hierba y hojas. En general, las plantas no son muy digeribles, a diferencia de los tejidos animales. La celulosa presente en las c¨¦lulas vegetales exige sistemas digestivos especializados, como los de los rumiantes. En cambio, el leopardo de las nieves ha evolucionado morfol¨®gica, fisiol¨®gica y conductualmente como carn¨ªvoro: su dentici¨®n est¨¢ dise?ada para desgarrar y cortar, sus papilas gustativas son muy sensibles a los amino¨¢cidos (prote¨ªnas), poco sensibles a los az¨²cares presentes en la fruta y escasa tolerancia a los compuestos amargos, habituales en las plantas. Adem¨¢s, tiene un tracto digestivo muy corto. Nada le facilita tener una dieta m¨ªnimamente vegetariana.
¡°Desconocemos por qu¨¦ los leopardos de las nieves comen plantas. Pero seg¨²n nuestros art¨ªculos publicados anteriormente, creemos que comerlas no les ayuda a excretar o vomitar las bolas de pelo que todos los felinos acumulan en el est¨®mago¡±, dice Kinoshita. Existe otra posibilidad, tambi¨¦n relacionada con la salud. Algunos animales, en especial los primates, usan plantas medicinales o insectos para purgar a los par¨¢sitos intestinales o curar alguna herida. Aunque la t¨¦cnica usada en el an¨¢lisis de las heces no permiti¨® bajar del nivel del g¨¦nero, entre las 13 especies que integran el de las Myricaria sp, una de ellas, la M. bracteata, forma parte de la medicina tradicional tibetana y contiene elementos con capacidad antiinflamatoria. ¡°En el futuro, esto podr¨ªa aclararse, por ejemplo, investigando las propiedades medicinales y el valor nutricional de las plantas, la adaptabilidad a sus compuestos qu¨ªmicos, la relaci¨®n con las bacterias intestinales o la relaci¨®n entre la conducta de comer plantas con otros comportamientos¡±, termina la cient¨ªfica japonesa.
En conjunto, las heces de todos los animales analizados permitieron conocer al detalle el ecosistema de Sarychat-Ertash. En los excrementos de los leopardos encontraron ADN de argal¨ªes, ¨ªbices y, en menor medida, marmotas. La presencia se invierte en el caso de los lobos, que tienen al gran roedor como principal presa. Mientras, en las deyecciones de un depredador de clase media como el zorro vieron el rastro de varias especies de peque?os roedores y liebres. No hallaron trazas de ning¨²n argal¨ª en las deposiciones de las hembras del leopardo. Para los autores del trabajo, esto podr¨ªa deberse a que este ungulado es demasiado grande para ellas, pues esta especie presenta un marcado dimorfismo sexual en favor de los machos.
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