En defensa de las renovables

Me parece incre¨ªble que hace unos d¨ªas en Barcelona haya habido una manifestaci¨®n contra las energ¨ªas renovables. A quienes hace medio siglo so?¨¢bamos con la utop¨ªa de un mundo sin combustibles f¨®siles y sin nucleares, nos causa perplejidad el comprobar que, cuando estamos en el camino hacia conseguirlo por puras razones de supervivencia, sean algunos de nuestros colegas, y no los se?ores del carb¨®n, el petr¨®leo y el ¨¢tomo, los que est¨¦n obstaculizand...

Me parece incre¨ªble que hace unos d¨ªas en Barcelona haya habido una manifestaci¨®n contra las energ¨ªas renovables. A quienes hace medio siglo so?¨¢bamos con la utop¨ªa de un mundo sin combustibles f¨®siles y sin nucleares, nos causa perplejidad el comprobar que, cuando estamos en el camino hacia conseguirlo por puras razones de supervivencia, sean algunos de nuestros colegas, y no los se?ores del carb¨®n, el petr¨®leo y el ¨¢tomo, los que est¨¦n obstaculizando los avances. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?Mucho Fridays for Future pero no nos creemos de verdad que estamos ante una emergencia clim¨¢tica? ?No nos damos cuenta de que nuestro medio ambiente, nuestra salud y nuestra econom¨ªa est¨¢n bajo una amenaza existencial y de que las energ¨ªas renovables son nuestra salvaci¨®n?

Para m¨ª es evidente, y en realidad es una muy buena noticia, que Espa?a necesita aumentar dr¨¢sticamente su despliegue de renovables hasta 2030, y luego a¨²n m¨¢s para que lleguemos a ser neutrales en emisiones en 2050. La evidencia cient¨ªfica del clima es clara: cada porcentaje de calentamiento cuenta, las peque?as reducciones marcan la diferencia sobre si nuestras ciudades costeras se inundan o no, en la intensidad y frecuencia de fen¨®menos clim¨¢ticos catastr¨®ficos, de nuevas guerras y migraciones, y en la supervivencia o desaparici¨®n de especies y ecosistemas enteros. Espero que la mayor¨ªa de la gente ya haya entendido la situaci¨®n en la que nos encontramos. En t¨¦rminos m¨¢s inmediatos, no podemos permitirnos econ¨®micamente no abordar el cambio clim¨¢tico lo antes posible. La aseguradora internacional Swiss Re acaba de publicar un estudio en el que se concluye que no actuar no es una opci¨®n, ya que de lo contrario el PIB de Espa?a disminuir¨¢ entre un 7% y un 9,7%, un recorte que se limitar¨ªa a la mitad o m¨¢s si se reducen las emisiones. El estudio concluye que los costes econ¨®micos aumentar¨¢n exponencialmente a partir de 2030, y tenemos menos de una d¨¦cada para evitarlo.

Por supuesto, muchas de las personas que luchan contra las renovables entienden esto, y solo quieren que el sistema de planificaci¨®n sea mejor y m¨¢s justo, para garantizar la protecci¨®n de los lugares de gran biodiversidad e inter¨¦s cultural. Comparto completamente esta aspiraci¨®n. Sin embargo, algunos de los m¨¦todos utilizados por los grupos antirrenovables me parecen poco responsables. Los llamamientos a una moratoria de renovables en Catalu?a, o en Mallorca, donde vivo, me parece que muestran una falta de voluntad para afrontar la realidad. Todos queremos que la luz se encienda cuando pulsamos el interruptor y si no viene de las renovables, entonces viene de los combustibles f¨®siles, empeorando nuestra terrible crisis. El consumo de energ¨ªa no se detiene si hay una moratoria. ?Por qu¨¦ se olvida de d¨®nde viene el actual mix energ¨¦tico de Espa?a? Importamos m¨¢s del 70% de nuestra energ¨ªa. Es cara y sucia y tiene un impacto en el medio ambiente ajeno que no vemos. En cambio, somos ricos en sol y viento, y la revoluci¨®n de las renovables mejorar¨¢ nuestra posici¨®n medioambiental y geopol¨ªtica.

Algunos afirman que solo debemos poner renovables en zonas urbanas o industriales. Los paneles fotovoltaicos en los tejados, los aparcamientos, las cubiertas de instituciones, industrias e instalaciones deportivas son, por supuesto, imprescindibles. Tambi¨¦n lo son las instalaciones de autoproducci¨®n en los hogares y las empresas. Pero no ser¨¢n suficientes. Es necesario desarrollar parques solares y e¨®licos a gran escala, y no han de suponer un da?o duradero, sino instalaciones temporales que podr¨ªan ser sustituidas en d¨¦cadas pr¨®ximas a medida que la tecnolog¨ªa avance.

En lugar de rechazos en blanco, prefiero la actitud de grupos ecologistas como el GOB-Menorca (Grup Balear d¡¯Ornitologia i Defensa de la Naturalesa), que trabaj¨® con el Consell insular y con los promotores para garantizar que un pol¨¦mico parque fotovoltaico tuviera un impacto medioambiental m¨ªnimo y reversible, al tiempo que se aseguraba de que pudiera seguir adelante. Tenemos que comprometernos positivamente con las instituciones y los promotores y obligarles a mejorar sus planes. A las primeras, debemos exigirles planificaci¨®n urgente, para que las ubicaciones de los proyectos no queden en manos de los promotores.

Un reciente y espectacular informe de la organizaci¨®n brit¨¢nica Carbon Tracker mostraba que con la tecnolog¨ªa actual ya se podr¨ªa producir cien veces m¨¢s electricidad a partir de la energ¨ªa solar y e¨®lica que la demanda mundial actual. El terreno necesario para que los paneles solares proporcionen toda la energ¨ªa actual del mundo es el 0,3% de la superficie terrestre mundial. Eso es menos que el espacio que ocupa hoy en d¨ªa la explotaci¨®n de los combustibles f¨®siles, que solo en Estados Unidos representa el 1,3% del pa¨ªs. En Mallorca se necesita menos del 1% del territorio para proyectos de renovables que satisfagan nuestra actual demanda energ¨¦tica, que no debe incrementarse. En mi opini¨®n, prestar temporalmente peque?os fragmentos de nuestra tierra y nuestro mar a la e¨®lica y la solar durante las pr¨®ximas d¨¦cadas es una de las mejores cosas que podemos hacer para protegerlos de una amenaza mucho m¨¢s grave y cuyos efectos ya se perciben claramente.

Xavier Pastor es fundador de Greenpeace Espa?a y de Oceana Europa.

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