El fiasco de Valdeca?as: as¨ª se transform¨® una isla protegida de Extremadura en un resort de lujo
El Tribunal Supremo ha acordado que el complejo tur¨ªstico de C¨¢ceres, que se empez¨® a construir en 2007, se debe derribar en su totalidad
El complejo tur¨ªstico de lujo se alza en una isla de 135 hect¨¢reas del embalse de Valdeca?as, en C¨¢ceres. Naci¨® con la vocaci¨®n de convertirse en la Marbella extreme?a y en la actualidad cuenta con 185 villas ¨Del 33% de las 565 previstas¨D con impresionantes vistas al pantano, un campo de golf de 18 hoyos, un hotel de cuatro estrellas, piscinas y playa artificial, 76 atraques de barcos, y pistas polideportivas. Falta el mar, pero el privilegiado embalse lo compensa y, adem¨¢s, es un espacio protegido por la Red Natura 2000 (el sistema de ¨¢reas de conservaci¨®n de la biodiversidad en la Uni¨®n Europea) y Zona de Especial Protecci¨®n de Aves (ZEPA). Ahora, y tras 14 a?os de litigios entre ecologistas, la Junta de Extremadura y los propietarios, el Tribunal Supremo ha acordado que casas e infraestructuras deben ser demolidas.
Corresponde al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura indicar c¨®mo se ejecuta esta decisi¨®n, c¨®mo se derriban las viviendas, los plazos, a qui¨¦n le compete llevarlo a cabo... Mientras, los afectados preparan su defensa. El presidente del Ejecutivo regional, el socialista Guillermo Fern¨¢ndez Vara, ha se?alado este mi¨¦rcoles que la Junta prev¨¦ presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y que defender¨¢ ante la Uni¨®n Europea que el ¡°exceso¡± de protecci¨®n medioambiental dificulta el desarrollo de territorios en v¨ªas de despoblaci¨®n. El litigio contin¨²a.
Antes y despu¨¦s de la isla
Antes de comenzar las obras, en 2007, la vegetaci¨®n nativa de la isla propia del bosque mediterr¨¢neo [encinas y matorral] se hab¨ªa comenzado a regenerar de forma natural, despu¨¦s de que se abandonara el aprovechamiento agr¨ªcola y forestal, indica el CSIC en un informe que le solicit¨® el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura en 2019. La construcci¨®n del complejo supuso la eliminaci¨®n de m¨¢s de la mitad de esos ¨¢rboles y arbustos, a?aden los cient¨ªficos. Adem¨¢s, la empresa plant¨® menos de la mitad de la cobertura perdida y se utilizaron especies poco apropiadas, algunas ex¨®ticas invasoras. En cuanto a las aves, los cient¨ªficos indican que en la isla se destruyeron h¨¢bitats que impedir¨ªan que especies como el milano real se reprodujeran all¨ª. Tambi¨¦n llegaron los ruidos y la contaminaci¨®n lum¨ªnica y acu¨¢tica.
2006: todav¨ªa sin construcciones
En 2005, la Junta de Extremadura declar¨® las 7.178 hect¨¢reas del embalse de Valdeca?as Red Natura 2000 y Zona de Especial Protecci¨®n de Aves (ZEPA), lo que proteg¨ªa el entorno y la isla de ser urbanizados. Pero ese mismo a?o aparece el proyecto para construir el atractivo complejo tur¨ªstico y el Gobierno regional, gobernado por el socialista Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, lo aprueba en 2007. La Junta cree haber superado los escollos ambientales para edificar en la isla declarando el proyecto de inter¨¦s regional. Los ecologistas comienzan en ese momento sus denuncias y la Asociaci¨®n de Defensa de la Naturaleza de Extremadura (Adenex) lleva el proyecto ante la Uni¨®n Europea, que desestima la queja porque considera que el resort no afecta a la Red Natura 2000. Ecologistas en Acci¨®n presenta un contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura que tiene m¨¢s ¨¦xito: en 2011 les da la raz¨®n y considera nulo el proyecto, pero la empresa y la Junta de Extremadura recurren. El enredo legal contin¨²a su curso.
2010: la urbanizaci¨®n comienza a tomar forma
Los ecologistas consiguen en 2011 que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura considere la paralizaci¨®n de las obras que estaban en sus inicios (urbanizaci¨®n, construcci¨®n de viales, redes de saneamiento...), pero les pide que depositen una fianza de 41 millones de euros para cubrir posibles costes y da?os a la empresa. ¡°Una cifra disparatada para organizaciones sin ¨¢nimo de lucro, absolutamente fuera de raz¨®n¡±, sostiene Paco Segura, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n. Las obras contin¨²an. Desde esta sentencia hasta que se produce la siguiente en 2014 del Tribunal Supremo que ratifica que el proyecto es nulo, es cuando se construyen todas las viviendas e infraestructuras que existen ahora. A partir de ah¨ª, se deja pr¨¢cticamente de construir y empieza un tira y afloja con recursos de un lado y de otro. La Junta de Extremadura contin¨²a intentando que no se tire el complejo y modifica la ley del suelo. Pero el Tribunal Constitucional tumba el cambio en 2019 al considerarlo inconstitucional.
En la actualidad: casas e instalaciones finalizadas
En 2020, la situaci¨®n cambia de forma radical. Los ecologistas reciben un varapalo, porque a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura hab¨ªa declarado ilegal el complejo, en el auto de ejecuci¨®n de la sentencia los jueces consideraron que el derribo de lo construido ¨Dhotel, viviendas, campos de golf e instalaciones en funcionamiento¨D era ¡°materialmente¡± imposible por el ¡°elevado perjuicio econ¨®mico¡±. La Junta de Extremadura tendr¨ªa que hacer frente ¡°al menos¡± a 145 millones de euros por los gastos de demolici¨®n y de indemnizaci¨®n a terceros de buena fe. Los jueces tambi¨¦n argumentan que lo construido no produc¨ªa ning¨²n da?o al medio ambiente y aunque el complejo afect¨® negativamente a la Zona de Especial Protecci¨®n de Aves (ZEPA), ¡°no puede afirmarse lo mismo del funcionamiento del complejo¡±.
Ecologistas en Acci¨®n no lo dud¨® e interpuso un recurso de casaci¨®n ante el Tribunal Supremo, que este martes ha vuelto a dar la vuelta a la tortilla anulando ese extremo y acordando que dichas construcciones ¡°deber¨¢n ser demolidas como el resto de las instalaciones¡±. El contenido ¡°¨ªntegro de la sentencia se conocer¨¢ en unos d¨ªas¡±, finaliza el escueto comunicado con el que se hizo p¨²blico el fallo.
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