Transformar nuestros edificios hoy para mejorar nuestras vidas ma?ana
El 80% de los edificios espa?oles son ineficientes desde el punto de vista energ¨¦tico
A?o tras a?o aumenta en Europa el n¨²mero de v¨ªctimas mortales relacionadas con las condiciones meteorol¨®gicas. Los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos, como las mort¨ªferas olas de calor estivales y las inundaciones repentinas, son cada vez m¨¢s frecuentes a medida que se impone la nueva realidad clim¨¢tica. Adem¨¢s, el incremento de los costes de vida, agravado por la volatilidad de los precios de la energ¨ªa, ...
A?o tras a?o aumenta en Europa el n¨²mero de v¨ªctimas mortales relacionadas con las condiciones meteorol¨®gicas. Los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos, como las mort¨ªferas olas de calor estivales y las inundaciones repentinas, son cada vez m¨¢s frecuentes a medida que se impone la nueva realidad clim¨¢tica. Adem¨¢s, el incremento de los costes de vida, agravado por la volatilidad de los precios de la energ¨ªa, oblig¨® el a?o pasado a muchos hogares a elegir entre calentarse o comer, suponiendo que muchos m¨¢s cayeran en la pobreza energ¨¦tica. Entre las principales causas se encuentra el ineficiente parque de edificios de Europa, as¨ª como una gran dependencia de los combustibles f¨®siles.
Espa?a se encuentra entre los pa¨ªses m¨¢s afectados. Sin ir m¨¢s lejos, el a?o pasado, este pa¨ªs registr¨® 11.324 muertes atribuibles al calor extremo, el segundo peor dato de Europa (Italia fue el peor con 18.010 muertes). Acabamos de sufrir la tercera ola de calor superando temperaturas r¨¦cord d¨ªa tras d¨ªa.
En estas circunstancias, la principal recomendaci¨®n es permanecer en interiores, adem¨¢s de hidratarse constantemente, si bien, el problema es que muchos hogares espa?oles tienen dificultades para mantener sus casas a una temperatura adecuada debido a las caracter¨ªsticas de nuestros edificios y ciudades. Como las olas de calor extremo son cada vez m¨¢s frecuentes, la pobreza energ¨¦tica va m¨¢s all¨¢ del fr¨ªo en invierno y plantea ahora graves riesgos para la salud en verano, ya que el aire acondicionado y la ventilaci¨®n adecuados son cada vez menos asequibles.
Por desgracia, el 80% de los edificios espa?oles son ineficientes desde el punto de vista energ¨¦tico, un 5% m¨¢s que el total de edificios ineficientes de la UE. El Plan Nacional contra la Pobreza Energ¨¦tica constat¨® que son especialmente los hogares con ingresos m¨¢s bajos y las viviendas ocupadas por personas m¨¢s vulnerables en Espa?a los que sufren esta ineficiencia energ¨¦tica.
Por otro lado, las cifras publicadas por Eurostat indican que casi 8 millones de personas en Espa?a no pudieron mantener sus hogares a una temperatura adecuada el pasado invierno. En los ¨²ltimos tres a?os, el porcentaje de hogares que no pudieron disfrutar de un confort t¨¦rmico en sus viviendas aument¨® del 10,9% al 17,1%, debido en gran parte a la inflaci¨®n y al actual aumento del coste de vida.
A pesar de que millones de personas viven en viviendas inadecuadas, durante d¨¦cadas no se ha hecho pr¨¢cticamente ning¨²n esfuerzo por desarrollar y aplicar pol¨ªticas de mejora de las viviendas integradoras y ambiciosas en la UE. Los hogares se ven obligados a depender de sistemas de calefacci¨®n anticuados, ineficientes y contaminantes que funcionan con combustibles f¨®siles, dejando a muchos expuestos a la volatilidad de los precios de la energ¨ªa. Por su parte, la mala calidad de las viviendas en t¨¦rminos de aislamiento y ventilaci¨®n hace que sea complicado refugiarse en verano, sin hacer uso de costosos sistemas de refrigeraci¨®n, en el mejor de los casos. El uso continuado de combustibles f¨®siles tambi¨¦n agrava la crisis clim¨¢tica, que es la principal culpable de estas mortales olas de calor estivales.
Para abordar estos problemas, la revisi¨®n de la Directiva de Eficiencia Energ¨¦tica de los Edificios (EPBD) es un punto de partida crucial. La Directiva puede ser el catalizador para que Estados miembro de la UE, como Espa?a, tomen medidas urgentes para la descarbonizaci¨®n de sus edificios, aumenten la tasa de renovaci¨®n de los mismos y garanticen la sustituci¨®n de los sistemas de calefacci¨®n basados en combustibles f¨®siles por soluciones renovables lo antes posible.
La calefacci¨®n y aire acondicionado son unos de los mayores gastos en el presupuesto de muchos hogares. De ah¨ª que deban asignarse fondos nacionales y de la UE adecuados y suficientes, priorizando la renovaci¨®n de las viviendas con peor rendimiento y habitadas por familias con las rentas m¨¢s bajas. Las subvenciones a las instalaciones de calefacci¨®n alimentadas con combustibles f¨®siles deber¨ªan eliminarse en 2024 a m¨¢s tardar, ya que solo perpet¨²an la maquinaria de los combustibles f¨®siles, lastrando la transici¨®n a sistemas sostenibles y basados en renovables.
En la actualidad, hay aproximadamente 68 millones de calderas de gas y 18 millones de calderas de gas¨®leo en edificios residenciales de la UE. Sustituir 30 millones de calderas de gas y gas¨®leo por nuevas bombas de calor de aqu¨ª a 2030 supondr¨ªa una reducci¨®n del 36% del consumo de gas y gas¨®leo en estos edificios y una reducci¨®n del 28% de sus emisiones de CO?. Para lograrlo, la financiaci¨®n p¨²blica deber¨ªa reorientarse desde los combustibles f¨®siles hacia la mejora de la eficiencia energ¨¦tica, la renovaci¨®n de edificios y viviendas y la instalaci¨®n de tecnolog¨ªas renovables de calefacci¨®n y refrigeraci¨®n en el sector residencial.
Mejores edificios hoy para mejores vidas ma?ana
Reducir el consumo y los costes energ¨¦ticos, conseguir viviendas m¨¢s sanas y confortables y reducir dr¨¢sticamente las emisiones de gases de efecto invernadero son los beneficios que puede reportar una profunda ola de renovaci¨®n integral en todos los Estados miembro de la UE. Se trata de soluciones a largo plazo para muchas de las crisis actuales a las que se enfrenta Europa.
La renovaci¨®n de los edificios espa?oles, especialmente de las viviendas, exigir¨¢ esfuerzos tanto del sector privado como del p¨²blico. Los gobiernos y el sector privado deben aunar su empe?o en aumentar la contrataci¨®n y la formaci¨®n de profesionales especializados que lleven a cabo estas renovaciones generalizadas, garantizar unas buenas condiciones de trabajo, oportunidades de empleo dignas y directas, mejorar los requisitos de cualificaci¨®n y poner en marcha iniciativas educativas a gran escala para garantizar una oferta suficiente de trabajadores debidamente cualificados y certificados que puedan realizar un trabajo de alta calidad. Tambi¨¦n es responsabilidad de los gobiernos fijar objetivos pol¨ªticos ambiciosos y claros en sus Planes Nacionales de Energ¨ªa y Clima (NECP).
Mientras, contin¨²an los debates a tres bandas entre las instituciones de la UE, encontr¨¢ndonos en la fase final de la revisi¨®n de la directiva de edificios. Es el momento de que los responsables pol¨ªticos nacionales y de la UE reconozcan el potencial que tiene una profunda ola de renovaci¨®n hol¨ªstica para abordar las m¨²ltiples crisis a las que se enfrenta Europa en la actualidad. En sus manos est¨¢ ofrecer un marco legislativo que d¨¦ prioridad a las personas, a los edificios en peor estado y que incluya apoyo financiero, ayuda t¨¦cnica y una s¨®lida protecci¨®n social. Necesitamos en definitiva una directiva de edificios, social y medioambientalmente justa.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal