La erosi¨®n provoca la p¨¦rdida de mil millones de toneladas de suelo cada a?o en Europa
Un informe alerta de la mala salud del suelo y de su potencial impacto en los objetivos clim¨¢ticos y la seguridad alimentaria. Sin embargo, las presiones pol¨ªticas para dar marcha atr¨¢s en leyes medioambientales clave contin¨²an
La salud del suelo en Europa es mala, muy mala. Un nuevo estudio viene a confirmar lo que se viene advirtiendo desde hace a?os: que los suelos europeos est¨¢n enfermos, cada vez sufren m¨¢s p¨¦rdida de carbono ¡ªlo que dificulta los objetivos de neutralidad clim¨¢tica de la UE¡ª y est¨¢n sometidos, entre otros, a una amenaza creciente de erosiones: solo Europa pierde cada a?o m¨¢s de mil millones de toneladas de suelo, con lo que ello implica en seguridad ¡ªf¨ªsica y alimentaria¡ª, destrucci¨®n de h¨¢bi...
La salud del suelo en Europa es mala, muy mala. Un nuevo estudio viene a confirmar lo que se viene advirtiendo desde hace a?os: que los suelos europeos est¨¢n enfermos, cada vez sufren m¨¢s p¨¦rdida de carbono ¡ªlo que dificulta los objetivos de neutralidad clim¨¢tica de la UE¡ª y est¨¢n sometidos, entre otros, a una amenaza creciente de erosiones: solo Europa pierde cada a?o m¨¢s de mil millones de toneladas de suelo, con lo que ello implica en seguridad ¡ªf¨ªsica y alimentaria¡ª, destrucci¨®n de h¨¢bitats o lucha contra el cambio clim¨¢tico.
¡°Con el 60% del suelo de la UE en proceso de degradaci¨®n, hay mucho en juego por su impacto en la seguridad alimentaria, los ecosistemas y la salud humana¡±, advierte el informe, elaborado por expertos del Centro Com¨²n de Investigaci¨®n (JRC) de la Comisi¨®n Europea, que analiza la situaci¨®n en los 32 pa¨ªses miembros de la Agencia Europea de Medio Ambiente, as¨ª como en los Balcanes, Ucrania y Reino Unido.
El Parlamento Europeo acaba de dar luz verde para negociar con el Consejo (los Estados) la Ley de Vigilancia del Suelo, la primera ley europea sobre la salud del suelo propuesta por la Comisi¨®n y que busca lograr unos suelos sanos para 2050. Pero m¨¢s all¨¢ de que muchas organizaciones la consideren insuficiente ¡ªsobre todo, carente de objetivos vinculantes y planes nacionales obligatorios¡ª, el problema creciente en la UE no est¨¢ tanto en aprobar leyes como en implementarlas: pese a ser conscientes del tremendo coste no solo en el futuro del planeta (las p¨¦rdidas provocadas por la degradaci¨®n del suelo se estiman entre los 50.000 y hasta los 97.000 millones de euros anuales), los Veintisiete no han dejado de intentar diluir o incluso dar marcha atr¨¢s en normas medioambientales clave.
Ah¨ª est¨¢ la ley pionera contra la deforestaci¨®n mundial (EUDR), cuya entrada en vigor se acaba de aplazar 12 meses. O la reacci¨®n a las protestas del campo, a comienzos de a?o, que fue flexibilizar de inmediato requisitos en materia de protecci¨®n medioambiental de las ayudas agr¨ªcolas. En la memoria reciente est¨¢ tambi¨¦n lo mucho que cost¨® aprobar, por la m¨ªnima, otra norma pionera, la Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza, que busca restaurar para 2030 el 20% de las zonas terrestres y marinas de la UE. Y con un nuevo Parlamento Europeo mucho m¨¢s virado a la derecha y la extrema derecha, muchos temen que las cosas solo pueden empeorar.
¡°Hay una brecha clara entre los compromisos, no siempre vinculantes, pero que forman parte de las estrategias y programas, y la acci¨®n que le sigue¡±, constata Caroline Heinzel, responsable de pol¨ªticas sobre suelo de la Oficina Medioambiental Europea (EEB, por sus siglas en ingl¨¦s, de la que forman parte 185 organizaciones de 41 pa¨ªses). Y las consecuencias son m¨¢s que medioambientales, subraya Larissa Stiem-Bhatia, del laboratorio de ideas alem¨¢n TMG: ¡°La suavizaci¨®n y el retroceso de estas van de la mano de un claro giro a la derecha en muchos pa¨ªses europeos. Los partidos democr¨¢ticos que defienden la protecci¨®n del medio ambiente y los derechos humanos est¨¢n perdiendo masivamente apoyo en muchos lugares. Europa deber¨ªa avanzar en estos ¨¢mbitos, por su responsabilidad global e hist¨®rica¡±, considera la alemana, cuya organizaci¨®n acaba de publicar un Atlas de los Suelos junto con la Fundaci¨®n Heinrich B?ll, ligada al partido Verde alem¨¢n, que tambi¨¦n denuncia la falta de acci¨®n en la materia.
El Ejecutivo europeo niega los rezagos: ¡°La Comisi¨®n tiene que ajustar continuamente medidas espec¨ªficas a los avances en la implementaci¨®n y otros acontecimientos, pero contin¨²a comprometida en mantener el curso de los objetivos del Pacto Verde europeo, incluida la salud del suelo¡±, aseguran fuentes comunitarias.
Con todo, las contradicciones est¨¢n ah¨ª: apenas una semana despu¨¦s de acordar un retraso de 12 meses en la ley de deforestaci¨®n, Bruselas alerta ahora de que la degradaci¨®n del suelo ¡°amenaza nuestra competitividad, seguridad alimentaria, productividad agr¨ªcola, biodiversidad y resiliencia ante eventos de meteorolog¨ªa extrema y cambio clim¨¢tico¡±. Casi a la par, anunciaba la movilizaci¨®n de m¨¢s de mil millones de euros del Fondo de Solidaridad de la UE para ayudar a que Italia, Eslovenia, Austria, Grecia y Francia asuman los costes de seis desastres naturales sucedidos en 2023.
El nuevo informe vuelve a poner negro sobre blanco la amenaza que supone la degradaci¨®n de los suelos, que son ¡°la base del 95% de los alimentos que consumimos y albergan el 25% de toda la biodiversidad del planeta¡±.
La erosi¨®n del suelo provoca, cada a?o, mil millones de toneladas de p¨¦rdidas de suelo solo en la UE. Casi la cuarta parte (24%) de los suelos comunitarios est¨¢n afectados por la erosi¨®n h¨ªdrica, ¡°principalmente en tierras de cultivo¡±, el 32% de las cuales ya est¨¢n afectadas. La tendencia es ¡°insostenible¡±, advierte el informe, ya que ¡°sobrepasa las tasas de formaci¨®n de suelo¡±, por lo que ¡°impacta en su calidad y en la productividad de las tierras¡±. Las cada vez m¨¢s fuertes lluvias que se registran en cada vez m¨¢s pa¨ªses hacen que se proyecte un incremento de hasta un 25% hasta 2050 en p¨¦rdidas de suelo.
El informe alerta adem¨¢s de un incremento de los desequilibrios nutricionales ¡ªun cambio en la composici¨®n del suelo¡ª que afectan ya a un 74% de las tierras agr¨ªcolas y que pueden provocar da?os en la salud humana. Al mismo tiempo, en estas mismas ¨¢reas est¨¢ disminuyendo el carbono org¨¢nico del suelo, esencial para la salud del suelo. Seg¨²n el nuevo reporte, entre 2009 y 2018 se perdieron 70 millones de toneladas de este carbono org¨¢nico de los suelos minerales de cultivo de la UE y Reino Unido. Tambi¨¦n se advierte de la ¡°degradaci¨®n de las turberas¡±, unos ¡°sumideros de carbono esenciales¡± porque absorben gases de efecto invernadero de la atm¨®sfera y los almacenan, lo que contribuye a mitigar el cambio clim¨¢tico. Cuando se deterioran, pueden devolver esos gases de efecto invernadero a la atm¨®sfera. Y es algo que ya est¨¢ sucediendo, advierte el informe: en la UE, el drenaje de estos humedales es responsable de alrededor del 5% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Se calcula que el 50% de las turberas de la UE est¨¢n degradadas, y muchas de ellas han sufrido da?os irreparables.
La propuesta ley de vigilancia del suelo busca suplir un problema de base: la falta de una legislaci¨®n espec¨ªfica de la UE, algo que se considera una de las principales causas del alarmante estado de los suelos comunitarios. Pero se queda corta, insisten los expertos. ¡°Vigilar el suelo es muy importante para comprender su estado y desarrollar las medidas que se requieran, pero no es suficiente¡±, subraya Stiem-Bhatia. Aunque es ¡°un buen primer paso¡±, coincide Heinzel, se ha quedado en una ¡°ley de m¨ªnimos¡±, por lo que se requerir¨¢n ¡°compromisos muy claros¡± a?adidos, al igual que ¡°otros cambios, incluidos cambios en la PAC, destinar dinero a la naturaleza y una buena implementaci¨®n de la LRN [Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza] y EUDR¡±, entre otros.
Algo dif¨ªcil en el actual panorama pol¨ªtico de Bruselas, aunque la candidata a vicepresidenta ejecutiva de la Comisi¨®n como responsable de una Transici¨®n Limpia, Justa y Competitiva, la espa?ola Teresa Ribera, mencione espec¨ªficamente la salud del suelo entre sus prioridades en la respuesta a las preguntas de la Euroc¨¢mara que la deber¨¢ ratificar en unas semanas. La cuesti¨®n, resume Heinzel, es si hay alternativa: ¡°En vista del importante papel del suelo en nuestra sociedad, ?podemos permitirnos no hacer nada, o no lo suficiente, cuando necesitamos ese suelo para producir alimentos y ser capaces de vivir en este planeta?¡±.