Una superficie como un campo de f¨²tbol se erosiona cada cinco segundos

Est¨¢ ah¨ª, justo bajo los pies, pero subyacente en el sentido amplio de la palabra. Bajo los cimientos de las casas, los cines y las f¨¢bricas, sustentando las carreteras que llevan a las playas, nutriendo a los alimentos exquisitos, acunando los lagos y r¨ªos.., pero la funci¨®n del suelo, un recurso no renovable, va m¨¢s all¨¢. "Los ni?os que han tenido la dicha de jugar con el suelo saben un poco lo que es, pero los de la ciudad no tanto. Y es nuestro aliado silencioso, la mayor¨ªa de la comida se produce ah¨ª, y tambi¨¦n es un almac¨¦n natural de carbono, asume m¨¢s que la vegetaci¨®n terrestre y la atm¨®sfera juntas, y eso es importante contra el calentamiento global. Adem¨¢s de aguardar microorganismos que proporcionan biodiversidad", resume con brevedad Ronald Vargas, secretario de la Alianza Mundial por el Suelo, consciente de que este recurso natural no capta tanta atenci¨®n como el agua en el mundo. Pero defiende su importancia durante el Simposio mundial de sobre la erosi¨®n del suelo, un evento celebrado esta semana en la sede de la Organizaci¨®n Internacional de la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) en Roma que re¨²ne a cerca de 500 cient¨ªficos, gobernantes y sociedad civil para generar conocimiento, buenas pr¨¢cticas y gu¨ªas para gestionar pol¨ªticas.

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En las presentaciones se enumeran datos como que es un recurso que tarda cerca de 1.000 a?os en crecer un cent¨ªmetro o que una superficie equivalente a un campo de f¨²tbol se erosiona cada cinco segundos. "El planeta se encuentra en una situaci¨®n que podr¨ªa conducir a la degradaci¨®n de m¨¢s del 90% de todos los suelos de la tierra para 2050", ha se?alado en la inauguraci¨®n Maria Helena Semedo, directora adjunta de la FAO. Una degradaci¨®n que puede venir tanto de la erosi¨®n como de la poluci¨®n, la acidificaci¨®n, la salinizaci¨®n o la p¨¦rdida de carbono org¨¢nico y de diversidad, entre otros tipos de desgaste. Adem¨¢s de las lluvias torrenciales, el viento, los terremotos, las sequ¨ªas, los tsunamis, los incendios y otras cuestiones tambi¨¦n vinculadas con el cambio clim¨¢tico; el hombre, la acci¨®n del hombre, su dominio sobre la tierra, literal, incide en su destrucci¨®n a trav¨¦s de la agricultura intensiva, la labranza, el monocultivo, el sobrepastoreo, la expansi¨®n urbana, la deforestaci¨®n y las actividades industriales y mineras, seg¨²n informa la FAO. "Esto puede provocar p¨¦rdidas en el rendimiento de los cultivos de hasta el 50%", ha asegurado Semedo.

Este encuentro se celebra por tercer a?o consecutivo despu¨¦s de haber celebrado otros dos anteriores que han versado sobre el potencial agr¨ªcola y medioambiental del carbono en el suelo, o la contaminaci¨®n, que se desprende al agua, el aire o la comida. "Este a?o nos centramos en la erosi¨®n, su reducci¨®n es de hecho la primera de las 10 directrices establecidas para su gesti¨®n sostenible. Los pr¨®ximos a?os trataremos lo que supone para mejorar la biodiversidad y los nutrientes que proporciona. Tenemos que priorizar su cuidado porque bajo el suelo est¨¢ el gran reservorio del agua dulce en el mundo. El 90% del 0,5% que es accesible sigue estando bajo nuestros pies", ilustra Eduardo Mansur, director de la divisi¨®n de Agua y Tierra de la FAO, que refiere tambi¨¦n que la erosi¨®n, adem¨¢s de limitar la producci¨®n de alimentos, degrada los ecosistemas o afecta al suministro de agua, da?a las infraestructuras urbanas y puede contribuir a la pobreza y las migraciones. "Sin oportunidades, los desplazamientos son obligatorios porque no sobrevives", apunta.

Tenemos que priorizar su cuidado porque bajo el suelo est¨¢ el gran reservorio del agua dulce en el mundo. El 90% del 0,5% que es accesible sigue estando bajo nuestros pies?

Eduardo Mansur, director de la divisi¨®n de Tierra y Agua de la FAO

La b¨²squeda de consenso cient¨ªfico, los m¨¦todos de evaluaci¨®n de este tipo de degradaci¨®n del suelo o el dise?o de recomendaciones para ser enviadas a los Gobiernos son algunos de los ¨¢mbitos que se trabajan en este encuentro. "El conocimiento est¨¢, la voluntad pol¨ªtica, no siempre", ha declarado contundente en el encuentro el ministro de Agricultura de Uruguay, Enzo Benech. "Esto no se resuelve con marcos regulatorios que no se cumplen, el uso responsable del recurso se resuelve con conciencia de todas las sociedades. (...) Es un trabajo que debe ser remunerado adecuadamente y se tiene que valorar la actividad como esencial para la humanidad", ha pronunciado en el encuentro, en el que ha definido a su "peque?o" pa¨ªs como un "laboratorio" por sus planes de uso y manejo del suelo. "Uruguay tiene una pol¨ªtica interesante. Igual que un arquitecto dise?a una casa, en el pa¨ªs hay un agr¨®nomo que estudia el territorio y determina en qu¨¦ zonas se puede cultivar, cu¨¢l es para bosque, cu¨¢l se puede preservar... El Gobierno aprueba esos planes, cuenta con un sistema de monitoreo y los agricultores pueden ser multados si no se cumple", explica Vargas.

Proteger los cultivos con cubierta vegetal, adecuar el terreno en pendiente, minimizar la labranza, promover la rotaci¨®n de cultivos y aportar materia org¨¢nica al suelo son recomendaciones generales

Para otros lugares del mundo, en los que la obtenci¨®n de datos del terreno es m¨¢s compleja, la estructura de explotaci¨®n no est¨¢ dise?ada u otras cuestiones, Vargas recomienda cinco formas de proteger al suelo de la erosi¨®n que pueden ser v¨¢lidas para casi todos los terrenos y climas: "De lo m¨¢s importante es que siempre tenga una cubierta vegetal, aunque sean cultivos. Para que no quede expuesto al impacto de las gotas de lluvia o el viento. Tambi¨¦n se recomiendan obras biomec¨¢nicas en zonas de pendiente, para que el agua no se lleve los nutrientes del mantillo", se?ala el tambi¨¦n experto de la FAO, que a?ade minimizar la labranza y utilizar maquinaria adecuada para que no compacte el suelo y se produzcan escorrent¨ªas; la rotaci¨®n de cultivos; y la adici¨®n de materia org¨¢nica al suelo como rastrojos o esti¨¦rcol. Algunas son t¨¦cnicas que pueden llegar a sonar ancestrales, y que en la agricultura tradicional tambi¨¦n se usa y son valoradas por los participantes al encuentro. No obstante, Vargas alerta de que en muchos pa¨ªses, los agricultores apenas cuentan con asesoramiento y lo piden en las tiendas de agroqu¨ªmicos. "Este es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos", concluye.

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