El G-20 se reafirma en la lucha clim¨¢tica e insta a que se alcance un acuerdo de financiaci¨®n en la cumbre de Bak¨²
Las econom¨ªas m¨¢s poderosas del mundo defienden la batalla contra el calentamiento global ante el avance de los dirigentes negacionistas, aunque evitan las referencias a dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles
La reuni¨®n del G-20, que se est¨¢ celebrando en R¨ªo de Janeiro (Brasil), ha impactado de lleno en la cumbre del clima (la COP29) que se est¨¢ llevando a acabo en el otro lado del mundo, en la capital de Azerbaiy¨¢n, Bak¨². Porque se esperaba que las econom¨ªas m¨¢s poderosas (y contaminantes) del planeta se lanzaran se?ales claras sobre la lucha contra el cambio clim¨¢tico en un momento en el que el ascenso de los populismos de derechas, ...
La reuni¨®n del G-20, que se est¨¢ celebrando en R¨ªo de Janeiro (Brasil), ha impactado de lleno en la cumbre del clima (la COP29) que se est¨¢ llevando a acabo en el otro lado del mundo, en la capital de Azerbaiy¨¢n, Bak¨². Porque se esperaba que las econom¨ªas m¨¢s poderosas (y contaminantes) del planeta se lanzaran se?ales claras sobre la lucha contra el cambio clim¨¢tico en un momento en el que el ascenso de los populismos de derechas, aliados cl¨¢sicos del negacionismo, cotizan al alza. Y la declaraci¨®n final de la cita del G-20 contiene un amplio apartado referido a esa lucha, en el que se reafirma el ¡°firme compromiso con el multilateralismo¡±, y se cita espec¨ªficamente el Acuerdo de Par¨ªs y a la madre de todos los tratados sobre el calentamiento: la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico de la ONU. ¡°Entendemos y reconocemos la urgencia y la gravedad del cambio clim¨¢tico¡± , a?aden. Instan tambi¨¦n a que se cierre un acuerdo sobre financiaci¨®n clim¨¢tica en Bak¨², el principal reto de la COP29, aunque no incluyen menciones a la necesidad de dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles.
La defensa del Acuerdo de Par¨ªs y del multilateralismo en cualquier otro momento de los ¨²ltimos cuatro a?os habr¨ªa pasado desapercibida y se entender¨ªa como un mero tr¨¢mite. Pero la amenaza que supone el regreso en enero a la Casa Blanca de Donald Trump para el Acuerdo de Par¨ªs ¡ªque ya abandon¨® en su primer mandato¡ª cargan esas palabras de fuerza y simbolismo. Aunque tampoco hace falta esperar hasta enero, porque en esa misma reuni¨®n del G-20 est¨¢ el presidente argentino Javier Milei, quien orden¨® la semana pasada a la delegaci¨®n de su pa¨ªs marcharse de la COP29. Adem¨¢s, en la misma mesa se sientan otras naciones, como Arabia Saud¨ª y Rusia, que no se caracterizan tampoco por ser las m¨¢s ambiciosas en la lucha clim¨¢tica.
Linda Kalcher, directora ejecutiva del grupo de analistas con sede en Bruselas Strategic Perspective, ha explicado este martes en los pasillos de la cumbre de Bak¨² que hab¨ªa ¡°muchos intereses creados¡± en la reuni¨®n del G-20 para ¡°socavar la integridad del multilateralismo o del Acuerdo de Par¨ªs¡±. ¡°Esto no ha sucedido¡±, ha a?adido para luego aplaudir ¡°la determinaci¨®n¡± del presidente brasile?o Lula da Silva, cuyo pa¨ªs acoger¨¢ el pr¨®ximo a?o una cumbre del clima clave, porque all¨ª todas las naciones deber¨¢n llegar con sus nuevos planes de recorte de las emisiones.
Esa es la parte pol¨ªtica m¨¢s positiva del texto, pero analistas y ecologistas han mostrado tambi¨¦n su preocupaci¨®n por una ausencia notable en ese texto: el llamamiento expl¨ªcito a dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles, lo que se interpreta como un retroceso en las negociaciones clim¨¢ticas. Ese ha sido siempre el elefante en la habitaci¨®n de los ¨²ltimos 30 a?os de conversaciones en el marco de la convenci¨®n de cambio clim¨¢tico de la ONU. Los combustibles f¨®siles, a pesar de ser los principales responsables del problema, porque cuando se queman expulsan los gases de efecto invernadero, nunca se mencionaban directamente en los textos de las cumbres. Hasta el a?o pasado en Dub¨¢i, cuando se hizo por primera vez un llamamiento expl¨ªcito a dejarlos atr¨¢s para poder combatir el cambio clim¨¢tico.
Se consigui¨® introducir a pesar de las presiones de pa¨ªses petroleros como Arabia Saud¨ª, que tambi¨¦n est¨¢ en el G-20. Aunque en la declaraci¨®n realizada en R¨ªo de Janeiro las principales econom¨ªas del planeta dicen suscribir plenamente los resultados de esa conferencia de Dub¨¢i, no se menciona la transici¨®n para dejar atr¨¢s los combustibles. S¨ª se hace referencia directa a la parte menos pol¨¦mica de la COP de Dub¨¢i: el compromiso de ¡°triplicar la capacidad de energ¨ªa renovable a nivel mundial y duplicar la tasa anual promedio mundial de mejoras de eficiencia energ¨¦tica¡±.
La ausencia a las referencias a los combustibles ha sido lo m¨¢s cuestionado por los grupos ecologistas y analistas. ¡°A pesar de enviar se?ales positivas sobre la transici¨®n energ¨¦tica y la necesidad de aumentar las energ¨ªas renovables y mejorar la eficiencia energ¨¦tica, es lamentable que el G-20 no haya reiterado el compromiso de alejarse de los combustibles f¨®siles, que todos los pa¨ªses acordaron en la COP28 de Dub¨¢i¡±, resume Ani Dasgupta, directora ejecutiva del Instituto de Recursos Mundiales (WRI). El temor es que ese paso atr¨¢s pueda darse tambi¨¦n en Bak¨². ¡°Quer¨ªamos un lenguaje m¨¢s fuerte sobre los combustibles f¨®siles, todav¨ªa esperamos que esto suceda aqu¨ª¡±, a?ade Kalcher.
Financiaci¨®n
Pero, aunque el tema de los llamamientos a la reducci¨®n de las emisiones a trav¨¦s de la eliminaci¨®n de los combustibles es importante, el asunto central de esta COP29 es la financiaci¨®n clim¨¢tica, es decir, c¨®mo ayudar econ¨®micamente a los pa¨ªses con menos recursos a que recorten sus emisiones y c¨®mo asistirles tambi¨¦n para que se protejan de los impactos de un calentamiento del que son los menos responsables.
De Bak¨² deber¨ªa salir un nuevo objetivo de financiaci¨®n que sustituya al actual. En estos momentos, los pa¨ªses desarrollados est¨¢n obligados a movilizar (con ayudas directas o cr¨¦ditos) 100.000 millones de d¨®lares anuales, y uno de los principales debates es por cu¨¢nto se multiplica esa cantidad. ¡°Esperamos con inter¨¦s el ¨¦xito de la Nueva Meta Colectiva Cuantificada (NCQG) en Bak¨². Prometemos nuestro apoyo a la presidencia de la COP29 y nos comprometemos a mantener el ¨¦xito de las negociaciones en Bak¨²¡±, apunta la declaraci¨®n.
Luca Bergamaschi, director del think-thank italiano ECCO, valora tambi¨¦n esta referencia en el comunicado de R¨ªo de Janeiro. ¡°Los pa¨ªses del G-20 tienen ahora el mandato de encontrar un compromiso¡±. Ahora lo que hace falta es que se materialice durante los pr¨®ximos d¨ªas de negociaciones que, en teor¨ªa, deber¨ªan rematarse este viernes.
Al hablar de financiaci¨®n clim¨¢tica la mayor¨ªa de miradas se dirigen a la Uni¨®n Europea, el principal donante, con 28.600 millones de euros movilizados en 2023. Los dirigentes europeos siempre sacan pecho de esa contribuci¨®n, que resaltan que est¨¢ por encima de la de EE UU (seg¨²n la actual administraci¨®n este 2024 lo cerrar¨¢n con 11.000 millones de d¨®lares de financiaci¨®n clim¨¢tica). El problema es que ahora en Bak¨² lo que se discute es multiplicar el objetivo colectivo de 100.000 millones de d¨®lares y se espera que con la llegada de Trump uno de los principales financiadores desaparezca, al menos, durante los pr¨®ximos cuatro a?os.
Esa es una de las razones por las que la Uni¨®n Europea insta a ampliar la base de donantes mirando a grandes naciones, como China, que no est¨¢n consideradas naciones desarrolladas seg¨²n la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico, que se firm¨® en 1992, cuando el mundo era diferente.
Pero, adem¨¢s, cada vez son m¨¢s las voces que ponen en el punto de mira al sector privado como un necesario protagonista en esta historia, por ejemplo, con impuestos. El secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, abog¨® al inicio de esta cumbre de Bak¨² por ¡°aprovechar las fuentes innovadoras¡± y puso como ejemplo ¡°los grav¨¢menes sobre el transporte mar¨ªtimo, la aviaci¨®n y la extracci¨®n de combustibles f¨®siles¡± que se podr¨ªan poner en marcha. ¡°Los contaminadores deben pagar¡±, reclam¨®. Claro que para eso hace falta una colaboraci¨®n internacional, de la que Trump reneg¨® en su mandato anterior. En el comunicado del G-20 se apunta a la necesidad de acelerar ¡°la reforma de la arquitectura financiera internacional para que pueda hacer frente al desaf¨ªo urgente del desarrollo sostenible, el cambio clim¨¢tico y los esfuerzos por erradicar la pobreza¡±.
Pero en ese mismo comunicado tambi¨¦n se advierte contra medidas unilaterales, aunque sean adoptadas con motivos de lucha contra el cambio clim¨¢tico. ¡°En el contexto de los bosques, evitaremos las pol¨ªticas econ¨®micas verdes discriminatorias, de conformidad con las normas de la OMC y los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente¡±, se se?ala en una clara referencia a la ley europea que persigue frenar las importaciones que no puedan certificar que no causan deforestaci¨®n.
Pl¨¢sticos y nuevos planes clim¨¢ticos
El G-20, adem¨¢s, insta a que los casi 200 pa¨ªses que est¨¢n en las negociaciones clim¨¢ticas presenten sus nuevos planes de recorte de emisiones, y que estos sean abarquen todos los gases y sectores.
Una vez que acabe en Bak¨² la conferencia clim¨¢tica, comenzar¨¢ en Bus¨¢n, en Corea del Sur, otra importante cita medioambiental. Porque en esa ciudad se deber¨ªa cerrar a principios de diciembre el primer tratado internacional contra la contaminaci¨®n por pl¨¢sticos. Es otro gran problema ambiental que, de nuevo, est¨¢ relacionado con los combustibles, ya que la mayor¨ªa del pl¨¢stico deriva del petr¨®leo.
¡°Estamos decididos a poner fin a la contaminaci¨®n por pl¨¢sticos y nos comprometemos a trabajar juntos con la ambici¨®n de concluir para finales de 2024 las negociaciones de un instrumento internacional jur¨ªdicamente vinculante ambicioso, justo y transparente¡±, se?ala el G-20. Las discusiones en este caso son complicadas porque, de nuevo, en el centro del debate est¨¢ si se debe poner un tope a la producci¨®n de pl¨¢stico virgen, algo que afecta indefectiblemente a la producci¨®n de petr¨®leo.