Blindar ecosistemas marinos: la clave de la conservaci¨®n del oc¨¦ano y de las comunidades pesqueras
La protecci¨®n estricta es la herramienta m¨¢s efectiva para la garantizar la conservaci¨®n y restauraci¨®n de los oc¨¦anos ante el cambio clim¨¢tico
Imaginemos por un momento que un grupo de vecinos lleva a?os cuidando con cari?o y esmero un jard¨ªn comunitario para el deleite de todo el barrio. El enclave ha ido creciendo y se ha convertido en un espacio exuberante plagado de flora y fauna para el disfrute colectivo, adem¨¢s de hacer del barrio un punto verde y un lugar pacificado dentro de la gran ciudad.
Imaginemos por otro momento que eso fuera una realidad extendida en el oc¨¦ano. Para que el mar act¨²e como pulm¨®n del planeta, necesitamos m¨¢s ¨¢reas marinas protegidas y mayor protecci¨®n de la vida oce¨¢nica. Es indispensable que estas zonas tengan planes de gesti¨®n coherentes que las pongan a salvo de actividades da?inas. El medio marino est¨¢ en un estado precario: la pr¨¢ctica totalidad de los h¨¢bitats y especies protegidas se encuentran en estado desfavorable o desconocido, mientras que en espacios te¨®ricamente protegidos se permiten actividades incompatibles con la conservaci¨®n, como la pesca de arrastre.
Adem¨¢s, es esencial aumentar cuanto antes la superficie marina bajo protecci¨®n estricta, lugares exclusivos de biodiversidad donde actividades extractivas como la pesca o la miner¨ªa submarina est¨¢n prohibidas. Estos refugios albergan los ecosistemas de mayor valor, los enclaves m¨¢s importantes para especies y h¨¢bitats amenazados, los espacios esenciales de desove y cr¨ªa, y zonas capaces de almacenar grandes cantidades de carbono.
As¨ª lo reconoce la Uni¨®n Europea en su estrategia de Biodiversidad, donde insta a los Estados Miembros a llegar al 10% de protecci¨®n estricta de sus aguas para 2030. Espa?a est¨¢ lejos de este objetivo. De hecho, su actual porcentaje de protecci¨®n estricta es irrisorio (menos del 0,5%).
Lo m¨¢s preocupante es que de momento no hay ning¨²n plan del Gobierno para cambiar esta situaci¨®n en los pr¨®ximos a?os. A ello se suma la pr¨®rroga que Espa?a ha conseguido para extender hasta junio de 2026 el cumplimiento de los objetivos del proyecto LIFE IP INTEMARES, que pretende implementar la gesti¨®n y designaci¨®n de espacios marinos protegidos en Espa?a. Sin embargo, este deber¨ªa haberse completado este a?o. Lamentablemente, la situaci¨®n prolongar¨¢ la degradaci¨®n de los espacios marinos protegidos carentes de gesti¨®n y el perjuicio a las comunidades que dependen de ellos.
La ¨²nica raz¨®n que podr¨ªa justificar la extensi¨®n del proyecto ser¨ªa la designaci¨®n de espacios marinos de protecci¨®n estricta. Para guiar este proceso, Oceana plantea la creaci¨®n de 50 refugios marinos en Espa?a, algunos de los cuales ya se encuentran en ¨¢reas marinas protegidas declaradas, as¨ª como refugios marinos carentes de protecci¨®n en la actualidad. Entre ellos destacan espacios como los propuestos en el Parque Nacional Mar¨ªtimo-Terrestre del Archipi¨¦lago de Cabrera (Baleares), el futuro Parque Nacional del Mar de las Calmas en El Hierro (Canarias), los Fondos de Jaizkibel (Pa¨ªs Vasco) y El Seco de los Olivos (Andaluc¨ªa). Este ¨²ltimo est¨¢, por cierto, en el ¨¢rea marina protegida m¨¢s afectada por la pesca destructiva en Espa?a, con 25.600 horas estimadas de pesca de arrastre en 2023. Otorgando a estos espacios la protecci¨®n estricta que merecen, el pa¨ªs contar¨ªa con un 5% de sus aguas estrictamente protegidas, la mitad del objetivo establecido, un gran avance que situar¨ªa a Espa?a a la cabeza de Europa en cuanto a espacios altamente protegidos.
La protecci¨®n estricta es la herramienta m¨¢s efectiva para la conservaci¨®n y restauraci¨®n del mar, adem¨¢s de incrementar su resiliencia contra el cambio clim¨¢tico. Sus beneficios no solo se ven en las ¨¢reas designadas, sino tambi¨¦n en los ecosistemas cercanos. Al mismo tiempo, aportan claras ventajas a los pescadores y las pescadoras y a sectores no extractivos, como los deportes acu¨¢ticos, el avistamiento de cet¨¢ceos y otras actividades recreativas, que se benefician del buen estado del oc¨¦ano, generando, a la vez, un mayor retorno econ¨®mico. Por ejemplo, en las zonas permitidas a la pesca dentro de la reserva marina de Os Mi?arzos (Galicia) se ha experimentado un aumento en diversidad y tama?o de las capturas de especies como los percebes y las langostas, lo cual ha revertido en mayores beneficios econ¨®micos para el sector pesquero. Por su parte, el ¨¢rea marina protegida de las Islas Medes, en Catalu?a, genera 5,9 millones de euros al a?o en actividades como excursiones en barco y submarinismo, con un impacto directo para el parque y las comunidades locales.
La nueva ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el Reto Demogr¨¢fico, Sara Aagesen, debe continuar con el legado de Teresa Ribera en la designaci¨®n de espacios protegidos y la defensa de la restauraci¨®n marina, pero a la vez aumentar la ambici¨®n y blindar ecosistemas a trav¨¦s de la protecci¨®n estricta. Solo as¨ª, Espa?a podr¨¢ seguir siendo un referente de conservaci¨®n marina en Europa y llegar a los objetivos necesarios para garantizar un oc¨¦ano saludable. Este es el camino para que las ¨¢reas marinas protegidas, verdaderos jardines comunitarios bajo el agua, est¨¦n llenos de vida, condici¨®n esencial para garantizar el bienestar en la tierra.
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