El coral rojo se recupera en las Medes y el Cap de Creus
Un informe de la UAB muestra que en las ?reas Marinas Protegidas esta especie alcanza niveles de salud similares a los de la d¨¦cada de 1980
Las medidas de protecci¨®n aplicadas durante d¨¦cadas en las islas Medes y el Cap de Creus (Girona), ahora convertidos en parques naturales con medidas de protecci¨®n diversas, han permitido que las colonias de coral rojo (Corallium rubrum) se hayan recuperado parcialmente alcanzando niveles de salud similares a los de la d¨¦cada de 1980. As¨ª se demuestra en un estudio de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, que expone la efectividad de las acciones de protecci¨®n. En Catalu?a, la codiciada especie se concentra en el norte de la Costa Brava.
El estudio del Instituto de Ciencia y Tecnolog¨ªa Ambientales de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (ICTA-UAB), basado en datos hist¨®ricos de coral rojo en el noroeste del Mediterr¨¢neo ¡ªcuantitativos desde 1979 y descriptivos desde 1916¡ª, documenta c¨®mo esta especie alcanz¨® su nivel m¨ªnimo de salud en la d¨¦cada de 1990, cuando las colonias m¨¢s grandes con forma de ¨¢rbol se agotaron debido a su sobreexplotaci¨®n. ¡°Entre 1990 y el 2000 no se ve mucha mejora, pero a partir de entonces es cuando se aprecian unas colonias con m¨¢s ramas, de mayor altura y di¨¢metro¡±, detalla el autor principal del estudio, el ibicenco Miguel Mallo, quien tambi¨¦n prefiere mostrar este optimismo con prudencia. ¡°Las medidas de protecci¨®n de las ?reas Marinas Protegidas han demostrado ser efectivas y ello induce a pensar que se recupere en dos d¨¦cadas. Pero estos resultados deben tratarse con precauci¨®n, ya que solo reflejan una parte de la poblaci¨®n de coral rojo en el litoral de Girona¡±. Mallo justifica que la gran mayor¨ªa de estudios sobre este animal realizados en los ¨²ltimos 20 a?os se han centrado en pocas zonas que coinciden con las protegidas, ¡°dejando sin estudiar las colonias de otros lugares sin medidas de protecci¨®n, con un peor estado de salud¡±.
El informe tambi¨¦n presenta la din¨¢mica de la capacidad de retenci¨®n de carbono que tiene este cnidario semiend¨¦mico del Mediterr¨¢neo, con un esqueleto rojo duro y llamativo, que ejerce una funci¨®n comparable a la de los ¨¢rboles en los bosques. Y es que el coral rojo absorbe el carbono para construir su esqueleto, cosa que ayuda a mitigar los efectos del cambio clim¨¢tico. El problema es que esta capacidad de captar el carbono se redujo a la mitad en poco tiempo, concretamente, en 14 a?os en la Costa Brava. ¡°Las consecuencias de un coral sobreexplotado y de reducido tama?o se traducen en una menor capacidad de almacenamiento del carbono presente en el mar, que en gran parte proviene de las emisiones de gases de efecto invernadero¡±, sostiene el ambient¨®logo.
El investigador Sergio Rossi incide tambi¨¦n en que se trata de un coral rojo de tama?o peque?o, cosa que limita su capacidad de cumplir su funci¨®n en el h¨¢bitat, afectando as¨ª a numerosas especies. Rossi abunda que las causas de sus reducidas dimensiones son su crecimiento muy lento ¡ª0'24 mm de di¨¢metro y hasta 6 mm de altura al a?o¡ª y las bajas tasas de reproducci¨®n, combinado con su recolecci¨®n continua con per¨ªodos intensos de sobreexplotaci¨®n.
El Mediterr¨¢neo es considerado uno de los principales puntos cr¨ªticos de biodiversidad marina del mundo y uno de los mares m¨¢s presionados por las actividades humanas. La mayor¨ªa de los impactos se concentra, precisamente, all¨ª donde existe la mayor biodiversidad marina: en los h¨¢bitats marinos costeros, a profundidades donde la luz solar aun penetra en el mar. Los principales representantes de la biodiversidad son las praderas de Posidonia y las formaciones coralinas calc¨¢reas de corales. El coral rojo es clave para estos h¨¢bitats ya que le da estructura f¨ªsica, aumenta su complejidad, generando m¨¢s y m¨¢s variados microh¨¢bitats ¨²tiles para diversas especies, y sirve como refugio para varias especies que se alimentan en el h¨¢bitat coral¨ªgeno. En Catalu?a, esta codiciada especie se concentra b¨¢sicamente al norte de la Costa Brava, en el tramo comprendido desde el Cap de Begur al Cap de Creus.
El principal perjuicio que sufre esta especie es su gran valor comercial: se pueden vender a unos 400 euros las ramas peque?as y a 2.800, las de mayor tama?o. Hist¨®ricamente ¡ªla evidencia m¨¢s antigua de su uso data de hace 30.000 a?os¡ª, su extracci¨®n ha ido vinculada al sector de la joyer¨ªa. Diversas civilizaciones han usado el bello esqueleto de coral rojo para adornos y joyas; algunas, incluso, cre¨ªan que su ingesta aumentaba la fertilidad, ten¨ªa propiedades curativas u otros beneficios espirituales.
El informe del ICTA-UAB insiste una vez m¨¢s en la necesidad urgente de medidas de protecci¨®n en las zonas cr¨ªticas de biodiversidad marina del Mediterr¨¢neo para mejorar la resiliencia y la adaptaci¨®n de los sistemas end¨¦micos clave. Uno de los aspectos positivos que se ha hallado es que las medidas de protecci¨®n pueden ser efectivas de forma relativamente r¨¢pida.
Prohibido pescar dos a?os en aguas exteriores
El Estado espa?ol establecer¨¢ una veda de dos a?os ¡ªdel 10 de abril de 2020 al 10 de abril de 2022¡ª durante la cual estar¨¢ prohibido ¡°capturar, retener a bordo, transbordar, desembarcar, transferir, almacenar y realizar la primera venta de coral rojo extra¨ªdo en aguas exteriores bajo jurisdicci¨®n espa?ola¡±. La medida se suma a la moratoria establecida por la Generalitat en sus aguas interiores desde el 1 de noviembre de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2027. Ante la necesidad de una evaluaci¨®n cient¨ªfica del estado de las poblaciones de coral en las zonas autorizadas para su extracci¨®n, que garantice una explotaci¨®n sostenible de la actividad a largo plazo (en l¨ªnea con los objetivos de la pol¨ªtica pesquera nacional, comunitaria e internacional), la orden ministerial establece que no habr¨¢ autorizaciones para la extracci¨®n y venta del coral rojo para el pr¨®ximo bienio, periodo en el cual se realizar¨¢ el estudio.
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