?Por qu¨¦ leemos ¡®newsletters¡¯?
Son un formato sencillo, flexible y cercano
Hace tres a?os y medio que lanzamos la newsletter de Kiko Llaneras, un bolet¨ªn sin nombre que naci¨® para seguir elecciones y que pronto se convirti¨® en otra cosa: unas cartas semanales con tono de conversaci¨®n, donde son abundantes los datos y las explicaciones, pero donde cabe de todo.
Su ¨¦xito es una de mis grandes satisfacciones. El bolet¨ªn se convirti¨® en un producto ...
Hace tres a?os y medio que lanzamos la newsletter de Kiko Llaneras, un bolet¨ªn sin nombre que naci¨® para seguir elecciones y que pronto se convirti¨® en otra cosa: unas cartas semanales con tono de conversaci¨®n, donde son abundantes los datos y las explicaciones, pero donde cabe de todo.
Su ¨¦xito es una de mis grandes satisfacciones. El bolet¨ªn se convirti¨® en un producto exclusivo para suscriptores del peri¨®dico y cada semana lo reciben 24.000 de ellos. Surgi¨® imitando las newsletters que nos gustaban y creo que ha acabado siendo tambi¨¦n imitado. Pero ?por qu¨¦ funciona un formato tan sencillo? Aqu¨ª van seis de mis descubrimientos, contados como si fuera una de mis entregas semanales.
? 1. Te ponen a dieta de informaci¨®n. En un tiempo de ruido y sobredosis de contenidos, son peque?os oasis. Eres t¨² quien elige las que vas a recibir, no el algoritmo de una red social, ni el ritmo loco de las noticias. Seguir la actualidad es como asomarse a un r¨ªo torrencial a ver qu¨¦ arrastra hoy, pero los boletines se parecen m¨¢s a libros o podcasts: est¨¢n ah¨ª esper¨¢ndote cuando tienes unos minutos.
? 2. Son un formato libre donde tambi¨¦n cabe lo breve, lo personal y lo entretenido. ?No hay valor en una frase interesante o una historia divertida? Claro que lo hay.
? 3. Son ideales para tratar la complejidad. Durante un a?o dediqu¨¦ la newsletter a seguir la pandemia y le encontr¨¦ tres virtudes al respecto. Primero, el tono: lo complejo se explica mejor si uno escribe simple y claro. Segundo, la flexibilidad: por ejemplo, para abordar una pregunta relevante (¡°?Se est¨¢ doblando la curva?¡±), aunque no puedas dar una respuesta rotunda. Y tercero, la primera persona. Mis an¨¢lisis se apoyaban en datos y en expertos, pero no dejaban de ser juicios personales, como son todos, y es preferible que suenen como lo que son: ¡°As¨ª es como veo las cosas, por A y B, pero quiz¨¢s t¨² lo ves de otra manera¡±.
? 4. Sirven para reunirnos. Escribimos cada vez m¨¢s para grupos de lectores ¡ªlos interesados en ciertos temas o quienes aprecian cierta mirada¡ª, y una newsletter es un buen lugar para reunir aquello que puede interesarles. Por eso un bolet¨ªn es tambi¨¦n una comunidad. Por ejemplo, quienes leen el m¨ªo saben que en Navidad recibir¨¢n un correo con 43 buenas noticias de 2022.
? 5. Por la sana conversaci¨®n. Una parte de internet se ha vuelto t¨®xica, desde las redes sociales hasta los comentarios en muchos peri¨®dicos. En cambio, me llegan correos de lectores que dicen: ¡°Solo quer¨ªa darte las gracias¡±. A veces me cuentan que no est¨¢n de acuerdo conmigo, pero siempre somos amables: al fin y al cabo, somos dos personas charlando por correo.
Hay una ¨²ltima virtud de las newsletters, que surge del mismo acto de suscribirse, un gesto de confianza que activa un c¨ªrculo virtuoso: tendr¨¢s lectores que vuelven y escribir¨¢s pensando en ellos.
?Me ayudas? Reenv¨ªa esta newsletter, o si no est¨¢s suscrito, ap¨²ntate t¨². Es un bolet¨ªn exclusivo para suscriptores de EL PA?S, pero cualquiera puede recibirlo un mes de prueba. Tambi¨¦n puedes seguirme en Twitter, en @kikollan, o escribirme con pistas o comentarios, a kllaneras@elpais.es.