¡®Podcasts¡¯ period¨ªsticos en un mundo lleno de ruido

El verbo ¡°audificar¡± a¨²n no est¨¢ en el diccionario, a pesar de que forma parte ya de nuestras vidas y explica hasta qu¨¦ punto el o¨ªdo es un sentido clave para comunicarnos, formarnos e informarnos. Audiolibros, altavoces inteligentes, audioart¨ªculos, coches conectados, notas de voz, radio y por supuesto, el podcast, nacido hace 18 a?os, cuando un expresentador de la MTV, Adam Curry, y un desarrollador de software, Dave Winer, lanzaron el primero en 2004.

Seg¨²n Spotify, el consumo del ¨²ltimo a?o en el mundo ha crecido un 106% y, aunque a¨²n no hay datos espec¨ªficos sobre podcasts period¨ªsticos, los medios escritos no han sido ajenos a su existencia: es que andaban en el tr¨¢nsito, no poco traum¨¢tico, del papel a lo digital cuando el formato arrancaba. Aquel camino supuso una ca¨ªda de los ingresos, a la que se sumaron tres crisis econ¨®micas encadenadas y una p¨¦rdida de representatividad y prestigio que han debido reconstruir poco a poco. Los 250.000 suscriptores que acaba de conseguir EL PA?S son una prueba de que hay un camino por el que ir. Y en ¨¦l, el podcast es imprescindible.

Por eso naci¨® en marzo de este a?o Hoy en EL PA?S, que, con sus 13 millones de descargas obtenidos en ocho meses, confirma los encantos del formato. Estos radican en la posibilidad de crear atm¨®sferas sonoras en torno a la voz humana, capaz de generar una cercan¨ªa que se ve intensificada por el hecho de que la mayor¨ªa de usuarios lo escucha con auriculares.

Los vieron tambi¨¦n en The New York Times, cuando en 2017 lanzaron The Daily, un espacio de 20 minutos en el que desgranan temas de actualidad, parecido al que un a?o y medio despu¨¦s lanz¨® The Guardian con Today in Focus y, en Espa?a, El Mundo al d¨ªa y Un tema al d¨ªa, de Eldiario.es. Los formatos var¨ªan, pero lo estimulante fue comprobar que ni siquiera en sus inicios se concibi¨® el podcast como un soporte donde volcar lo que se publicaba en el peri¨®dico. Al contrario, se entendi¨® r¨¢pidamente que ten¨ªa sus c¨®digos y su propio lenguaje. Quiz¨¢ porque no se subieron al barco por moda y con prisa, el podcast tard¨® en llegar a los medios escritos, pero lo hizo con personalidad y con una misi¨®n muy concreta. En palabras de Pepa Bueno, directora de EL PA?S: ¡°Dejar de hablarle al lector desde un p¨²lpito y hacerle part¨ªcipe¡±.

Contra el ruido

Las mismas caracter¨ªsticas que hacen goloso al podcast lo han convertido en una tentaci¨®n para quienes desinforman. Ha habido muchos casos, pero quiz¨¢ el m¨¢s flagrante fue la proliferaci¨®n de aquellos de extrema derecha que emitieron noticias falsas durante el asalto al Capitolio de EE UU, en enero de 2021. All¨ª qued¨® claro, adem¨¢s de su capacidad para conectar con el oyente, que la facilidad para producirlos (un micr¨®fono y una conexi¨®n a internet) convert¨ªan a cualquier persona en podcaster, pero no en periodista.

Esa es una de las fuerzas de Hoy en EL PA?S: no se produce solo con el equipo de Audio, formado por 11 personas, sino con m¨¢s de 400 periodistas que en un ejercicio de transparencia ahora no solo firman con su nombre y apellidos, sino tambi¨¦n con su voz. Con la que cuentan no solo la informaci¨®n, sino c¨®mo la han elaborado. Eso no quiere decir que no se cometan errores, pero esa maquinaria y la experiencia acumulada en 46 a?os de existencia del diario suponen una mayor vigilancia de las normas del oficio y un compromiso con los lectores-oyentes, que no quieren que les hablen desde un p¨²lpito, pero tampoco que les mientan.

Los datos lo confirman: 13 millones de descargas en ocho meses. La respuesta ha sido extraordinaria. Tanto con los episodios de pura actualidad (explicar con rigor y sin ruido el Consejo General del Poder Judicial o las elecciones en Brasil); como con los que hablan de problemas sociales a partir de vidas an¨®nimas (como la de Manuel, que logr¨® ser independiente a los 70 a?os) y con los que desvelan historias desconocidas como la de la primera edici¨®n del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n.

En las ondas tambi¨¦n hay sitio para formatos de investigaci¨®n: La teor¨ªa del par¨¦ntesis, que desvel¨® el abandono de los ancianos en residencias madrile?as cuando explot¨® la pandemia; El silencio roto, un podcast sobre la investigaci¨®n de los abusos sexuales cometidos por la Iglesia o Los papeles de B¨¢rcenas, nominado a los Premios Gabo de periodismo 2022, que, por primera vez en su historia, premian espec¨ªficamente la categor¨ªa de audio.

Los reconocimientos tambi¨¦n indican que el podcast period¨ªstico, adem¨¢s de un formato, es un g¨¦nero en s¨ª mismo. Y que ha venido para quedarse. Los Premios Pulitzer ya le dedican una categor¨ªa, y los Ondas, que han creado una edici¨®n especial para un formato donde puede estar una de las claves para atraer a los peri¨®dicos al p¨²blico m¨¢s alejado: los j¨®venes. Algunos datos invitan a la esperanza. Seg¨²n la plataforma iVoox, la edad del consumidor en Espa?a va de los 25 a los 64 a?os. Es decir, la comunidad de lectores-oyentes es diversa, se extiende por el mundo y el podcast muestra ¡°encantos¡± suficientes para ampliarla.

Un horizonte prometedor

La vitalidad del sector tambi¨¦n se aprecia en la evoluci¨®n de proyectos pioneros como Radio Ambulante. Dirigido por Daniel Alarc¨®n, empez¨® como un podcast que contaba historias de Am¨¦rica Latina ofreciendo un retrato sonoro del continente. Hoy, 10 a?os despu¨¦s, cubre 20 pa¨ªses y es una de las productoras m¨¢s potentes que distribuye sus episodios por NPR, la radio p¨²blica de Estados Unidos, un pa¨ªs donde el informe The Latino Podcast Listener indica que, en 2022, el 33% de la poblaci¨®n latina escucha audios en espa?ol.

Esa es otra baza de Hoy en EL PA?S: un idioma que hablan m¨¢s de 500 millones de personas unido a una amplia red de corresponsal¨ªas en un momento en el que las sucesivas crisis diezmaron las de otros medios. Esa potencia y la redacci¨®n de EL PA?S Am¨¦rica permiten a este podcast multiplicar acentos, informar desde el terreno y atender a su p¨²blico. Un 30% de las descargas de Hoy en EL PA?S se producen fuera de Espa?a, concretamente y en este orden, en EE UU, M¨¦xico, Argentina y Reino Unido.

Que la prensa haya tardado m¨¢s que los sectores del entretenimiento o la divulgaci¨®n en llegar al podcast quiz¨¢ haya sido una buena noticia, pues ha aprendido de errores ajenos, ha llegado con la transformaci¨®n digital ya madura y aunque es un formato en construcci¨®n, las bases en las que se sustenta ya son s¨®lidas: las de un oficio, el period¨ªstico, con dos siglos de historia.