El festival 'Love Parade' se proclama la mayor concentraci¨®n pac¨ªfica del mundo
La edici¨®n de este a?o recibe las protestas de ecologistas y la revuelta de los 'pinchadiscos' participantes
"Somos la mayor manifestaci¨®n de paz del mundo", ha dicho el "alma mater" y fundador del festival, el pinchadiscos apodado Dr.Motte -"Doctor Polilla"-, en su tradicional alocuci¨®n final a los raver, desde la Columna berlinesa de la Victoria, epicentro del festival.
"Queremos mandar nuestro mensaje pac¨ªfico a G¨¦nova", ha a?adido, en alusi¨®n a los graves incidentes que rodean la cumbre de los G-8 en esa ciudad italiana y en contraste al car¨¢cter de fiesta universal de la "Rep¨²blica del Amor" que reivindica este carnaval techno.
La Love Parade ha cumplido este a?o su decimotercer aniversario con el mismo esquema de siempre -la caravana de camiones convertidos en discoteca rodante a trav¨¦s de la capital alemana-, pero con menos asistencia que en ediciones anteriores.
Un mill¨®n de j¨®venes, seg¨²n los organizadores, ochocientos mil, seg¨²n la polic¨ªa, han defendido a toque de silbato su derecho a bailar hasta el ¨¦xtasis y lucir el ombligo a impactos de techno.
El "desfile del amor" ha tenido cierto aire reivindicativo, despu¨¦s de haber superado un duro pulso con la burocracia y con los ecologistas, as¨ª como un amago de disidencia interna de algunos pinchadiscos, molestos con la excesiva comercializaci¨®n del desfile.
"Planetcom", organizadora de la parada, tuvo que sortear en los meses anteriores el conflicto burocr¨¢tico provocado por los ecologistas, que denunciaron los estragos de la fiesta en el Tiergarten -el parque que cruza los seis kil¨®metros de circuito danzante- y bloquearon la fecha prevista para el festival techno.
La fiesta termin¨® celebr¨¢ndose con una semana de retraso y el baile de cifras ahuyent¨® a algunas decenas de miles de danzantes.
A los conflictos externos se uni¨® la revuelta de los pinchadiscos de la caravana, que reclaman mayor democracia interna y acusan a Planetcom de controlar con ¨¢nimo dictatorial la fiesta.
Pero para la mayor¨ªa de los participantes esas trifulcas internas o externas eran algo secundario, ya que lo primordial es aprovechar la ocasi¨®n para lucir lo m¨¢s sexy que se pueda y bailar bajo el sol -que sali¨® a ratos- hasta alcanzar el ¨¦xtasis colectivo.
Cada uno ha respondido al desaf¨ªo seg¨²n sus posibilidades. Se vieron infinitas "suced¨¢neas" de Lara Croft, seg¨²n las ¨²ltimas tendencias de este a?o mientras otras manten¨ªan el look tradicional del tanga y top de peluche fosforescente.
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