Un arist¨®crata que reuni¨® la mayor colecci¨®n privada de arte del mundo

El bar¨®n Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza naci¨® en Scheveningen, Holanda, el 13 de abril de 1921. Descendiente de una de las familias m¨¢s ricas de Alemania, era hijo del financiero Heinrich Thyssen y la baronesa de origen h¨²ngaro Margarita Bornemisza.

El padre de Hans Heinrich hered¨® la parte del imperio familiar no relacionada con los negocios del acero. A ¨¦l se debe la creaci¨®n de la mayor parte de la colecci¨®n cl¨¢sica y cont¨® con el consejo de varios expertos reconocidos. La familia Thyssen-Bornemisza resid¨ªa en el castillo h¨²ngaro de Rohoncz, que dio muchos a?os nombre a la colecci¨®n. Cuando en 1919 el Gobierno comunista de Bela Kun amenaz¨® de muerte a la familia , ¨¦sta se traslad¨® a Holanda.

Educado en un colegio alem¨¢n en Holanda, ante la inminente invasi¨®n del pa¨ªs por las tropas nazis, Hans Heinrich se traslad¨® junto con su padre, ya divorciado de su mujer, a su nueva residencia de Villa Favorita, en Lugano (Suiza).

Durante los a?os de la Segunda Guerra Mundial, Hans Heinrich estudi¨® Derecho, Econom¨ªa, Arte y Literatura Francesa en la Universidad de Friburgo.

En 1946, se cas¨® con la princesa austriaca Mar¨ªa Teresa de Lippe, de cuyo matrimonio naci¨® Georg Heinrich.

Al morir su padre, en 1947, se convirti¨® en el nuevo bar¨®n Thyssen-Bornemisza. M¨¢s bien indiferente hacia el coleccionismo hasta entonces, Hans Heinrich se sinti¨® en el deber de restablecer la voluntad de su padre, que hab¨ªa creado una fundaci¨®n para mantener la colecci¨®n unida tras su muerte, pero que otros herederos denunciaron y ganaron ante los tribunales. A los 26 a?os, dotado tan s¨®lo de buen instinto, el nuevo

bar¨®n se empe?¨® en aprender y poco a poco volvi¨® a comprar a sus hermanos muchos de los cuadros o los rastre¨® por el mercado del arte. Asimismo, complet¨® en lo posible algunas lagunas en la colecci¨®n comenzada por su padre, adquiriendo a otros herederos sus cuadros principales y haci¨¦ndose con obras de Cerutti, Rubens, Murillo, Zurbar¨¢n.

Para conocer su herencia, recorri¨® sus nuevas posesiones por toda Europa, pero, tras la guerra, sus empresas estaban arrasadas. En una d¨¦cada recuper¨® el imperio financiero e industrial Thyssen. Renov¨® los astilleros de Holanda y Alemania; construy¨® la mina de carb¨®n m¨¢s moderna de Alemania y la mayor central hidroel¨¦ctrica. Rodeado de un buen equipo, logr¨® reflotar el grupo y comenz¨® a invertir en sectores de r¨¢pido crecimiento en EE UU. As¨ª naci¨® el Thyssen-Bornemisza Group (TBG). Tras la reorganizaci¨®n, el Thyssen-Bornemisza Group queda constituido por 234 empresas situadas en 26 pa¨ªses.

Los a?os de oro

Los a?os setenta fueron los a?os de oro del bar¨®n. Fue uno de los primeros empresarios del mundo en disponer de un reactor privado, un Falcon 50, y de un barco de 60 metros. Fue una ¨¦poca en la que frecuent¨® a la jet set internacional y era consejero de una treintena de sociedades, directivo de Heineken, Sotheby's y del Museo Metropolitano de Nueva York, entre otros cargos. Su fortuna se cifraba en 1.300 millones de d¨®lares.

Pose¨ªa, adem¨¢s, una colecci¨®n de 1.500 cuadros con obras de Goya, Ghirlandaio, Van Eyck, Rembrandt, entre otros maestros de la pintura, y de todos los grandes impresionistas y expresionistas.

Por aquel entonces, el bar¨®n ya se hab¨ªa divorciado tres veces: en 1949, de su primera mujer Maria Teresa Lippe, de la modelo inglesa Nina Dyer (1954-1956), de la modelo escocesa Fiona Campbell (1956-1965), con la que tuvo a Francesca y a Lorne. En 1981, se divorci¨® de su cuarta mujer, la brasile?a Denise Shorto. De este matrimonio hab¨ªa nacido Alexander.

En 1978, su primog¨¦nito Georg Heinrich, se incorpora al grupo tras concluir la universidad y en 1980 es nombrado presidente de una de sus divisiones. M¨¢s tarde, en 1983, el bar¨®n le transfiere el control de su imperio. Con ese traspaso de poderes el bar¨®n imped¨ªa que el grupo se rompiera tras su muerte, y dejaba su herencia libre de impuestos sucesorios. El acuerdo al que se lleg¨® en Bermudas consist¨ªa en la creaci¨®n de un trust, bautizado Continuity (Continuidad); una forma jur¨ªdica ambigua, entre fundaci¨®n y compa?¨ªa, en la que se depositaba la propiedad legal del grupo empresarial hasta 2040. Posteriormente, las diferencias surgidas entre el bar¨®n y su hijo Georg por la forma de conducir el grupo empresarial, le condujo en 1997 a presentar una demanda por fraude contra ¨¦ste, la cual todav¨ªa est¨¢ pendiente de resoluci¨®n.

Su vida con Carmen Cervera

En el verano de 1981, el bar¨®n Thyssen conoci¨® a la actriz espa?ola Carmen Cervera, con la que se cas¨® en 1985. Desde su matrimonio con Carmen Cervera, continu¨® enriqueciendo la colecci¨®n. Hoy, los alrededor de 700 cuadros que la pareja posee en com¨²n se incluyen bajo el t¨ªtulo de Colecci¨®n Carmen Thyssen-Bornemisza.

La baronesa Carmen Cervera ha sido una figura determinante en las negociaciones que tuvieron como resultado que en 1993 la hist¨®rica colecci¨®n Thyssen se desplazara de la Villa Favorita en Lugano (Suiza), donde estaba alojada, al palacio madrile?o de Villahermosa tras la venta de la colecci¨®n al Estado espa?ol. El palacio de Villahermosa, a 200 metros del Museo del Prado y reformado por el arquitecto Rafael Moneo, se convirti¨® en la sede del nuevo Museo Thyssen-Bornemisza.

A mediados de los ochenta, el bar¨®n Thyssen comenz¨® a plantearse el futuro de su colecci¨®n. Para salvaguardar la unidad de los fondos de la colecci¨®n y evitar su disgregaci¨®n tras su muerte, constituy¨® la Fundaci¨®n Thyssen-Bornemisza. Tras una batalla internacional en la que pujaron el Reino Unido, Suiza, Estados Unidos y Alemania, el 3 de agosto de 1993 el Estado espa?ol, previa renuncia de todos sus herederos, adquiri¨® los 775 mejores cuadros de la colecci¨®n Thyssen a una sociedad familiar (Favorita Trustees Limited) a cambio de 338 millones de d¨®lares (42.227 millones de pesetas) y autom¨¢ticamente transmiti¨® el t¨ªtulo y dominio pleno de la misma a la Fundaci¨®n Thyssen-Bornemisza (encargada por el Estado espa?ol de su gesti¨®n). Pero una vez cumplido el deseo de exhibir p¨²blicamente y mantener intacta su colecci¨®n, el bar¨®n no dej¨® de tener problemas con sus hijos, con quienes ha firmado una serie de acuerdos testamentarios.

Con graves problemas de salud en los ¨²ltimos a?os, el bar¨®n debi¨® someterse a a varias intervenciones quir¨²rgicas. En 1990 fue operado en Par¨ªs de un aneurisma de la arteria aorta. En 1994 fue intervenido de una arteria car¨®tida y, posteriormente, de la otra.

Entre otras condecoraciones, el bar¨®n contaba con la Gran Cruz de Carlos III y la medalla de acad¨¦mico de honor de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.