Un 'buen samaritano' devuelve el grabado de Picasso olvidado en el metro de Nueva York

La pesadilla de William Bailey, un especialista en marcos que hab¨ªa perdido un grabado de Picasso en el metro de Nueva York, ha tenido un desenlace muy propio de la Gran Manzana: un final feliz. Un buen samaritano a cuyas manos hab¨ªa llegado la obra extraviada se puso en contacto con Bailey para devolver el tesoro perdido.

Bailey nunca olvidar¨¢ el mi¨¦rcoles pasado: estaba esperando el metro en una estaci¨®n de la calle 79 cuando recarg¨® en una columna del and¨¦n un portafolio en el que llevaba dos preciadas obras de arte: un grabado de Pablo Picasso y una pintura de Sophie Matisse, la nieta de Henri Matisse, que le hab¨ªan entregado dos de sus clientes. El valor del picasso, sin firma, no ha sido establecido; el del cuadro de Sophie Matisse, un estudio del Guernica, hab¨ªa sido adquirida recientemente por 6.500 d¨®lares.

Cuando lleg¨® el tren Bailey subi¨®, pero olvid¨® recoger su portafolio. Cuando se dio cuenta del terrible error, sali¨® disparado del metro y abord¨® un taxi para regresar, pero al llegar al lugar del olvido, el portafolio ya no estaba.

B¨²squeda desesperada

"Nunca sent¨ª tanto p¨¢nico", ha recordado este enmarcador de 63 a?os, que lo primero que hizo al darse cuenta de la p¨¦rdida fue irse a llorar a la iglesia m¨¢s cercana. Cuando logr¨® secarse las l¨¢grimas, se puso a pegar anuncios en el metro, prometiendo una recompensa de mil d¨®lares. La prensa neoyorquina se hizo eco de la b¨²squeda en sus ediciones dominicales.

El portafolios hab¨ªa llegado entretanto a las manos de un vendedor de libros, Paul Abi Boutros, entregado por dos desconocidos. Al saber por la prensa la historia de Bailey, le telefone¨® al n¨²mero que aparec¨ªa en el mismo portafolio.

El librero se cit¨® ayer con Bailey para devolverle las obras. "Es algo brillante. Nueva York es una ciudad formidable", ha declarado el enmarcador al recuperar sus tesoros.