Discurso del Pr¨ªncipe de Asturias
Un a?o m¨¢s, cuando en nuestras tierras los d¨ªas se acortan en busca del invierno, volvemos a vivir, con ilusiones y esperanzas renovadas, la prometedora jornada de la entrega de nuestros Premios.
Culminan en estos emotivos y solemnes momentos muchas horas entregadas a la idea de que nuestros galardones sean foro de encuentro y de di¨¢logo entre culturas, sue?o de una humanidad m¨¢s fraternal y sean tambi¨¦n fortaleza moral para que nunca habite en nosotros lo que el poeta llam¨® la desierta, la infinita llanura de la ingratitud y del olvido.
Con estos arraigados pensamientos y desde esta querida Asturias, acogemos a los galardonados, a los componentes de los jurados, a los patronos y protectores de la Fundaci¨®n, a los medios de comunicaci¨®n de tantas partes del mundo, a miles de gentes an¨®nimas y a personas excepcionales por la alta representaci¨®n que ostentan, que se unen a nosotros para vivir este d¨ªa inolvidable. Les expreso a todos mi m¨¢s profunda gratitud, pues a ellos y a quienes les precedieron les debemos el hecho de que nuestros Premios sean muy queridos, valorados y reconocidos en Espa?a y en todo el mundo.
Inolvidable es la obra de todos los premiados que, a?o tras a?o, nos han honrado con su presencia en este Teatro; e inolvidable es tambi¨¦n la emoci¨®n y el impulso que se experimenta al observar el mundo y nuestras propias vidas desde esta atalaya del buen hacer, del ejemplo y del compromiso que supone la obra de mujeres y hombres como los que hoy reciben nuestros galardones. Ellos son, como nos sugiri¨® Cervantes, quienes nos ense?an el buen camino porque antes tuvieron que llorar para aprenderlo.
De l¨¢grimas propias y de llantos ajenos saben mucho el te¨®logo peruano Gustavo Guti¨¦rrez y el periodista polaco Ryszard Kapuściński, galardonados con el Premio de Comunicaci¨®n y Humanidades.
Gustavo Guti¨¦rrez ha centrado su vida en la Teolog¨ªa, que ¨¦l -manteniendo la naturaleza de ¨¦sta en cuanto reflexi¨®n sobre la fe y desde la fe-entiende, con una gran riqueza de matices, como un di¨¢logo, nos ha dicho, "con la cultura contempor¨¢nea", como una "aproximaci¨®n desde la libertad al Evangelio", "como una manera de hablar de Dios en el mundo de hoy". Desde esta perspectiva, mantiene viva la fe en los seres humanos, a pesar de los graves problemas de injusticia y desigualdad que tan profundamente conoce. Fundamenta su pensamiento en el convencimiento de que la esperanza transmitida por el mensaje cristiano pervive hoy con toda su grandeza y es esencial para hacer frente a las situaciones m¨¢s penosas del mundo en que vivimos.
Con su itinerario humano y espiritual, el te¨®logo peruano ha dado testimonio de que esta esperanza cristiana no debilita el compromiso en orden al progreso de los hombres de nuestro tiempo, sino por el contrario le da sentido y fuerza. Nos ha mostrado que la b¨²squeda de la libertad y la aspiraci¨®n a la liberaci¨®n, que est¨¢n entre los principales afanes del mundo contempor¨¢neo, tienen ra¨ªz en la herencia del cristianismo.
El padre Guti¨¦rrez se ha distinguido adem¨¢s por haber sabido fundamentar su verdad en una amplia cultura y en una s¨®lida formaci¨®n que tiene hondas ra¨ªces en su pueblo peruano.
Ryszard Kapuściński es tal vez uno de los periodistas m¨¢s prestigiosos del mundo y un testigo fundamental para reconstruir la historia del ¨²ltimo tercio del siglo XX. Como el Padre Guti¨¦rrez, entiende su trabajo como un esfuerzo por defender a los m¨¢s d¨¦biles y contar su historia, pues -en palabras suyas- "alguien tiene que hablar en nombre de la pobreza". Su compromiso ¨¦tico lo ha convertido en un profesional muy admirado sobre todo por las j¨®venes generaciones de periodistas, que ven en ¨¦l una m¨¢xima referencia moral.
Extraordinario observador, dotado como pocos para captar los detalles m¨¢s reveladores y significativos de una realidad compleja, nuestro galardonado se ha dedicado tambi¨¦n, con gran calidad est¨¦tica, a narrar sus experiencias, convirti¨¦ndose en un escritor reconocido y respetado. Porque sus libros no s¨®lo recogen de manera honrada y transparente lo visto y lo vivido en sus viajes, sino que dan lecciones grandiosas sobre la pobreza y sobre lo que es a¨²n m¨¢s injusto que la misma pobreza: la desesperanza en que viven los marginados por la falta de perspectivas y de oportunidades para salir de ella.
Celebramos la concesi¨®n del Premio de las Letras a las escritoras Fatema Mernissi y Susan Sontag, pues conforta comprobar c¨®mo dos mujeres de culturas tan diferentes construyen sus obras sobre unos mismos cimientos de di¨¢logo y entendimiento, en esta hora marcada por tantas tensiones y enfrentamientos, cuando tristemente habla con frecuencia el terror, cuando crece el af¨¢n por anular y destruir violentamente las ideas ajenas.
La necesidad de entender sus mundos y la b¨²squeda de una comunicaci¨®n completa son la esencia de la actitud de ambas ante la vida. As¨ª lo ha afirmado Fatema Mernissi, que ve en la palabra el medio principal para lograr la concordia. Esta idea suya nos permite comprender mejor ese camino -no exento de dolorosas pruebas y de dificultades personales- por el que esta escritora marroqu¨ª ha ido avanzando con sutil inteligencia, sin abrir heridas, para que las mujeres de su cultura puedan encontrar el lugar que les corresponde en este tiempo.
Dentro de su cultura, participa e impulsa el cambio de su pa¨ªs, Marruecos, un pueblo de extraordinaria vitalidad, que se transforma y se abre con esperanza a un futuro mejor, que le deseamos fervorosamente.
Por otra parte, desde su mirada diferente, Fatema Mernissi ha desvelado con iron¨ªa, conocimiento y sentido del humor, muchas de las contradicciones que ha observado en Occidente, al mostrarnos las carencias que ella ve en una cultura como la nuestra que, en ocasiones, impone a las mujeres, merced a modas y formas de conducta interesadas, comportamientos que degradan su dignidad.
Susan Sontag es autora de una frase muy l¨²cida, que nos sirve para destacar el sentido que posee su trayectoria: "Yo creo que vale la pena seguir resistiendo", ha dicho. Ha vivido, en efecto, resistiendo, anclada firmemente en sus convicciones m¨¢s profundas, mostr¨¢ndose contraria a toda clase de fanatismos, siendo sensible a los problemas cotidianos, manteni¨¦ndose, en definitiva, libre, con gran independencia intelectual. As¨ª lo ha demostrado escribiendo numerosos libros en los que transita por varios g¨¦neros literarios, como el ensayo, la novela y el periodismo, admirables por su originalidad y riqueza de ideas, pues, como se ha dicho, cuantos m¨¢s puntos de vista tengamos a nuestro alcance m¨¢s cerca nos hallaremos de captar la esencia de las cosas, de la verdad que tanto buscamos.
Las autoras que comparten este Premio son mujeres luchadoras en un tiempo conflictivo y en el que existen sociedades extremadas que a¨²n dudan en aceptar como igualitaria y plena la condici¨®n de la mujer. Por ello, el esfuerzo por defender sus ideas ha sido doblemente dif¨ªcil y ha requerido un tes¨®n especial, pero supone un motivo de alegr¨ªa comprobar que galardones como el que hoy les concedemos reconocen que su constancia vale la pena y que su tenacidad se premia con la dignidad que merecen. Nosotros, afirm¨¢ndolo con las palabras de un poeta ¨¢rabe-espa?ol, creemos que llegan "como el mejor de los enviados".
Desde siempre, nuestros Premios han querido estar muy pr¨®ximos a los problemas m¨¢s vivos de nuestros d¨ªas. Nos alegra por ello la distinci¨®n otorgada a la gigantesca obra de J¨¹rgen Habermas la cual ha dejado -como se ha dicho- una profunda huella en campos tan diversos como la filosof¨ªa, la sociolog¨ªa, la ciencia pol¨ªtica, la teor¨ªa del derecho, la historia, la pedagog¨ªa o la teolog¨ªa. Por ello, su pensamiento ha discurrido por cauces muy cercanos a las cuestiones que m¨¢s nos apremian. ?l recibe este a?o el Premio de Ciencias Sociales.
Habermas es un hijo insigne de la lengua y la cultura alemanas, especialmente ricas y creadoras, que nos han legado los m¨¢s grandes frutos en las ciencias, las letras, las artes o el pensamiento. Disc¨ªpulo directo de la llamada Teor¨ªa Cr¨ªtica de la Escuela de Frankfurt, en la que creci¨® y se desarroll¨® intelectualmente, ha creado una obra amplia y trascendente que nos ha presentado como el discurso filos¨®fico de la modernidad. En ese discurso, Habermas ha explicado las ra¨ªces y estructuras del conocimiento social, los fen¨®menos de la ciencia y de la tecnolog¨ªa, las teor¨ªas de la acci¨®n comunicativa o las llamadas patolog¨ªas de nuestro tiempo.
Influido por la visi¨®n sobre la guerra y el nazismo de su generaci¨®n, ha prestado una atenci¨®n especial a la teor¨ªa y la reflexi¨®n pol¨ªticas, y especialmente al estado de derecho y sus categor¨ªas, as¨ª como a las relaciones entre derecho y poder.
Adem¨¢s de te¨®rico, J¨¹rgen Habermas ha destacado tambi¨¦n como intelectual, en la mejor tradici¨®n de los grandes hombres de letras europeos, interviniendo de manera decisiva en los m¨¢s importantes debates p¨²blicos, como el europeismo y la construcci¨®n europea, cada vez que su criterio o su conciencia as¨ª se lo han exigido. Se ha mostrado como agudo observador y a veces cr¨ªtico con el ejercicio del poder y sus actuaciones, buscando siempre la defensa de la ley, la raz¨®n y la moral.
De muy poco servir¨ªan los derechos humanos si no protegi¨¦ramos al mismo tiempo el medio natural en el que estos se ejercen y se disfrutan, si no apoy¨¢ramos y preserv¨¢ramos la diversidad de formas de vida que se dan en nuestro planeta. En este sentido se inscribe el Premio de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y T¨¦cnica, concedido a la et¨®loga brit¨¢nica Jane Goodall.
Su amor hacia la observaci¨®n y el estudio del comportamiento de los animales -especialmente el de los chimpanc¨¦s-, tiene su origen en otro amor: el que, desde ni?a, le inculc¨® su madre hacia los libros, procur¨¢ndole todos los est¨ªmulos para que, con esfuerzo y oportunidad, se dedicase a aquello que m¨¢s amaba, la vida animal. Esa ocasi¨®n decisiva surgi¨® cuando, a los veintitr¨¦s a?os, viaj¨® a ?frica por vez primera.
Desde entonces, y a lo largo de m¨¢s de cuarenta a?os, vive entregada al estudio de la vida de los chimpanc¨¦s, particularmente los de la reserva de Gombe Stream, en Tanzania -aunque se ha preocupado tambi¨¦n de Burundi, Sierra Leona o Gambia-, trabajando muchas veces en las condiciones m¨¢s adversas. El resultado de su apasionado trabajo de muchos a?os ha sido recompensado con numerosos premios y distinciones, entre otros, los veinte doctorados honoris causa que se le han concedido.
El estudio de las conductas de los primates ha llevado a Jane Goodall -as¨ª como a la escuela de investigadores que ella ha formado y al Instituto que lleva su nombre- a esos niveles de conocimiento cient¨ªfico en los que no s¨®lo est¨¢ implicado el comportamiento de la especie humana sino el de toda la naturaleza, de cuya conservaci¨®n y protecci¨®n es una gran defensora. Adem¨¢s, se ha dedicado con ah¨ªnco a fomentar entre la juventud el amor, la compasi¨®n y el respeto hacia todos los seres vivos y el entorno en que se desenvuelven, demasiadas veces amenazado por la ignorancia y la codicia humanas.
Por eso, y uni¨¦ndonos a su hermosa dedicaci¨®n, parece conveniente llamar la atenci¨®n sobre las graves consecuencias de las alteraciones medioambientales que sufre nuestro planeta y sus causas, que producen honda preocupaci¨®n en todos los ¨¢mbitos, sin distinci¨®n de razas, pueblos o fronteras.
La humanidad tiene ante s¨ª uno de los mayores desaf¨ªos que se le ha planteado a lo largo de su maravillosa y excepcional aventura en el planeta, pues s¨®lo acciones de todos y para todos, ¨²nicamente soluciones globales, pueden hacer frente a este riesgo de creciente gravedad.
Es preciso afrontar esta misi¨®n con esperanza y con el mismo optimismo y la misma fe en el g¨¦nero humano que manifiesta Jane Goodall, para quien cada vez somos m¨¢s las personas empe?adas en unir manos y corazones en un esfuerzo conjunto encaminado a hacer de nuestro mundo un lugar mejor. En Espa?a hemos sido testigos este a?o de c¨®mo miles de voluntarios, en las costas del Atl¨¢ntico y del Cant¨¢brico, daban a todos ejemplo, de manera espont¨¢nea y generosa, de esa actitud realmente admirable, de la que nos sentimos solidarios y orgullosos.
Se ha concedido el Premio de los Deportes al Tour de Francia, la m¨¢s prestigiosa competici¨®n ciclista del mundo, que celebra este a?o su centenario. Una vez m¨¢s, el esfuerzo individual llevado hasta la abnegaci¨®n y la labor de equipo de los deportistas, junto a una excelente organizaci¨®n, se funden para dar lugar a una de las competiciones seguidas y admiradas con m¨¢s fervor en todo el mundo.
El m¨ªtico Tour de Francia ha sido, sobre todo para nosotros los espa?oles, de gran importancia social, pues en a?os dif¨ªciles signific¨® una ventana abierta a Europa, un medio de contacto con otras gentes, con otra geograf¨ªa y con otras culturas. Esa importancia que el Tour ha tenido para nuestro pa¨ªs se ha debido, tambi¨¦n y en buena medida, a los grandes ciclistas espa?oles que en ¨¦l han participado.
A lo largo de los a?os, varios de ellos nos han regalado la belleza de su esfuerzo, su talento deportivo y su ilusi¨®n. Y tambi¨¦n la inteligencia de su trabajo de equipo, porque el deporte correctamente ejercido significa sentido de la amistad, colaboraci¨®n y solidaridad entre los pueblos y, particularmente, entre los deportistas de todos los pa¨ªses.
Siempre nos conmueve la presencia de los ganadores de nuestros Premios en este escenario, pero la de los ciclistas que hoy nos acompa?an nos parece parte entra?able de nuestras propias ilusiones, nos emociona de manera especial. Por eso deseamos que su esfuerzo y su tes¨®n sigan siendo un ejemplo para el deporte que practican los m¨¢s j¨®venes.
Tambi¨¦n la juventud es un valor prioritario que debemos destacar en el Premio de las Artes de este a?o, concedido al pintor mallorqu¨ªn Miquel Barcel¨®. Juventud, trabajo infatigable e incuestionable originalidad creadora son las bases sobre las que se asienta la actividad de esta figura de nuestras artes, que ha brillado con luz propia ya desde sus comienzos.
Nos alegra que nuestros Premios no s¨®lo reconozcan las obras que son fruto de una vida dilatada, sino que tambi¨¦n se arriesguen a poner de relieve las que brotan del impulso creador de la juventud; y que un artista de la talla de Barcel¨® haya merecido la fama y los honores no en funci¨®n de sus muchos a?os de trabajo, sino por el valor est¨¦tico de sus obras. La actividad creadora de Miquel Barcel¨® nace en unos momentos muy cr¨ªticos para el arte internacional, en los que es dif¨ªcil conjugar la vanguardia con la tradici¨®n, lo permanente y lo ef¨ªmero.
En esta encrucijada, Barcel¨®, infatigable, ha buscado m¨²ltiples caminos para desplegar su talento: la pintura, la escultura, el dibujo, la cer¨¢mica o el vidrio. Como han dicho los m¨¢s agudos expertos, su obra participa de todos estos medios con unos trazos siempre en los l¨ªmites, llenos de riesgos e inspiraci¨®n, con una materia en continua metamorfosis y, al mismo tiempo, con colores muy nuevos. El resultado es una obra personal¨ªsima, ajena a los postulados de grupo o generacionales y en continuo proceso de investigaci¨®n. A Barcel¨® el trabajo tenaz le conduce a hallazgos incesantes porque sabe que el verdadero artista siempre se encuentra, a la hora de la creaci¨®n, y as¨ª nos lo ha dicho, "en continuo aprendizaje", "en los or¨ªgenes".
Es esta fidelidad al origen, a unas ra¨ªces que en ¨¦l tienen nombre propio -el de su isla de Mallorca y, por extensi¨®n, el de todo el mundo mediterr¨¢neo-, la que hace germinar su pintura con una gran fertilidad.
La escritora brit¨¢nica Joanne Kathleen Rowling ha sido galardonada con el Premio de la Concordia. Alguien dijo una vez que el que escribe en el alma de un ni?o escribe para siempre. Rowling lo ha conseguido con las aventuras del personaje nacido de su genialidad creadora, del m¨¢gico Harry Potter, le¨ªdas sobre todo por millones de ni?os, en los que hemos visto despertarse la hermosa pasi¨®n por la lectura, olvidada con penosa frecuencia. Ni?os de etnias y culturas distintas que, a trav¨¦s de sus p¨¢ginas, han quedado unidos por los lazos invisibles y perdurables de la afici¨®n com¨²n, la fantas¨ªa y el deseo de saber.
Sin m¨¢s compa?¨ªa que la de sus sue?os, esos sue?os sin los cuales la mente y el alma humanas no podr¨ªan subsistir, y dotada de una poderosa imaginaci¨®n, Rowling entremezcla en sus libros, con fascinante eficacia narrativa, la mejor tradici¨®n de la literatura infantil y de aventuras con el aliento a valores imprescindibles, como los de la solidaridad, el compa?erismo y la lealtad.
Harry Potter, un h¨¦roe solitario y sensible, ha devuelto a muchos ni?os y j¨®venes la alegr¨ªa de vivir en el mundo de la imaginaci¨®n, les ha proporcionado un medio infalible para huir del aburrimiento y la rutina y los ha alejado de la violencia y la desesperanza que tantas veces emergen de la sociedad. La obra de Rowling se ha convertido de este modo en un fen¨®meno sociol¨®gico y humano sin precedentes en la cultura de nuestro tiempo, con el que vemos hecha realidad la m¨¢xima del cl¨¢sico: "Con la concordia crecen las cosas peque?as, con la discordia se hunden las m¨¢s grandes".
El Premio de Cooperaci¨®n Internacional ha sido concedido al Excmo. Sr. Presidente de la Rep¨²blica Federativa de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, por el ejemplo de su propia vida, por la forma pac¨ªfica y dialogante con que lleva a cabo sus ideales pol¨ªticos, por su empe?o comprometido en que la ¨¦tica y la pol¨ªtica sean inseparables de su actividad p¨²blica.
El programa urgente contra el hambre en su pa¨ªs, su idea de un mundo en el que los modelos de desarrollo vayan orientados de modo preferente en beneficio de los m¨¢s necesitados, la valent¨ªa y la prudencia de sus propuestas, constituyen una gran esperanza, pues, como ha afirmado Kapuściński, la historia nos ense?a con claridad que "no podemos ir hacia el futuro tomando atajos".
En un tiempo en que la b¨²squeda del ¨¦xito f¨¢cil e inmediato tienta a la juventud, la biograf¨ªa de Lula da Silva supone un alt¨ªsimo ejemplo para todos, con sus primeros a?os vividos en el arrabal de la miseria y de la desesperanza, a las que no sucumbi¨® por su valerosa resistencia contra la adversidad, por su energ¨ªa vital, por su gran coraz¨®n y por el optimismo y la fuerza de sus sue?os.
Se?or presidente:
A mediados del siglo pasado, su gran pa¨ªs deslumbr¨®, como a todos los que lo hemos visto por primera vez, al gran escritor jud¨ªo Stefan Zweig, que buscaba refugio en Am¨¦rica cuando Europa estaba a punto de sucumbir a la vieja barbarie de la guerra. Brasil le arrebat¨® el ¨¢nimo por su grandiosidad y hermosura, y sobre todo por la armoniosa convivencia entre las diferentes razas que lo pueblan. "All¨ª -escribi¨® Zweig admirado-, el hombre no ha sido separado del hombre por absurdas teor¨ªas de sangre, raza y origen". Y agreg¨®: "con ojos felices ante las mil formas de la belleza de aquella nueva naturaleza, vi el futuro".
Hoy, Se?or Presidente, Brasil ha alcanzado un nivel de desarrollo muy apreciable que confirma el pron¨®stico de quien lo observ¨® entonces con tanta emoci¨®n, pero a¨²n no ha podido resolver enormes problemas causados por los desequilibrios sociales. Ahora, con su inspiraci¨®n y con el apoyo de su pueblo, ese admirado pa¨ªs se empe?a en proseguir por el ilusionante camino del progreso, bajo el signo de la justicia y contra la exclusi¨®n social.
Este programa no puede sino conmover a las personas de buena voluntad. Por ello, puede estar seguro de que encontrar¨¢ siempre en nosotros solidaridad y ayuda para que el futuro que intuy¨® aquel gran escritor, y que todos anhelamos para Brasil, sea una feliz realidad lo antes posible.
Finaliza ahora este acto solemne de la entrega de nuestros Premios con los que Espa?a expresa su hospitalidad, su alma generosa, su admiraci¨®n por la extraordinaria obra de los premiados; y ello es as¨ª porque sabe, desde el alba de su historia, que donde habita el amor por la cultura est¨¢n rotas para siempre las cadenas de la ignorancia, de la oscuridad y del miedo.
Celebramos esta edici¨®n en el mismo a?o en que conmemoramos tambi¨¦n el vig¨¦simoquinto aniversario de nuestra Constituci¨®n, que naci¨® para que Espa?a fuera un lugar entra?able para la convivencia pac¨ªfica de nuestra enriquecedora pluralidad de culturas y sentimientos, y nunca espacio para la divisi¨®n, la insolidaridad o la discordia.
Bajo su amparo y gu¨ªa, Espa?a ha liberado lo mejor de s¨ª misma y ha desplegado, con extraordinaria vitalidad, muchas de sus grandes posibilidades y lo m¨¢s esencial de sus recursos humanos, entre los que destaca, por su importancia, la integraci¨®n de la mujer en todos los ¨¢mbitos de la vida social, de los que tan injustamente hab¨ªa estado excluida.
Nos enorgullece ver a nuestra patria abierta y moderna, europea, situada de nuevo a la altura de su tiempo, capaz de adaptarse a los insoslayables cambios del vivir humano, de afrontar con serena fortaleza los problemas que inevitablemente irrumpen en la existencia de toda comunidad y aprovechar las oportunidades de progreso que se le ofrecen.
Nos ilusiona tambi¨¦n contemplarla en vanguardia de la creaci¨®n cultural y de la defensa de los derechos humanos, acogedora y fraterna, y reconocerla, conmovidos, como el hogar donde sentimos la c¨¢lida cercan¨ªa de la compasi¨®n y de la esperanza.
Nunca antes Espa?a ha sido m¨¢s libre, m¨¢s pr¨®spera, m¨¢s capaz y admirada que en esta ¨¦poca iluminada por nuestra ley de leyes. Ha vuelto a ser ante el mundo una gran naci¨®n cuya historia es imprescindible para entender la historia de la humanidad.
Por eso, en este d¨ªa tan querido para m¨ª, quiero tener un recuerdo, impregnado de honda gratitud, para quienes hicieron posible nuestra Carta Magna y para los que sacrificada y lealmente la han desarrollado y aplicado. Para aquellos que, tras heredar una sociedad marcada por la guerra, tuvieron la nobleza de ¨¢nimo y la generosidad necesarias para hacer, de las Espa?as que helaban el coraz¨®n del gran poeta, la Espa?a democr¨¢tica en que vivimos; Todos ellos contribuyeron con lucidez y altura de miras a esa hermosa y noble tarea de la reconciliaci¨®n. Con esos mismos sentimientos recuerdo tambi¨¦n, con especial emoci¨®n, a quienes, v¨ªctimas de la intolerancia y del terrorismo, han perdido sus vidas defendiendo su libertad y la libertad de todos.
De ese esp¨ªritu de concordia naci¨® esta Fundaci¨®n y, con ella, la maravillosa aventura de sus Premios. Una aventura que renovamos cada a?o, y que es m¨¢s hermosa a¨²n por tener su origen en Asturias, en estas tierras de cimas tan altas como los vuelos de su esp¨ªritu.
Muchas gracias.
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