Amaya Arzuaga convence en su regreso a la cita madrile?a con la moda

El Self Service, colecci¨®n con la que Amaya Arzuaga ha regresado a la Pasarela Cibeles despu¨¦s de ocho a?os de ausencia y con la que celebra su d¨¦cimo aniversario en el mundo de la moda, ha convencido a los numerosos seguidores de la dise?adora burgalesa que esperaban su retorno. Este desfile se ha convertido en uno de los "platos fuertes" de Cibeles y ha sido de los m¨¢s concurridos, con las gradas completamente llenas, algo que ni siquiera ha logrado Francis Montesinos, que ha inaugurado esta tercera jornada.

Un mismo volumen, que aparece tanto en las caderas de las faldas, como en los hombros de las chaquetas o en las perneras de los pantalones, es el hilo conductor de una colecci¨®n que Arzuaga se ha planteado como una "destructuraci¨®n" y superposici¨®n de prendas y en la que han destacado las faldas tipo globo, los frunces que se ajustan a la figura o que se disparan completamente de ella. Arzuaga apuesta por el largo total en perfectos abrigos y por anchas mangas farol que vuelven, despu¨¦s de varios a?os, a aumentar la anchura de los hombros femeninos. La paleta de colores va del blanco al negro, pasando por los naranjas, rojos y morados. Tampoco ha decepcionado la siempre delicada Julie Sohn con unas prendas elegantes, pulcras, dulces y rom¨¢nticas.

Con bajos asim¨¦tricos, abullonados y de aires cosacos las faldas son largas y envolventes, los pantalones amplios y los jers¨¦is de fino cashmere, calados y con efectos de encaje. El gris ha tenido protagonismo especial, como en los vestidos largos en los combina delicados puntos con tafetan, junto con el marr¨®n chocolate, negros y berenjena. Para subir el tono, pinceladas de verde lim¨®n. Tambi¨¦n se han lanzado propuestas de estilo sastre en pata de gallo en blanco y negro o en raya diplom¨¢tica. La "ausencia y el vac¨ªo que provoca la necesidad de cubrir un estado emocional situado a las puertas del deseo y el sexo" es Loveless, colecci¨®n con la que la joven pareja que forma Locking Shocking ha vuelto a arriesgarse.

El menos no es m¨¢s para Kina Fern¨¢ndez

Dos grandes pantallas para mostrar el recorrido en solitario de Oscar y Ana por la ciudad hasta llegar al punto que les une, y desde el que comienzan unas propuestas de clara inspiraci¨®n futurista. Con unas primeras salidas sensuales y provocativas, con ajustados monos metalizados en oro, plata y cobre, la colecci¨®n ha evolucionado hacia una l¨ªnea sport de tejidos r¨ªgidos usados para dar vol¨²menes a las perneras de los pantalones, y ha acabado con una fiesta en la que la mujer viste tambi¨¦n monos, pero de grandes vol¨²menes, en mangas y piernas, y con vestidos y trajes tipo smoking. Y para enfrentarse al fr¨ªo un abrigo tipo edred¨®n de seda. La colecci¨®n masculina, muy dandy, sigue la misma l¨ªnea y en ella destacan los trajes de seda y los de pr¨ªncipe de gales en marr¨®n.

Dedicada a la mujer, a todo tipo de mujer, la colecci¨®n del valenciano Francis Montesinos ha vuelto a ser un amplio abanico de propuestas y tendencias, desde la parte m¨¢s vaquera y sport hasta la novia, en este caso dos novias de insinuante ambig¨¹edad. Puntos, estampados, volantes, flecos, mantillas, brillantes colores, combinaciones imposibles, es decir, todo el amplio abanico que forma ese imaginativo mundo Montesinos, formado por un pupurri de tendencias en prendas muy bien hechas. En un escenario completamente diferente, Andr¨¦s Sard¨¢ ha mostrado de nuevo su buen gusto y maestr¨ªa en una corseter¨ªa que lleg¨® al m¨¢ximo de la sofisticaci¨®n, aunque con un toque un poquito burdel decadente, y cuya presentaci¨®n ha girado en torno a una lujosa tela de ara?a.

Las medias, adornadas con volantes o pedrer¨ªas, se sit¨²an en los muslos, y los sujetadores, tops, b¨®xer, tangas o coulotes se convierten en aut¨¦nticas joyas de raso, tul, encaje o bambula en ocasiones bordadas o iluminadas con cristales de Swarovski. La gallega Kina Fern¨¢ndez afirma haberse inspirado "en las campa?as napole¨®nicas en Europa del Este" para hacer una colecci¨®n que divide en una primera parte m¨¢s sobria compuesta por vestimentas de tipo militar, con grandes cuellos, abrigos cruzados con grandes botonaduras y estrechos pantalones metidos por las botas. La otra parte de la colecci¨®n es m¨¢s femenina, con lanas compactas, estampados florales de terciopelo, numerosos detalles en piel, faldas formadas por varias capas de diversas texturas y trajes de pr¨ªncipe de gales, para llegar a una noche de largos vestidos llenos de bordados. Para Kina, el menos no es m¨¢s.