Max Von Sydow elogia la contribuci¨®n de Espa?a a la cinematograf¨ªa

El actor sueco Max Von Sydow, de 77 a?os, ha recogido este domingo, agradecido y emocionado, el Premio Donostia con que la organizaci¨®n del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n reconoce la carrera de casi sesenta a?os de un int¨¦rprete que no ha dudado en elogiar la contribuci¨®n de Espa?a a la cinematograf¨ªa. "Espa?a ha sido muy importante para la industria cinematogr¨¢fica. Siento una gran admiraci¨®n y respeto por todo lo que han hecho los grandes directores de este pa¨ªs, ahora y en el pasado", ha declarado momentos antes de recoger su galard¨®n de manos del actor argentino Leonardo Sbaraglia y en medio de una cerrada ovaci¨®n.

Con el Premio Donostia en sus manos, una r¨¦plica en plata de las farolas decimon¨®nicas que jalonan el Paseo de la Concha de San Sebasti¨¢n, Von Sydow ha dicho sentirse "un hombre afortunado" por haber tenido tantas oportunidades en su vida y haber estado rodeado de tanta gente con talento que le ha prestado el apoyo necesario en el momento adecuado. "Siento no hablar espa?ol, tampoco vasco, pero quiero agradecer este premio al Festival de San Sebasti¨¢n", ha dicho el actor antes de cerrar su intervenci¨®n con un emocionado "Eskerrik asko" (gracias en euskera) en medio de una nueva y calurosa ovaci¨®n de despedida que le tribut¨® el p¨²blico congregado en el Palacio Kursaal, sede del certamen donostiarra.

El int¨¦rprete sueco, nacionalizado franc¨¦s y con m¨¢s de un centenar de pel¨ªculas en su haber dirigidas entre otros por Ingmar Bergman, John Huston, Lars Von Trier, Woody Allen y Steven Spielberg, ha rodado en dos ocasiones con realizadores espa?oles: Juan Carlos Fresnadillo en Intacto (2001) y Jos¨¦ Antonio de la Loma en Jugando con la muerte (1982).

Milagro irland¨¦s

El cineasta brit¨¢nico John Boorman ha presentado este domingo The Tiger's Tall, una magn¨ªfica f¨¢bula sobre el mundo del poder, el dinero y la p¨¦rdida de identidad, ambientada en Irlanda. Boorman vuelve a utilizar a su actor fetiche, Brendan Gleessson, protagonista de su aclamada El general, para contar la historia de un triunfador que, un d¨ªa, descubre a un hombre exacto a ¨¦l, que se le ir¨¢ apareciendo cada vez m¨¢s a menudo, hasta creerse loco. Mientras el empresario lo tiene todo, su id¨¦ntico ha perdido a su esposa y su trabajo, por lo que decide robar algo de la vida que le negaron. La suplantaci¨®n de la personalidad del triunfador se produce en una genial mezcla de escenas cargadas de tensi¨®n dram¨¢tica, con el humor negro propio de este director, autor de filmes como Esperanza y gloria o El tigre de Panam¨¢.

Ganador de dos premios a la Mejor Direcci¨®n en Cannes, por El general y Leo el ¨²ltimo, Boorman muestra que es un maestro a la hora de mezclar g¨¦neros, desde el humor al thriller, pasando por el drama, para narrar la desesperaci¨®n del hombre que ve tambalear su vida perfecta. El cineasta ha contado en San Sebasti¨¢n que el tigre al que hace referencia el t¨ªtulo del filme, The Tiger's Tail, es una referencia al milagro irland¨¦s, un pa¨ªs que ha pasado de la pobreza a convertirse en un nuevo rico, lo que le ha llevado, en este mundo globalizado, a perder una identidad que est¨¢ buscando.

"No merece la pena llorar"

La segunda pel¨ªcula a competici¨®n presentada este domingo, Si el viento sopla la arena, es una coproducci¨®n franco-belga firmada por la cineasta Marion Hansel, nacida en Marsella pero criada en Amberes, y autora de filmes tan conocidos como Las noches b¨¢rbaras. En el filme, Hansel lleva al cine la novela Chamelle, de Marc Durin -Valois, para abordar un tema tan real como dram¨¢tico, la situaci¨®n que padecen millones de africanos asolados por la falta de agua y las guerras fraticidas.

La cineasta, al igual que el autor de la novela, no ha querido dar nombre al pa¨ªs donde se sit¨²a la historia, que arranca con el nacimiento de una ni?a en una aldea del profundo continente negro. Ese d¨ªa, un amigo sugiere al padre que ahogue a la cr¨ªa, ya que adem¨¢s de una mujer, ¨¦l ya cuenta con dos hijos varones y nunca se sabe si alg¨²n d¨ªa llegar¨¢ la sequ¨ªa. El padre evita su consejo pero, pasados unos a?os, la sequ¨ªa llega y obliga a esta familia a partir, al igual que el resto de los habitantes del poblado, en busca de agua. Ser¨¢ una traves¨ªa sin fin, en la que cruzar¨¢n fronteras y se topar¨¢n, aparte de con el inmenso desierto, con soldados que nunca ayudan, s¨®lo exigen, demandan y destruyen. Un camino en el que las p¨¦rdidas se van sumando y en que el agua nunca llega. Como tampoco se vislumbra una salida.

Un periodista le pregunt¨® a la directora y a los actores presentes en la conferencia de prensa posterior al pase del filme por qu¨¦ en los momentos m¨¢s dram¨¢ticos no hab¨ªa gestos de excesivo dolor, ni l¨¢grimas siquiera. Contest¨® el actor que encarna al padre de familia, Issaka Sawadogo: "En Africa hemos llorado tanto por tantas situaciones dram¨¢ticas que no merece la pena llorar m¨¢s. Hay que conformarse con vivir y dejar pasar las cosas. Hay que seguir viviendo, mientras se llora por dentro. La situaci¨®n es as¨ª, ha sido as¨ª y seguir¨¢ siendo as¨ª. No hay salida y llorar no soluciona nada".