Los Stones reconquistan Madrid

Veinticinco a?os despu¨¦s de su hist¨®rico primer concierto en el Vicente Calder¨®n, los Rolling Stones han regresado la pasada noche al mismo escenario para volver a conquistar Madrid con una irresistible descarga de rock and roll. Estaba anocheciendo cuando tras el ruido de una traca se han escuchado los acordes de Star me up y Mick Jagger ha saltado al escenario enfundado en una llamativa chaqueta verde, escoltado por los guitarristas Keith Richards y Ron Wood, que se mov¨ªan como dos hienas detr¨¢s del vocalista.

En el estadio aguardaban dos tipos de espectadores, los que por su edad pudieron ver el concierto de 1982, sentados esta vez en la tribuna, y los que entonces eran demasiado j¨®venes, o incluso no hab¨ªan nacido, situados de pie en la zona del terreno de juego. Todos ellos han rugido con satisfacci¨®n al escuchar las primeras notas del concierto y la fiesta ha seguido con una mirada a los sesenta, con el cl¨¢sico Let's spend the night together.

Tras el segundo tema, Jagger ha saludado al p¨²blico en espa?ol y se ha disculpado por el plant¨®n que el grupo dio a sus fans madrile?os el a?o pasado: "Siento haber tardado en venir. Estamos muy contentos de estar aqu¨ª finalmente". A la tercera, She's so cold, se ha quitado la chaqueta y ha empezado a corretear por el escenario, lo que no ha dejado de hacer en toda la noche.

Sorpresas en forma de blues

La banda ha hecho una incursi¨®n en el blues con un homenaje a Ray Charles, The night time is the right time, una de las sorpresas del espect¨¢culo. Tumbling dice, uno de los temas m¨¢s rotundos de su ¨¢lbum Exile on Main St, ha llevado al concierto a uno de sus momentos culminantes. Jagger piropea en espa?ol a su vocalista: "Qu¨¦ vestido tan bonito, ?te lo has comprado en el Rastro?", le dice. Cuando acaba el n¨²mero desaparece.

Al frente del escenario queda entonces Keith Richards. El p¨²blico lo aclama y ¨¦l sonr¨ªe de forma extra?a. O le han quedado secuelas de la ca¨ªda que sufri¨® desde un cocotero o es que ha vuelto a las andadas. El guitarrista acierta a decir "hola, se?ores y se?oritas" y luego empieza a cantar con el acompa?amiento de la guitarra de Ron Wood. Consigue interpretar Silver y Happy con su voz de gato antes de que Jagger vuelva a tomar el mando con Miss you, la afortunada aproximaci¨®n de los Stones al funk.

El escenario se desplaza entre el p¨²blico sobre el terreno de juego para regocijo de los espectadores m¨¢s j¨®venes. Charlie Watts, el decano del grupo, 64 a?os, sigue tocando la bater¨ªa con una autoridad incre¨ªble. Mezclados entre el p¨²blico encadenan It's only rock and roll, Satisfaction y Honky tonk woman, una descarga de la que el f¨ªsico de Jagger no se resiente. Luego todo se ti?e de rojo. El cantante de los Stones lleva una levita roja para interpretar subido a una pasarela del escenario Simpathy for the devil.

La banda deja Brown sugar para el bis. Despu¨¦s de dos horas de actuaci¨®n, Jagger recorre el campo corriendo por una pasarela. Tras la traca final, con fuegos artificiales incluidos, el grupo saluda y el vocalista se queda solo botando en el escenario. Cumplir¨¢ 62 el pr¨®ximo mes.

La gira sigue en El Ejido

La fiesta contin¨²a. Este viernes los Stones aterrizan con A Bigger Bang Tour en El Ejido (Almer¨ªa), con 25.000 entradas ya vendidas. Queda por desvelar si se beber¨¢n el gazpacho que ha preparado el Ayuntamiento para refrescar a los asistentes y promocionar sus productos hortofrut¨ªcolas.

Las entradas se pueden adquirir en la taquilla del Estadio de Santo Domingo por unos precios que oscilan entre los 86 y los 162 euros. La llegada de Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts a tierras almerienses ser¨¢ por la ma?ana, pero las estrellas no han querido desvelar la hora exacta ni d¨®nde se alojar¨¢n.