El Ateneo de Madrid recupera la memoria de sus a?os perdidos

El Ateneo de Madrid recupera la memoria de sus "a?os perdidos", de 1939 a 1946, con una exposici¨®n de fotos y documentos que se inaugura hoy y en la que se muestra c¨®mo, tras terminar la guerra, fue convertido en el escaparate de los esquemas ideol¨®gicos y la proyecci¨®n cultural de la dictadura franquista. La exhibici¨®n El Ateneo intervenido 1939-1946, instalada en la galer¨ªa de retratos del centro cultural madrile?o hasta el pr¨®ximo 18 de mayo, ha sido organizada por un equipo de documentalistas formado por Clara Herrera, Jes¨²s Serrano y Fernando S¨ªgler.

Esta iniciativa, que forma parte del proyecto "Recuperaci¨®n de la documentaci¨®n hist¨®rica del Ateneo de Madrid", financiado por el Ministerio de la Presidencia, reproduce una veintena de im¨¢genes de los a?os treinta y cuarenta del fondo fotogr¨¢fico de Santos Yubero, reportero gr¨¢fico del diario Ya, adem¨¢s de medio centenar de documentos, libros y publicaciones peri¨®dicas de la ¨¦poca.

"El hecho de ser atene¨ªsta era suficiente para ser depurado"

"El d¨ªa que termin¨® la Guerra Civil el Ateneo fue tomado por las milicias franquistas", ha explicado hoy el historiador Fernando S¨ªgler, quien ha destacado que el centro cultural "no s¨®lo perdi¨® su nombre (que cambi¨® a Aula de Cultura) sino que tambi¨¦n se qued¨® sin el inmenso legado de su archivo hist¨®rico", que ahora est¨¢n intentando recuperar estos documentalistas.

Un siglo "perdido"

"Tenemos algunas pistas de lo que puede haber ocurrido con el archivo, del que falta un siglo de documentos", ha se?alado Herrera, "pero la futura investigaci¨®n depende de una nueva subvenci¨®n ministerial".

La gesti¨®n durante los siete a?os despu¨¦s de la guerra, realizada por los profesores universitarios Carmelo Vi?as y Salvador Lissarrague, adem¨¢s del sacerdote Andr¨¦s Mar¨ªa Mateo, ocupa la parte central de la exposici¨®n. La propaganda nazi de la que se hac¨ªa eco el Ateneo con exhibiciones de libros y material del Reich, cartas de la directora de la biblioteca e historias de antiguos miembros del centro que sufrieron la represi¨®n del r¨¦gimen tambi¨¦n tienen su sitio en las vitrinas de la galer¨ªa de retratos.

"El hecho de ser atene¨ªsta era suficiente para ser depurado", ha destacado Clara Herrera delante de un documento en el que se citaba, como cargo de delito para un preso, haber sido miembro de la Junta del centro cultural. Una conferencia de Ortega en 1946, en lo que fue su primera aparici¨®n p¨²blica despu¨¦s de su exilio, marc¨® el inicio de una transici¨®n que alej¨® al Ateneo de las ideas de la Falange. "El r¨¦gimen utiliz¨® la figura de Ortega, quien pensaba que despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial iban a restaurar a Don Juan de Borb¨®n, para dar una imagen de aperturismo", ha declarado S¨ªgler.