Los Coen inauguran la Mostra de Venecia con un ejemplo de alta comedia

Los hermanos Coen, respaldados por la presencia estelar de George Clooney, Brad Pitt y Tilda Swinton, abrieron hoy a carcajadas la Mostra de Venecia con Burn After Reading, una parodia del cine de espionaje con la que firman un producto redondo pese a su vocaci¨®n decididamente menor.

"Esta vez buscamos primero a los actores y luego escribimos para ellos los personajes", explic¨® en rueda de prensa Ethan Coen y, con nombres tan destacados en el reparto -hay que sumar tambi¨¦n a la esposa de Joel, Frances McDormand, y a John Malkovich-, consiguieron hacer "una visi¨®n particular de las pel¨ªculas de Jason Bourne", seg¨²n ellos.

Teniendo en cuenta que todos los personajes del filme son "profundamente est¨²pidos", las reglas del cine de espionaje se ven profundamente adulteradas y los actores presentes hoy en Venecia intentaron no darse por aludidos. "No s¨¦ si sentirme halagado o insultado", dijo Brad Pitt en una de sus escasas intervenciones.

Efectivamente, Burn After Reading tiene como detonante la imaginaci¨®n de personas profundamente aburridas con sus vidas y cuyas paranoias les embarcan en una trama criminal que, aun en su absurdo, se cobrar¨¢ numerosas v¨ªctimas.

Pese a que los Coen retoman con sorna las rivalidades entre Estados Unidos y Rusia y ponen a jugar en la misma partida a dos mundos tan opuestos como la CIA y un humilde gimnasio de Washington, "la pel¨ªcula no tiene ninguna lectura pol¨ªtica, es un mero divertimento", enfatiz¨® George Clooney, que abandona moment¨¢neamente el lado m¨¢s comprometido de su carrera.

Burn After Reading fue, no en vano, escrita por los hermanos Coen durante el rodaje de No Country for Old Men (2007) y, en todo momento, planea sobre ella el concepto de contrapunto al ambiente opresivo que les dio el Oscar.

As¨ª, la pel¨ªcula se convierte en una suerte de reuni¨®n de amigos, en la que Clooney vuelve a encajar como un guante en el patetismo c¨®mico de los dos hermanos, a la vez que embauca en el t¨¢ndem a su compa?ero de fatigas en la saga de Ocean''s Eleven, Brad Pitt, y a Tilda Swinton, quien le secund¨® en Michael Clayton (2007).

Todos ellos cumplen su trabajo de manera brillante y, afortunadamente, el p¨²blico no queda excluido de esta fiesta en la que, como en las grandes comedias, la ligereza camina sobre un intrincado colch¨®n argumental que consigue que en ninguna pirueta de gui¨®n haya peligro de caer el vac¨ªo.

"La sensaci¨®n de improvisaci¨®n que transmite la pel¨ªcula demuestra la calidad del gui¨®n que Ethan y Joel han creado", asegur¨® Tilda Swinton, la ¨²nica que puso un punto reflexivo en una rueda de prensa en la que se percibi¨® y agradeci¨® la camarader¨ªa pero falt¨® el contenido.

Los Coen, tradicionales asistentes de Cannes, han intercambiado este a?o sus papeles de "ni?os bonitos de festival" con Woody Allen, habitual en Venecia y que este a?o llev¨® su Vicky Cristina Barcelona al certamen franc¨¦s tambi¨¦n fuera de concurso.

Es la tranquilidad que da el estar fuera de concurso. "En los premios confluyen muchos intereses, muchas veces m¨¢s relacionados con las productoras que con la propia pel¨ªcula", asegur¨® Joel Coen despu¨¦s de vivir un a?o triunfal gracias a su anterior pel¨ªcula y de haber triunfado en Cannes con filmes como Barton Fink (1991) y Fargo (1996).

Aun sin competir, Burn After Reading abre el apetito para la edici¨®n n¨²mero 65 de este festival que, hasta el d¨ªa 6 de septiembre, ver¨¢ desfilar por sus pantallas obras de autores como Takeshi Kitano, Guillermo Arriaga y Jonathan Demme.

La pel¨ªcula inaugural ha apostado claramente por la intrascendencia. "Despu¨¦s de todo, ?qu¨¦ hemos aprendido?", se pregunta un personaje en la hilarante escena final de la pel¨ªcula. Burn After Reading sin embargo es, pese a su falta de pretensiones, toda una lecci¨®n de cine.

Tr¨¢iler de la pel¨ªcula 'Quemar despu¨¦s de leer'