Los conflictos familiares diseccionados sobre el escenario
'La omisi¨®n de la familia Coleman', del argentino Claudio Tolcachir, se estrena en el Teatro Espa?ol
Los Coleman abrir¨¢n ma?ana las puertas de su casa en el Teatro Espa?ol de Madrid (calle Pr¨ªncipe, 25) donde estar¨¢n hasta el 23 de noviembre. Se trata de una familia muy particular, o quiz¨¢s no tanto, ya que los problemas de comunicaci¨®n con aquellos con quienes se convive parecen frecuentes en el mundo actual. La omisi¨®n de la familia Coleman, del argentino Claudio Tolcachir, habla de un grupo de personas que viven en la misma casa pero que no se soportan, no se hablan de forma sincera, no se escuchan. S¨®lo la abuela, la pieza angular del grupo, hace todo lo posible porque nadie salga de una casa que, como los propios personajes, se cae a pedazos.
La obra, escrita a partir de las improvisaciones de los actores, introduce al espectador en un hogar y le habla sobre el silencio que se impone entre la gente que nos rodea, los que tenemos m¨¢s cerca. C¨®mo muchas veces preferimos mirar hacia otro lado cuando algo ocurre justo delante de nuestras narices. Entre padres e hijos, abuelos y nietos, hermanos. "[Sincerarnos con los que nos rodean] Es el camino m¨¢s sencillo pero el m¨¢s doloroso y el que m¨¢s p¨¢nico nos produce. Cuando uno lo consigue se da cuenta de que era lo que tendr¨ªa que haber intentado desde un principio", afirma Tolcachir, que adem¨¢s de dirigir la pieza tambi¨¦n es el autor del texto.
Regreso a Madrid
El Coleman ya se pudo ver en Madrid el a?o pasado en la Sala Pradillo durante el Festival de Oto?o, y el ¨¦xito de aquella visita se ha traducido en la vuelta de la obra. Tambi¨¦n pas¨® por el Festival de Teatro Contempor¨¢neo de Almagro o por El Festival de Teatro Iberoamericano de C¨¢diz. En Argentina, el Coleman es como nuestro M¨¦todo Gr?nholm. Estuvo cuatro a?os en cartel, se hicieron m¨¢s de 600 representaciones, y la gente segu¨ªa acudiendo en grupo a verla y analizarla. Pero parece que no se trata de una familia t¨ªpicamente argentina.
El ¨¦xito de la obra se ha extendido de Miami a Sarajevo, pasando por Nueva York, el sur de Francia o de Italia, gran parte de Latinoam¨¦rica o Espa?a. Parece que en todo el mundo la gente tiene los mismos problemas con quienes comparte lazos de sangre. Adem¨¢s el p¨²blico ha sabido conectar con el humor negro de la pieza, un humor "necesario para que la realidad sea digerible, analizable. En ocasiones pasan cosas horribles a las que te puedes acercar mejor con un poco de humor", afirma el director.
El autor tacha a sus personajes de "inmaduros", de no saber quienes son ni d¨®nde se dirigen. Tal vez por la falta de un padre, ya que la familia est¨¢ compuesta, por la abuela, su hija y cuatro nietos. Sin embargo, el director descarta que en este punto haya ning¨²n tipo de cr¨ªtica social. "Me di cuenta que no hab¨ªa padre cuando termin¨¦ de escribir la obra. Podr¨ªa contarte de historias en Buenos Aires, de padres que no han podido sacar adelante a sus familias o que las abandonan... pero tambi¨¦n de madres. Simplemente jugu¨¦ con los personajes que ten¨ªa en la cabeza y al terminar, no hab¨ªa figura paterna".
El objetivo es un teatro "que est¨¦ en peligro, que permita al espectador acomodarse y pensar en qu¨¦ ir¨¢ a cenar despu¨¦s de abandonar la sala". Que se sienta uno m¨¢s de la familia. Y para ello la sala peque?a del Espa?ol es un "espacio ideal" ya que "acerca mucho al espectador, le permite mirar al actor muy de cerca. As¨ª es m¨¢s sencillo que el p¨²blico conecte emocionalmente y mantiene la funci¨®n viva. Lo que intentamos es conmoverle, que no se relaje y se distraiga pensando qu¨¦ ir¨¢ a cenar al salir, ni que se deleite con el buen hacer de los actores o con el dise?o de la funci¨®n".
De casa al trabajo
Tolcachir acaba de estrenar en Argentina su segunda obra como dramaturgo. Tercer cuerpo, que se estren¨® hace dos meses, sale del hogar para abordar los silencios del mundo laboral. De la pasividad del Coleman a la b¨²squeda incesante de la felicidad. "Tercer cuerpo habla del mal de la ciudad, que es la soledad. De un grupo de gente que lleva trabajando en una oficina varios a?os pero que no se conocen, y que buscan algo que les permita ser felices. Mientras que en el Coleman la tragedia les estalla en la cara, aqu¨ª los personajes est¨¢n en un movimiento constante".
La obra tambi¨¦n se representa en Timbre 4, donde Tolcachir tiene su taller de interpretaci¨®n y su casa. La sala se sit¨²a al final de una casa chorizo, una casa t¨ªpica de Argentina en la que las habitaciones se sit¨²an en hilera, lo que permiti¨® que el Coleman se interpretara en una casa aut¨¦ntica. Adem¨¢s, all¨ª el espectador deb¨ªa atravesar toda la escenograf¨ªa para llegar hasta las butacas. Por suerte muy pocos desearon abandonar la sala antes de que terminara la funci¨®n, ya que deb¨ªan cruzar la escena, "y adem¨¢s la concentraci¨®n de los actores fue muy buena y no tuvimos ning¨²n problema", bromea el director.
De Timbre 4 han salido gran parte de los actores de sus obras, gente que comparte la visi¨®n del teatro del director y con los que resulta m¨¢s f¨¢cil hacer todo el trabajo previo de improvisaciones, aunque el texto de Tercer cuerpo lo escribi¨® durante la gira internacional del a?o pasado. Pero no s¨®lo forma a sus actores. La escuela es un espacio de creaci¨®n abierto donde los profesores impulsan a los alumnos para que investiguen en las diversas facetas de la creaci¨®n teatral. Desde la dramaturgia a la direcci¨®n de escena o a la interpretaci¨®n "queremos que cada uno busque lo que tiene que aportar al teatro".
"Es parte de mi forma de entender este trabajo. Por eso tambi¨¦n funcionamos en forma de cooperativa", afirma Tolcachir. "comenzamos haciendo funciones gratis, cuando empezaron a dar dinero lo que obten¨ªamos lo repart¨ªamos por igual entre todos. La obra pertenece al conjunto del grupo".
'La omisi¨®n de la familia Coleman' se representa en la sala Peque?a del Teatro Espa?ol (calle Pr¨ªncipe, 25, Madrid), de martes a viernes a las 20.30, s¨¢bados, 19.30 y 22.00 y domingos, 19.00 horas. 16 euros
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