El cineasta Jos¨¦ Luis Borau reivindica el 'landismo' al ingresar en la Real Academia
El director, que ocupa el sill¨®n B, ha dedicado su discurso de ingreso a las relaciones entre cine y lenguaje
El escritor y cineasta Jos¨¦ Luis Borau (Zaragoza, 1929) ha ingresado en la Real Academia Espa?ola sin ¨¢nimo de ser "el malo de la pel¨ªcula" ni de sentirse "solo ante el peligro". En su discurso de ingreso en la Academia, donde ocupar¨¢ el sill¨®n 'B' que dej¨® vac¨ªo la muerte de Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, colega de profesi¨®n, Borau ha rastreado la profunda huella que el cine ha dejado en la forma de hablar y de escribir de la gente.
Borau ha reivindicado el cine como "arma de expresi¨®n, omnipresente en el habla y la literatura". As¨ª ha insistido en incluir en el diccionario t¨¦rminos como landismo o berlanguiano y expresiones como 'ser un Tarz¨¢n', 'tener una casa de cine' o 'estar solo ante el peligro'.
"?Qui¨¦n puede pretender a estas alturas que sustituyamos play-back por sonido pregrabado, flash-back por salto atr¨¢s o analepsis, y que a un sheriff del Oeste se le llame comisario?", se ha preguntado el nuevo acad¨¦mico. Borau ha circunscrito su discurso, titulado El Cine en nuestro lenguaje, a Espa?a "por limitaciones de tiempo y bagaje" para comprobar la influencia del S¨¦ptimo Arte en el habla de Hispanoam¨¦rica.
Para poner de relieve la fuerza del lenguaje salido del cine, Borau ha trufado su discurso de frases inmortalizadas por el s¨¦ptimo arte como 'siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs' y comparaciones con mucha sorna con protagonistas cinematogr¨¢ficos como 'pega menos que la Grace Kelly en un andamio', 'No te enrolles, Charles Boyer' o la tan popular 'La cagaste, Burt Lancaster'. "Todos forman parte del d¨ªa a d¨ªa", ha dicho.
Con sus palabras, Borau ha colado en la Academia, "por exigencias del gui¨®n", a "el bueno y el malo" de la pel¨ªcula, a las vampiresas, a los "frikis", a Tarz¨¢n y su inseparable mona Chita, y a Bambi, el cervatillo que "por azares de la pol¨ªtica, ha dado un vuelco gui?olesco para verse reducido a la triste condici¨®n de mote".
Adem¨¢s de hacer re¨ªr a los centenares de asistentes al acto, el cineasta ha movido a la reflexi¨®n. El cine, ha dicho, "puede trastocar -de hecho, lo est¨¢ haciendo ya- el camino tradicional de conocer y darse a entender" que hasta hace poco ten¨ªa el ser humano.
Sill¨®n B
Las primeras palabras de Borau en la Real Academia han estado dedicadas a su antecesor en el sill¨®n B, Fernando Fern¨¢n-G¨®mez, un hombre de "talento poli¨¦drico", que triunf¨® en el cine, el teatro, la televisi¨®n y la literatura.
La personalidad de Fern¨¢n-G¨®mez estaba centrada en "la interpretaci¨®n", pero no s¨®lo porque dominara "el oficio de fingir", ha se?alado Borau, sino porque en todo cuanto hac¨ªa "se propuso indagar y explicarnos el caldo de cultivo donde alienta la condici¨®n humana: el espect¨¢culo y la raz¨®n o sinraz¨®n de la vida, en suma".
El director aragon¨¦s ha subrayado cu¨¢nto le deben al cine expresiones como "pasarlo de cine", "corre menos que el caballo del malo", "no te enrolles, Charles Boyer" o "la cagaste, Burt Lancaster". Sin embargo, ha advertido, no conviene abusar de frases de pel¨ªculas como "siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs" o "solo ante el peligro", ni hay que confundir "decir algo con retint¨ªn" con "decirlo con Rin-Tin-Tin". La ¨²ltima parte del discurso ha estado dedicada a analizar la influencia del cine en la literatura.
Bienvenida de Vargas Llosa
El escritor Mario Vargas Llosa ha sido el encargado de dar la bienvenida al nuevo acad¨¦mico, a quien ha definido como "un magn¨ªfico contador de historias con la c¨¢mara y la pluma". Vargas Llosa ha revelado que conoce a Borau desde principios de los setenta, cuando el director intent¨® producir Pantale¨®n y las visitadoras, una de las novelas m¨¢s populares del escritor peruano.
Ya en Per¨², Borau "cometi¨® la temeridad de pedir permiso para rodarla" a la dictadura militar del general Juan Velasco Alvarado, y el coronel "que se dign¨® recibirlo lo despach¨® con esta frase viril: 'agradezca usted que no lo despido de un balazo'".
An¨¦cdotas aparte, el autor de Conversaci¨®n en la catedral ha subrayado que fue Furtivos (1975) la pel¨ªcula que dio a Borau "una proyecci¨®n nacional e internacional" y ha destacado que el nuevo acad¨¦mico ha conseguido que sus historias tengan "una fuerza contagiosa" y transpiren "autenticidad y vida".
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