Selecci¨®n de aforismos de Gerald Brenan

Secuencia de pensamientos autobiogr¨¢ficos

- Cuando se enamoraba lo hacia con la cabeza y desde ah¨ª derivaba, de manera lenta, hacia sentimientos f¨ªsicos, pero cuando se sent¨ªa atra¨ªdo hacia una chica por su cuerpo quer¨ªa sexo de manera inmediata. Esto s¨®lo ocurr¨ªa con aquellas entre los quince y los veintid¨®s a?os. Debido a su educaci¨®n, consideraba que mantener relaciones sexuales con una mujer educada de m¨¢s edad era algo contra natura, a menos que ¨¦l se hubiera comprometido primero a enamorarse por completo de ella. No, no era normal en estos temas porque cuando era joven las relaciones entre hombres y mujeres tampoco eran normales.

- A menudo, ¨¦l no sab¨ªa con exactitud lo que pensaba hasta que lo anotaba. Hablar, para ¨¦l, era principalmente una manera de ensayar cosas, y sus pensamientos iniciales eran raramente los finales.

- En cierta ocasi¨®n, ¨¦l plane¨® una novela con el mismo tono de Las almas muertas, en la que todas las personalidades que aparec¨ªan representaban diferentes facetas de ¨¦l mismo. Estos eran:

1. El excusador cuya conversaci¨®n es una larga excusa por no ser lo que le gustar¨ªa ser.

2. El que presume de sus propias malas cualidades y que, al haber descubierto en s¨ª mismo una tendencia a presumir, lo hace a la inversa.

3. El hipocondr¨ªaco que a pesar de gozar de buena salud, siempre est¨¢ descubriendo nuevos s¨ªntomas en s¨ª mismo para explicar porqu¨¦ su mente no es m¨¢s l¨²cida.

4. El conciliador, el que adopta un tono halagador calificando cada comentario con adverbios y adjetivos.

5. El hombre con balbuceo mental que es incapaz de organizar sus ideas en una conversaci¨®n o relatar una historia con coherencia.

6. El hombre despistado que se cae de la conversaci¨®n porque no puede mantener su mente en ella y luego la interrumpe ya que, si no dice de forma inmediata lo que le viene a la cabeza, lo olvidar¨¢.

7. El buscarruidos, al que tanto le gusta poner el dedo en la llaga, con amabilidad, en los defectos del amigo.

8. La persona que contradice opiniones con las que est¨¢ en buena parte de acuerdo, buscando una visi¨®n de las cosas m¨¢s justa y objetiva.

- ?l prefer¨ªa hablar de s¨ª mismo antes que no hablar nada. ?l entend¨ªa que un ejemplo nacido de su propia experiencia arrojar¨ªa algo de luz sobre lo que estaba diciendo, ya que es nuestra propia experiencia lo que conocemos mejor. Pero otras personas s¨®lo notaban su egocentrismo.

- Su gu¨ªa en toda esta confusi¨®n mental era el estilo. S¨®lo aferr¨¢ndose al estilo cuando escrib¨ªa, pod¨ªan brotar sus pensamientos de la cueva en los que se escond¨ªan, y ser claros y coherentes. Era como un hilo que devanaba de ¨¦l para guiarlo por las nieblas, pero s¨®lo le serv¨ªa cuando estaba escribiendo.

- Sufr¨ªa un bloqueo mental con el dinero. Una consecuencia de esto era que no pod¨ªa recordar n¨²meros o precios, o realizar el c¨¢lculo mental m¨¢s simple. Esto lo hac¨ªa ser cauteloso. Por el miedo a verse entrampado nunca ped¨ªa pr¨¦stamos o sobregiraba su cuenta corriente.

- Tanto en el trabajo como en otras actividades era poco competitivo. Cuando jugaba a un juego le daba igual perder, pero si le importaba jugar mal. Nunca se acercaba a mujeres que ten¨ªan hombres a su alrededor, ni se peleaba. Carec¨ªa de instintos agresivos y si no se llevaba bien con algunas personas, las evitaba.

- Antepon¨ªa su independencia sobre todo. As¨ª, reaccionar¨ªa contra cualquier grupo de personas o sistema de ideas en el que se encontraba que estaba siendo enredado. Tan pronto se ve¨ªa adoptando una actitud demasiado dura en cualquier materia, ¨¦l enseguida comenzar¨ªa a cuestionarla. Las ¨²nicas cosas que nunca se cuestionaba eran ciertos valores morales y est¨¦ticos, pues estos proven¨ªan de alguna parte profunda de su naturaleza.

- Cada ma?ana se levantaba sintiendo que no sab¨ªa nada y esto le infund¨ªa una gran pasi¨®n por la autodid¨¢ctica. Libros, libros, libros: quer¨ªa saber y comprender. ?Por qu¨¦ no podr¨ªa leer en griego antiguo y persa? ?Por qu¨¦ era tan ignorante respecto a la historia? ?Por qu¨¦ se olvidaba de pr¨¢cticamente todo lo que le¨ªa?

- Durante un periodo posterior de su vida adopt¨® un lema: ?nunca escandalizar, nunca presumir, nunca quejarse, nunca preocuparse y mantener los escritorios despejados?. En los escritos su f¨®rmula era: ?cortar, simplificar, escoger los adjetivos con cuidado y mantener la fluidez del ritmo?.